Reseña de «K» de David Velázquez

Vivimos rodeados de personas que parecen inofensivas. Personas persuasivas y convincentes. Personas en cuyo interior albergan la maldad. Y muy pocos pueden verla.

Con esta premisa, el escritor David Velázquez nos adentra en K (Editorial Universo de Letras). Este thriller, que constituye su debut literario, sorprenderá a los lectores.

La historia comienza en Little Stowe, un pueblo pequeño del estado de Vermont de aproximadamente cuatro mil habitantes. Allí todos se conocen. Todos son perfectos. Y todos guardan oscuros secretos. Un día, un niño de 13 años es secuestrado y pasa trece meses cautivo. Cuando lo rescatan, algo cambia en él, quizá para siempre.

«En ocasiones las personas miramos atrás en el tiempo, con el fin de imaginar qué habría sucedido si hubiéramos tomado otro camino. La exención de culpa y el sentimiento de euforia que empezaron a manar por mis venas al romper las reglas me alentaban a seguir por el mismo. El ser humano, como tal, es un auténtico enigma».

Muchos años más tarde, un nuevo y mediático caso azota a la población de los Estados Unidos. Varias personas han sido halladas muertas, mutiladas y con una inscripción. Todo indica a que se trata de un asesino en serie. Un asesino conocido como K que pide expresamente que sea la agente del FBI Scarlett Jones quien se haga cargo de la investigación. Un asesino que parece conocerla mejor que nadie…

«Al cruzar la entrada de la vivienda encontrarían a la víctima, Roger Glenn, completamente desmembrado. Sangre por doquier y una precisión en las incisiones digna de un cirujano estético. Diez miembros amputados con distintas perforaciones en ellos, que flotaban sobre un mar de sangre. Tronco, brazos, manos, piernas y pies eran las partes que, unidas entre sí por un alambre, formaban un gigantesco muñeco humano. La cabeza, a dos o tres metros de distancia, estaba colocada estratégicamente sobre una mesa, con la mirada dirigida hacia su propio cuerpo. En la frente de la víctima, un triángulo invertido, posiblemente hecho con algún instrumento punzante, con una inscripción grabada en su interior, muy cerca del vértice: 7.1».

A partir de entonces, Scarlett se involucrará profundamente en la pesquisa del nexo de los distintos casos. Secretos del pasado y una oscura verdad serán los protagonistas de una trama ágil con giros totalmente inesperados.

La división de la venganza y la justicia se desdibuja con K. Los lectores podrán comprender mejor a este complejo personaje gracias al enfoque que el autor hace sobre él a lo largo de la obra.

«La cruda realidad es que, aunque la parte oscura de una persona sea pequeña, siempre prevalece sobre la luz».

David Velázquez ha construido una trama y unos personajes brillantes, verosímiles y carismáticos. El autor expone en su narrativa la amplia documentación realizada, sobre todo a nivel psicológico. Esto permite conocer en profundidad cómo opera la mente criminal y que la motiva.

En definitiva, K es la representación perfecta de lo que ya dijo el cantante y compositor británico Eric Burdon: «Dentro de cada uno de nosotros, está la semilla del bien y del mal. Es una lucha constante sobre cuál ganará. Y uno no puede existir sin el otro».

Invitamos a los lectores a asomarse a esta apasionante historia, ideal para los amantes del género. K ya está disponible en librerías.

Nombre: David Velázquez
Obra: K
Género: thriller psicológico
Sinopsis: Una agente del FBI buscará la manera de capturar a un asesino en serie que se cruzará en su camino, donde la muerte y los sucesos que desafían a la oscuridad estarán presentes en una historia repleta de pasados ocultos.
Biografía: David es un arquitecto de software apasionado de los thrillers y los dardos. Aunque nació en Donostia San Sebastián (Gipuzkoa), él siente un amor muy especial por Suances (Cantabria), donde ha pasado gran parte de su vida y mantiene su residencia actual. Los libros siempre han formado parte de su día a día; desde leer a los grandes de la literatura fantástica hasta escribir sus propios manuscritos, que no solían pasar de las treinta páginas, hasta que finalmente decidió lanzarse con K, una pequeña muestra de su fascinación por las mentes criminales, los enigmas y las habitaciones teñidas de rojo y olor metálico.
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