Cuando Edward Ghost, un desconocido con metas demasiado ambicionas, es ejecutado por crímenes que implican rituales y profanar tumbas, entre otros, Adam von Gewak, un prestigio médico y científico, ve la oportunidad perfecta para investigar sobre su persona y así hacerse con la investigación que comenzó que pretendía esclarecer cuál era la fuente de la consciencia para traer así de vuelta a la vida a los muertos. Para lograrlo, se acercará a una de las hermanas de Edward, Anne, con la que contraerá matrimonio. Mientras, los asesinatos de un célebre asesino en serie comienzan a hacerse eco en Londres.
Con esta apasionante premisa comienza Edward Ghost. Recuerdos de Adam von Gewak, la primera novela de la joven escritora Helena Oliva Martín, editado por Tregolam.
Helena Oliva Martín abre así uno de los temas más controversiales que se han tratado a lo largo de los años y que continúa siendo uno de los paradigmas culturales por excelencia: el derecho de una persona a vivir y a morir. A causa de la pérdida de una persona muy importante para Edward, este decide que la muerte no debería ser el fin si se podía averiguar en qué consiste la consciencia y la manera de traerla de vuelta al cuerpo que había abandonado. La lucha entre lo moralmente correcto y la ambición de llegar al poder que ejerce la primacía de Dios y que solo él puede otorgar, como lo es la vida, son dos de los asuntos sobre los que se erige esta obra.
«Quería conseguir algo, algo grande, gigantesco, enorme. ¿Reanimar a los muertos? ¿Crear vida? ¿Inteligencia infinita? ¿Un gran explosivo? ¿La prueba de que Dios existe? No sabía qué buscar, sabía que quería algo, pero el qué. ¿Qué era aquello que estaba hecho para mí? ¿Cuál era mi destino? ¿Qué aportaría yo a la humanidad? Y tenía la respuesta frente a mí todo ese tiempo: ¿por qué tenemos que rendirnos ante la muerte? ¿Por qué permitimos que esta nos destroce como había destrozado a lo que sentía era mi familia? El dolor de la perdida haría que desapareciera. ¿A dónde iba la conciencia humana una vez llegaba nuestra hora? La muerte no tenía por qué ser el fin, quizás lo era para aquellos que se sentían tentados por lo inevitable».
La autora crea un juego de voces en la narración en las que se mezclan la tercera persona para la trama que presenta la línea temporal principal y la primera persona del singular para narrar aquellos sucesos pasados en los que se exponen los pensamientos de los personajes mediante diarios o anotaciones en cuadernos. Gracias a ellos podemos conocer más sobre los protagonistas, Edward Ghost y Adam von Gewak, y sus oscuros pasados marcados por los secretos, pero también sobre otros personajes como Olivia, otra de las hermanas de Edward, Anne, o incluso los hechos que acontecen en Londres gracias a las noticias de primera plana de los periódicos.
Las relaciones entre los personajes son otro de los factores clave en esta obra, ya que presentan desde una índole amorosa, como Adam con Anne y con otra persona de su pasado que falleció; amistosa, como la de Anne con Sapho, una joven con el nombre de la poetisa griega a la que conoce en una de las fiestas a la que la lleva Adam del rector de su universidad, William Carol, e incluso profesionales, como la que mantuvieron Edward y Lyndon, que lo ayudó en su investigación y que posteriormente también lo hará con Adam.
Helena Oliva Martín presenta también un talento innato para establecer un ritmo vertiginoso y atrapante en una ambientación perfecta de la Gran Bretaña victoriana, época donde se cometieron los terribles asesinatos que perpetuó uno de los asesinos en serie más conocidos y que será de vital importancia para el desarrollo de esta novela.
«Se han reportado numerosos asesinatos en las últimas semanas. Aquellos que se concentraban en Whitechapel se estuvieron atribuyendo hasta hoy al asesino apodado como Jack el Destripador, el cual aún continúa siendo perseguido por los agentes de Scotland Yard. Hasta el momento se le han atribuido oficialmente diez asesinatos, aunque algunos sospechan que hayan podido ser hasta catorce».
Esta intrigante y misteriosa historia invita al lector a reflexionar sobre distintos temas en el libro, como la homosexualidad, el amor, la ambición, la locura, el feminismo, o la moralidad, todos ellos desde una visión adelantada de la época en la que la escritora ha encontrado un marco perfecto para su novela.
«Las almas no son objeto de juego, y debí haberme dado cuenta hace tiempo de que de estudio tampoco, por muy mal que me sienta. Aunque realmente no solo me culpo a mí mismo, sino que en todo el tiempo en el que recé supe que Dios me otorgó esta curiosidad asesina. Seguro debe pensar que lo que hacía era jugar con su obra, con la especie humana, pero fue él quien me dijo que lo hiciera, quien me dio las herramientas mientras me enseñaba que el poder de la vida y la muerte era real. Aunque todos tengamos el poder de la muerte no lo ponemos en uso, y cuando me dio el poder de la vida lo tomé y lo usé. Y no me refiero a crear vida perfecta, como crean las mujeres, me refiero a dar vida a lo muerto, desafiar la ley principal de toda vida: lo que va al infierno o al cielo, se queda allí».
El talento narrativo de Helena Oliva Martín se observa en la influencia temprana de autores literarios de renombre como Nietzsche, Mary Shelley o Edgar Allan Poe, que cultiva en esta novela de terror y fantasmas en la que nos muestra que, a la hora de la verdad, aquel monstruo que nos aterra y al que debemos enfrentarnos no es otro más que uno mismo.
Invitamos a los lectores a asomarse a conocer la pluma de esta autora revelación con su obra Edward Ghost, ya disponible en librerías online.
Disponible en: Amazon, El Corte Inglés, Quares, Libros.cc
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