Aunque sus profesores siempre destacaron sus habilidades narrativas, Monia Amreta nunca se atrevió a dar el paso y publicar un manuscrito. La vida de escritora tiene sus más y sus menos, sobre todo, para un autor novel; es un terreno inestable. Sin embargo, la escritora que lleva dentro pedía a gritos expresarse y mostrar todo lo que estaba guardando. Finalmente, Monia Amreta sintió que no podía aplacar por más tiempo su talento innato y dio forma a Sometidas, un hilarante libro entre el ensayo y la autobiografía cuyo eje central es el feminismo. Aunque esta vez los protagonistas son los hombres.
Para esta ópera prima, la autora ha creado una seductora poción compuesta de humor, sarcasmo, carácter y sinceridad. Desde la primera página, las ideas fluyen de manera natural, son escupidas desde lo más profundo con una acidez de la que es difícil escapar. Su discurso no pretende agradar (mucho menos, a los hombres), sino exponer los pensamientos sin filtros para llamar a la reflexión. Con una deliciosa narración de ritmo constante, no desvaría ni se pierde por derroteros, sino que el lenguaje llega claro y sin fisuras. Parece como si estuviéramos reunidos con la misma Monia Amreta, charlando de forma distendida y amena sin ninguna barrera o distracción, completamente absortos en sus palabras.
Palabras que apuntan directamente a los hombres. A través de una entretenida parodia interpretada por estos (ególatras, poco eficientes e inmaduros), la autora describe situaciones cotidianas con las que muchas mujeres podrán identificarse. Esta vuelta de tuerca, esta posición de los hombres en el centro del huracán unida al estilo fresco y desvergonzado aporta un nuevo enfoque en materia feminista.
Aunque algo incluso más valioso de Sometidas es su realidad, es decir, que esté contado desde la experiencia de Monia Amreta como alta ejecutiva. De algún modo, parece un ensayo en el que expone sus argumentos con pruebas científicas. Esto lo hace aún más entretenido porque nos divierte al mismo tiempo que nos hace reflexionar tanto a los hombres como a las mujeres; seguro que más de uno y más de una se reconocerá en las situaciones que describe la autora, de forma que todos podrán identificar errores propios y también valorar y ver las virtudes del sexo contrario. A veces, la mejor psicología es aquella que nace directamente de nuestra realidad más cercana, de compartir con los demás nuestra experiencia y nuestro día a día. Somos humanos y, en mayor o menor grado, pasamos por las mismas situaciones.
Libros como este gozan de gran importancia en la actualidad, puesto que, aunque estemos en el siglo XXI, aún hay mucho camino que recorrer en cuanto a la figura de la mujer y su papel en la sociedad. El feminismo eleva más y más su voz cada vez, y son muchas las autoras que se deciden a romper con el silencio y a poner las cartas sobre la mesa. Pero el sometimiento pasa desapercibido en pequeños actos del día a día y, hasta que todos no empecemos a tomar consciencia, no se conseguirá un cambio de verdad.
Las lecturas sobre feminismo no deberían ser exclusivas de las mujeres, más bien lo contrario. Las mujeres viven la desigualdad en su propia piel; por lo general, no necesitan que les digan que se las está tratando diferente por el mero hecho de tener distinto género. En cambio, los hombres necesitan abrir los ojos y caer en la cuenta de que, aunque sea de forma inconsciente, no están actuando apropiadamente. Por desconocimiento o por falta de ganas, no nos molestamos en ponernos en el lugar del otro y, como consecuencia, surgen términos como feminazi, conceptos cuya intención arraiga en el desprecio y la burla. Es decir, en el sometimiento contrario: el de las mujeres sobre los hombres.
Sometidas consigue ahondar poco a poco en estos temas desde la más viva actualidad solo con su atmósfera de reunión de amigos, esa burbuja en la que puede hablarse sobre cualquier tema y llegar a conclusiones muy jugosas. Al fin y al cabo, en esa intimidad es donde se caen las máscaras y se consigue exponer un punto de vista de manera natural y sincera. Y estos argumentos tan puros valen más que mil horas del debate hueco y estéril al que estamos acostumbrados en esta sociedad donde todo pasa muy rápido y el inactivismo echa raíces.
Libro: Sometidas
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