Reseña de «Perdidos: El valle de las luces» de Lourdes Vera Rueda

Lo que iba a ser una agradable travesía terminó con la desaparición de los tripulantes del barco en circunstancias misteriosas. Dieciséis años más tarde, cinco amigos se enfrentarán a la verdad de ese enigma.

Esta es la idea principal de Perdidos: El valle de las luces, la primera entrega de la nueva saga de fantasía juvenil de la escritora novel Lourdes Vera Rueda.

La historia comienza con el embarque de distintas personas al Emeraud, un crucero con destino a Francia. Pero el barco jamás llegó. Dieciséis años más tarde, el instituto Steady Hill organiza una competición para ganar una vacante grupal para estudiar en la prestigiosa escuela Hamilton, en Bermuda.

«Desde lo alto del Emeraud y en brazos de Will, Mickey saludaba expansivo a Ruth y sacudía a Toto para que lo imitara. Millie y Samantha también zarandeaban sus manos en el aire, así como cientos de peregrinos más.

Lejos estaban todos de imaginarse el destino que les esperaba, mientras el crucero se abría paso a una espeluznante aventura en las profundas aguas del mar de los Sargazos».

Así, Sam, un chico con estrés postraumático por un suceso de su pasado, y Jake, su mejor amigo, forman el equipo Sin título junto a Becky, su mejor amiga; Marion, una huraña huérfana que siempre va con Rufo, su tierna e inteligente mascota, y Maximus, el chico más inteligente del colegio y que sufre bullying. Pese a sus diferencias, todos unen fuerzas para superar las pruebas y ganar el concurso contra Kevin Hoffman, el popular matón del instituto, y su grupo.

«Sam no recordaba la última vez que había experimentado una sensación tan agradable. Observaba a los cuatro jóvenes que lo acompañaban —cada uno con sus particularidades—, y lo invadía el deseo de conservar aquellas amistades. No sabía hasta cuándo llegarían las reuniones llenas de pleitos que compartían, pero, aún con las rarezas de la Loca o el apego de Maximus por la lectura, sus días con ellos eran amenos y llenos de aprendizaje».

Tras completar las pruebas de intelecto, destreza física y trabajo en equipo, el grupo consigue una oportunidad inesperada. Con el simpático Adonis Alexopoulos como guía, se embarcarán en el Olympia, el barco que los llevará a la aventura de sus vidas. Pero lo que iba a ser un agradable trayecto al territorio británico en la búsqueda de su sueño pronto se volverá una pesadilla: desconocidos que los vigilan, pesadillas extrañas…

Los cinco amigos terminan en una tierra desolada. Y no solo tendrán que averiguar cómo regresar a casa. También tendrán que protegerse de unas terribles criaturas que los acecharán hasta convertirlos en uno de ellos.

«En la mente de Sam se grabó como con fuego la imagen que sus pupilas captaron en ese momento. El cazador estaba allí entre los juncos. Parecía una mujer con unos pocos paños cubriendo su cuerpo consumido; estaba tiesa y en cuclillas, con sus piernas y sus manos formando un trípode en el suelo. Su piel brillaba extraordinaria al contacto con la luz de la linterna, con zonas tan secas que llegaban a parecer escamas. Sin embargo, fue lo poco que llegó a ver de su rostro lo que hizo que cada minúsculo centímetro de la piel del muchacho se helara ferozmente, pues las pupilas dilatadas de aquella figura hacían que sus ojos parecieran ocupar la mayor parte de su cara.

No, Sam nunca había visto algo tan horrible que le impidiera siquiera emitir un grito de ayuda o que le paralizara de tal forma el cuerpo que fuera incapaz de moverse para algún lado».

La autora profundiza en aspectos como la familia, la amistad, el amor, el acoso escolar y los traumas de una forma cercana y profesional. Su talento narrativo destaca, sobre todo, en la construcción de los personajes y las relaciones que establecen entre sí.

Esta historia tan ágil y cautivadora esconde un gran mensaje: las diferencias que nos separan también son las que nos unen.

Invitamos a los lectores a formar parte de los Sin título en Perdidos: El valle de las luces, ya disponible en librerías.

Nombre: Lourdes Vera Rueda
Obra: Perdidos: El valle de las luces
Género: fantasía juvenil
Sinopsis: Cuando cinco estudiantes de preparatoria se unen para competir por las vacantes para una prestigiosa escuela de Bermuda, lejos están de imaginar la aventura espeluznante que les espera.Entre extrañas pesadillas, acechadores enigmáticos y un imperioso deseo de abandonar Oklahoma, Sam, Jake, Becky, Marion y Maximus deberán someterse a una competencia que pondrá a prueba el intelecto, la destreza física y el trabajo en equipo.Un logro imposible. Una oportunidad inesperada. Y a bordo de un crucero, un sueño se convertirá en una pesadilla sin precedentes.
Perdidos en una tierra desolada y sombría, los cinco estudiantes tendrán que protegerse de criaturas que no descansarán hasta hacerlos parte de ese tenebroso mundo.

La amistad, el romance y el humor acompañarán a sus protagonistas a través de esta historia cargada de suspenso y terror, en la que juntos deberán superar sus diferencias y buscar una forma de regresar a casa.
Biografía: Lourdes Vera Rueda tiene 31 años y nació en la provincia de San Juan, Argentina, en 1991.Estudió Medicina en la Universidad Católica de Cuyo, y se graduó en el año 2015. En el 2016 se mudó a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para realizar la residencia de Clínica Médica en el Hospital Carlos G. Durand, y la especialización en Medicina Interna en la Universidad de Buenos Aires.En septiembre del 2020, luego de transcurrida la primera etapa de la pandemia por COVID-19, finalizó su formación y comenzó la residencia en Psiquiatría en el Hospital J. M. Ramos Mejía, lugar en el cual se desempeña actualmente.
Durante su trayectoria ha publicado diversos trabajos científicos.

El valle de las luces constituye la primera entrega de la saga de fantasía juvenil Perdidos. Sin embargo, la pasión por la escritura surgió en su adolescencia; tenía trece años cuando pensó y escribió la trama original de esta novela.

La pandemia por COVID-19 fue, sin dudas, un punto de inflexión en su carrera: la vivió desde la primera línea de atención en un hospital público y, de cierta manera, la ayudó a reconectar con aquel sueño que tenía desde que era adolescente: convertirse en escritora.
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