Reseña de 'La abuela que borda sueños y teje ilusiones', de Mónica M. Morales

Reseña de ‘La abuela que borda sueños y teje ilusiones’, de Mónica M. Morales

La abuela que borda sueños y teje ilusiones es un volumen escrito por Mónica M. Morales en el que se narran las vivencias personales de una abuela, Tutitapó, con sus dos nietos, Martín y Marcelito. Leído bien como una novela dividida en capítulos, bien como una serie de cuentos, sus protagonistas nos llevan de la tierna manita y nos dejan asistir a los momentos más íntimos que se dan entre ese triángulo lleno de cariño: las conversaciones, llenas de suavidad y amor, son un acontecimiento vital entre la abuela y sus dos nietos.

Los exquisitos momentos de ternura se ven interrumpidos por la enfermedad que arremete contra los pequeños nietos; su abuela encuentra fuerzas y enfrenta, junto al resto de la familia, los momentos difíciles con su mejor cara.

Este libro se compone de 14 relatos atravesados por la alegría, la tristeza, la diversión y la dificultad. Por ejemplo, podremos compartir risas con los protagonistas en el cuento El Cogotero, mientras que Un final feliz invita a despojarse del dolor para concentrarse en el pequeño que sufre y aliviar su pesar a través de su inocencia cuando se expone a exámenes y tratamientos invasivos.

Desde la ciudad de Concepción, en Chile, nos llega esta maravillosa obra que entretendrá tanto a pequeños como a mayores. Además, muchos abuelos y abuelas se verán reflejados a lo largo de estos relatos que, sin duda, querrán contar a sus propios nietos. A través del personaje de Tutitapó la autora busca “que se sepa que los ancianos tienen sentimientos y experiencias y, por tanto, deben ser respetados”. Y, al tiempo, anima a que los abuelos y abuelas ausentes se reencuentren con sus nietos y nietas: “Nunca es tarde”.

Las ilustraciones de Camila Fuentes Olavarría ponen el broche de oro a este conjunto de relatos. Son dibujos llenos de color que retratan a la perfección las palabras de Mónica. Los 500 kilómetros que separan a la ilustradora y la autora no han sido impedimento para un entendimiento perfecto que ha hecho que los diferentes personajes y situaciones se materialicen y contribuyan a transmitir toda la ternura de los cuentos de la abuela. Mónica nos cuenta cómo fue este proceso: “Le describía lo más importante en cada dibujo, lo realizaba y me lo enviaba, cada uno de ellos me llenaba de alegría y en su mayoría eran lo que había imaginado. Por ejemplo, la ilustración que me conmovió por el significado que le da a Tutitapó es una en la que se encuentra de pie frente a la ventana y ve pasar la bandada de pájaros”. Este dibujo pertenece al relato Un final feliz.

La abuela que borda sueños y teje ilusiones no es la primera obra de Mónica. El pasado año presentó La magia de los animales, un libro formado por cuatro hermosos cuentos que hablan del nexo existente entre los seres humanos y diferentes tipos de animales. El primer relato, La Cocó, nos muestra el amor de una pequeña niña y su gallina. Este amor sincero y transparente solo puede surgir en la infancia. El segundo, Lucrecia, trata del amor incondicional y altruista de una doctora pediatra con los ángeles con cola. Los dos últimos nos relatan otro tipo de vínculos con los animales, los cuales surgen por circunstancias de la vida de algunas personas. También ha publicado El diente, la historia de un pequeño niño que en el patio de su colegio pierde su diente de leche.

Nombre: Mónica M. Morales
Género: cuentos para niños
Bio: Nací en la bella ciudad de Puerto Montt, situada en el sur del mundo, el día 19 de diciembre cuando el verano estaba a punto de comenzar. Soy casada hace 40 años y tengo dos hijos varones. Me titulé de Profesor de Estado en Matemáticas en la prestigiosa Universidad de Chile y posteriormente estudié el Postítulo de Orientador Educacional y Consejero Vocacional. Gran admiradora de mis colegas de letras por la facilidad para redactar y escribir. La escritura nació como una forma de terapia hace unos 20 años, debido a un gran dolor que vivimos como familia. Escribía en secreto y no me atrevía a mostrar a nadie mis relatos. Solo a mi madre, gran lectora y amiga. Hice cursos de literatura en la Universidad de Concepción y me quedaban grandes, con esfuerzo y perseverancia lograba terminarlos con para bien. Realicé talleres de escritura creativa, y el profesor después de leer mis escritos me dijo que podía dedicarme a escribir para niños.El año pasado me preparé en un Taller de libros infantiles en Tregolam, terminando mi curso con éxito. He publicado dos libros en el formato coedición en la editorial Tregolam: El diente y La magia de los animales. Continúo escribiendo porque me hace feliz.
Libro: La abuela que borda sueños y teje ilusiones