Tres misteriosos papiros son hallados juntos dentro de una vasija en una cueva en Qumrán. José Tomás, un profesor jesuita de la Facultad de Teología de Granada, crea una hipótesis a partir de ellos que hace tambalear los cimientos de la religión cristiana. Cuando un grupo organizado empieza a asesinar para hacerse con los textos y silenciar al profesor, este delega los papiros a su alumno Álvaro Estrada. Este joven físico nuclear huye de una persecución que pone en riesgo la teoría de su mentor: la viabilidad de la inmortalidad.
Rafael Cañadilla Moyano nos adentra con esta trepidante trama a su nueva novela El Último Principio. Este libro publicado conseguirá atrapar a los lectores desde la primera página.
El autor nos plantea en esta obra repleta de suspense, intriga, persecuciones y asesinatos una cuestión que podría estar más cerca que nunca de ser posible: la evidencia de la inmortalidad basada en la física cuántica. José Tomás encuentra en estos tres papiros hallados en el Mar Muerto una hipótesis que tambalea todo lo que por tradición se ha inculcado en el cristianismo. Álvaro, obsesionado con descubrir el origen del universo, deberá confiar en su profesor y dejarse guiar también por la fe para lograr su cometido.
«Se avecina una gran tormenta que no podrás esquivar, si no utilizas la herramienta de la fe como instrumento. Si ignoras está valiosa herramienta, no podrás llegar hasta la última frontera del conocimiento, a conocer el origen del universo y, como consecuencia, tampoco al “Último Principio”».
La historia está acompañada de unos personajes perfectamente construidos y amoldados a las necesidades de la trama. Álvaro busca ayuda en su exnovia Laura para que le ayude a esconderse de las personas que lo buscan y que quieren hacerse con los papiros. La joven lo llevará con Celia, una amiga suya que trabaja en su doctorado en el CERN, el Gran Colisionador de Hadrones, cerca de Ginebra. Este será el lugar donde la vida del protagonista cambiará para siempre.
Uno de los temas que el autor presenta con maestría en esta obra es el conflicto personal de Álvaro respecto a la ciencia y la fe. Para él es imperioso conocer el origen del universo. A través de la experiencia de este personaje, los lectores se replantearán aspectos del origen de la vida y del ser humano, y de los conocimientos impuestos desde una edad temprana que se dan por hecho.
«—El mismo Einstein —dijo Álvaro— nos da a todos un consejo: «es más importante la imaginación que el conocimiento». Un hecho constatado y real debe tener una causa y un porqué, y para ello hay que utilizar la imaginación. Aceptar las cosas sin más, solo porque existen, es renunciar a conocer la verdad y esencia de las mismas.
—Te conviertes, así, en uno más de los miles de científicos que llevan más de cien años perdiendo sus vidas en la búsqueda de «verdades inexplicables» —sentenció ella.
—Einstein entre ellos, ¿no? Pero has de saber que la búsqueda del origen de todo es, en sí misma, la razón que me motiva a encontrar un sentido a la existencia.
—Igual la existencia no tiene un sentido —insistió ella—. Y si llegaras con el tiempo a descubrirlo, ¿te quedaría alguna motivación por la que seguir viviendo, o entrarías en una espiral de frustración y decepción?
—No llegará ese momento. La muerte me sorprenderá investigando».
El autor utiliza la tercera persona del singular para narrar la historia. El enfoque está puesto especialmente en Álvaro, pero también en otros personajes. Esto agiliza la trama y hace factible que los lectores puedan introducirse por completo en la obra y comprendan qué está ocurriendo en cada lugar y por qué actúan de esa manera gracias a estos distintos puntos de vista.
Rafael Cañadilla Moyano maneja con un gran dominio el ritmo de la novela gracias a los múltiples cambios de localización de las escenas. Así, en la huida de Álvaro recorremos lugares como Suiza, España o Italia, pero también más remotos en la historia, como Alejandría. Este lugar tendrá un gran peso para el desarrollo del libro.
«—Supongo que el jesuita argumentó que esa persona tuvo que ser Jesús de Nazaret —sentenció, mirando a Denis. Este asintió, pero siguió callado—. Creo que el paralelismo del cristianismo con las religiones antiguas —continuó Gerard—, como la sumeria, egipcia, asiria, babilónica o persa, hacen sospechar que muchos relatos contenidos en el cristianismo pudieron ser incorporados de esas religiones. Alguien se ocupó de dar una versión nueva del monoteísmo, pero intentando, al mismo tiempo, respetar las tradiciones antiguas que eran objeto de devoción en aquellos pueblos».
Los diálogos y las escenas de acción acompañan al estilo del autor, perfectamente estructurado y dinámico. El desenlace es completamente inesperado y deleitante. Todo ello hace de esta novela un relato que apasionará a los lectores y que esconde un gran mensaje: a veces hay que dejar de buscar para apreciar lo que ya se ha encontrado.
Os invitamos a descubrir la nueva novela de Rafael Cañadilla Moyano que, sin duda, os sorprenderá. El Último Principio ya está disponible en librerías.
Disponible en: Amazon, Agapea, Casa del Libro, Librería de la U, Gonvill Librerías, Waterstones
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