Reseña de «Un infierno azul celeste», de Juan Carlos Vera Muñoz

Cuando Juan Carlos Vera Muñoz se planteó escribir Un infierno azul celeste (Editorial Tregolam) ni siquiera rondaba en su cabeza llegar a publicarlo, sino que se trataba de un ejercicio de análisis interno para poder hilvanar las heridas de su pasado debido a su adicción a los estupefacientes.

Ese ejercicio, se transformó en una terapia para recomponer las cicatrices de toda su experiencia. Y después, tras una completa sanación, decidió sacar a la luz su primer libro para que aquellas personas que estuvieran atravesando por la misma situación pudieran utilizar la lectura de Un infierno azul celeste como una guía y también como un rescate.

A través de una narración biográfica en donde indaga sobre los motivos, las circunstancias y las consecuencias de su dependencia, Juan Carlos Vera Muñoz, se descubre ante el lector sin pelos en la lengua.

«Cuando se acabó el dinero de mi cuenta comencé a robar pequeñas cantidades del monedero de mi madre, cosa que cada vez aumentaba en frecuencia».

Y esto último es uno de los aspectos más interesantes del relato del escritor. Su valentía para contarnos todo aquello que le ocurrió y que lo impulsó a tener un primer contacto con las drogas, lo que se transformó en una adicción que duraría años.

Al inicio del libro nos encontramos con un chico que se siente fuera de lugar, apenas tiene amigos y cuyas relaciones sentimentales son casi nulas.

Sin embargo, un atisbo de luz asoma cuando es aceptado en la escuela de Hostelería de San Narcís para estudiar restauración. Algo que consideró como un regalo para su autoestima.

En esos años conoce a algunos compañeros quienes un día lo invitan a unirse a ellos para probar diversas drogas recreativas. Esta primera irrupción a los diecinueve años lo llevará a una existencia de engaños y decepciones consigo mismo, pero también con sus seres queridos.

«Es difícil describir lo que sentía, mi principal dolor era ver el sufrimiento de mi familia por mi culpa. Dolor que se calmaba con otra dosis de cocaína y hacía en poco tiempo que ese dolor incrementara su intensidad».

Un infierno azul celeste no es solo una historia sobre las experiencias personales del autor, sino que consiste en un hondo examen del sufrimiento y de la valentía a la vez en un entorno tan difícil y complicado como es el sometimiento a los estupefacientes.

«Al día siguiente, sentado en el sofá del comedor, llegaron mis padres, y lo primero que hicieron fue dirigirse a mí. Aún recuerdo sus palabras: “A ver, ¿no tienes nada que explicarnos?”. Mi hermana ya los había puesto al corriente de lo que había encontrado. Es una imagen que tendré grabada siempre, cómo mis padres se abrazaron, arrancando a llorar».

El recorrido de la biografía transcurre por diversos intentos por abandonar la adicción, algunos de ellos fallidos. Mientras el pasaje por la falta de voluntad se adueña del protagonista, diversos personajes (sus padres, su hermana, su exmujer Yolanda, su novia Meli…) se sitúan alrededor ofreciendo sostén y, en ocasiones, rechazo.

Sin ahondar demasiado en el victimismo, Juan Carlos Vera Muñoz expone con un lenguaje directo y conciso todo los escenarios por los que han pasado tanto él como su familia en donde el lector es consciente, como espectador, de las dos aspectos de la adicción: la del consumidor y la de los seres queridos que actúan como pilares en todo momento, por si acaso sucede el derrumbe.

Pero el narrador no siempre se mueve entre arenas movedizas a lo largo del libro, sino que se abre paso un camino esperanzador cuando decide retomar sus estudios de Integración Social y formarse en Inteligencia Emocional.

Esta predisposición genera una catarsis fortalecedora que lo llevará a encontrarse a sí mismo y a entender que «Nada pasa por algo, todo pasa para algo».

Juan Carlos Vera Muñoz ha realizado con este libro un tour de force hacia la redención y la liberación. Pero sobre todo es una invitación a la lectura para todos aquellos que, sin ser conscientes de un futuro cercano, se pregunten en el presente un simple axioma: «¿Para qué?».

«Nunca más traté la adicción como la causa de mis problemas, sino como la consecuencia de una forma de pensar y actuar en la vida, basada en creencias y no quererme».

Y no solo eso, sino que también Un infierno azul celeste se manifiesta como un obsequio para aquellos otros que sin encontrarse en la misma situación recorran una confesión sin aditivos, valerosa y positiva sobre una situación que sigue estando presente en nuestra sociedad.

Un itinerario sincero y desgranado por una de las etapas más difíciles a las que se puede enfrentar una persona que no dejará indiferente al lector.

Nombre: Juan Carlos Vera Muñoz
Género: novela, biografía
Bio: Nacido el 24 de Junio de 1975 en Sant Celoni. Padre de una hija y divorciado. Gran parte de su vida la dedicó a la hostelería donde alcanzó grandes metas como profesional. Pero su verdadero propósito de vida lo descubrió cuando realizó uno de los muchos tratamientos de adicción, donde paralelamente comenzó a estudiar integración social. Descubrió lo que quería hacer y que a eso había venido a esta vida: para apoyar a personas a salir del cruel infierno que es estar en el mundo de la adicción. Se diplomó en Medicina tradicional China y también en Homeopatía. Cursó hasta segundo curso de Psicología y últimamente se he formado en Inteligencia Emocional y PNL. La formación me la dado conocimiento, pero si algo le ha dado sabiduría es su experiencia de vida. Una vida de sufrimiento por la adicción, suya y de su familia, a la vez que una vida de lucha por salir adelante. Estar en el infierno, le ha dado la oportunidad de apreciar y agradecer al Universo el poder ver lo fantástica que es la vida, y así disfrutar de su día a día. Y a pesar de todo lo sufrido en su camino, hoy se siento un afortunado por ser quién es, al aprender el juego de esta experiencia llamada vida, saber que nada pasa por algo, sino que todo pasa para algo.
Obra: Un infierno azul celeste