Los problemas de salud mental son, aún, grandes desconocidos en nuestra sociedad. Tendemos a envolverlos en tabús y prejuicios y, con ellos, a las personas a las que les son diagnosticados. Esto hace que esas personas sean incomprendidas y sean vistas con rechazo y a veces, incluso, con miedo.
Mariluz Corpas ha querido romper este tabú escribiendo y publicando su novela Eutimia. Yo estoy loco, y ¿tú? En este relato autobiográfico cuenta cómo vivió su diagnóstico —trastorno afectivo bipolar tipo I de tipo mixto— hace casi dos décadas. Y cómo ha seguido conviviendo con la enfermedad todo este tiempo. Sus páginas nos hacen ver que la incomprensión de la gente que te rodea puede ser más dolorosa que cualquier dolencia.
Pero en el libro no se habla solo del trastorno bipolar. La vida de Mariluz es un torrente de experiencias fantásticas. Tanto que, a veces, nos parece estar ante una novela de aventuras más que ante una autobiografía. Eso sí, con el aliciente de que sabemos que estamos ante una persona de carne y hueso, lo que nos hace empatizar e identificarnos más con su protagonista.
El estilo llano con el que está escrita la obra nos acerca también a su autora; leerla es casi como conversar con una amiga mientras te tomas un café. Asegura que el proceso de escritura fue para ella terapéutico, puesto que escribir ayudaba a poner en orden sus pensamientos y emociones y a tomar perspectiva del trastorno. Y podemos asegurar que leer su obra también puede ser terapéutico, no solo para quienes estén pasando por situaciones parecidas a la suya sino también para cualquier persona que quiera saber. Y es que, si de alguna manera nos podemos acercar más a las personas que conviven con algún tipo de problema de salud mental, es mediante la pedagogía, una labor que Mariluz Corpas aborda de forma tajante.
Toda la historia está atravesada por la búsqueda de la eutimia, la etapa de estabilidad entre la manía y la depresión a la que la autora aspiraba cuando estaba “arriba o abajo”. La novela recibe este nombre, precisamente, porque es, en sus propias palabras, “en sí misma una esperanza, un objetivo, por lo que hay que luchar cuando esta enfermedad te sacude; es casi como si te hubieras curado”.
Y es que el trastorno bipolar es, de forma resumida, un trastorno afectivo en el que se suceden estados de euforia extrema (manías) —en que uno siente que puede ir más allá de todo y se alteran funciones como el sueño, donde en tu cabeza se aceleran pensamientos y emociones y pueden desarrollarse alucinaciones auditivas y sonoras— y fases de depresión en las que te hundes completamente, tus pensamientos son oscuros y autolesivos y la dejadez es completa. Acompañar a Mariluz en su relato es todo un viaje en el que aprender más sobre estas cuestiones.
La espiritualidad tendrá también un papel fundamental en la obra. En ella podremos leer sobre el budismo, el reiki o el intento de ingresar en un convento, frustrado a causa de la bipolaridad. Y también leeremos mucho sobre arte y restauración y podremos experimentar la creatividad a raudales de Mariluz, tanto dentro como fuera del lienzo.
A través de 20 años de vivencias, 10 años de escritura y 34 capítulos viviremos con la autora éxitos y también fracasos bañados de aprendizajes; presenciaremos flirteos, amores, desamores y reencuentros; seremos testigos de enfermedades y pérdidas. Acompañaremos a Mariluz en nuevos proyectos y viajes apasionantes. Estamos, en definitiva, ante una novela apasionada y llena de enseñanzas que da gusto leer.
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