Reseña de «Camino al Paraíso», de María del Mar Álvarez
Si le preguntan de dónde es, María del Mar dice que tiene dos tierras diferentes: Sevilla por ser la ciudad donde nació y Cádiz por ser el lugar que la ha acogido y donde tiene actualmente su residencia. Sin embargo, nos atreveríamos a decir que le ha faltado mencionar una tercera, aquella que tan apasionadamente describe en su libro Camino al Paraíso: los enigmáticos territorios del Nuevo Mundo que se descubrieron en el siglo XV.
Además, de entre todas sus aficiones (que no son pocas), destaca la lectura y la escritura, como no podía ser de otra forma. Su pasión por la literatura es lo que la llevó a sacar a la luz esta primera novela (que quedó finalista en el 2014 en el premio RNR-Vergara de novela romántica) y a retomarla ahora publicándola en un solo tomo. Camino al Paraíso es una entusiasta narración sobre el anhelo, el amor, la disconformidad, la rebeldía, la aventura y los sueños.
Como ya habíamos anunciado brevemente, la trama narra cómo, tras el descubrimiento de una nueva ruta hacia las Indias Occidentales, en Sevilla se empiezan a movilizar y organizar los marineros ávidos de aventuras y riqueza. Entre ellos se encuentran Manuel Espinosa y Javier Alonso, ambos capitanes de dos naves que acompañarán al descubridor Cristóbal Colón en su segunda expedición. Criados como hermanos aunque sin serlo, ambos se profesan una estima mutua que pronto se verá truncada: Mariana de Balboa, la prometida de Manuel, se verá irremediablemente atraída por Javier y el devenir de las circunstancias hará que las diferencias entre sus personalidades afloren.
Manuel, conocedor de su posición privilegiada, aireará su misoginia y brutalidad ante la joven Mariana, que encontrará en el caballeroso y sensible Javier un alma gemela y no se conformará con perecer ante el matrimonio concertado que su padre había arreglado. Se meterá así disfrazada de muchacho en el barco de Javier con el objetivo de convencerle de que su destino es estar juntos, y desde ahí llegará al Nuevo Mundo para dar pie a una delicada historia de amor que nos adentrará en los inhóspitos parajes de las selvas de La Española y nos hará volver a una Sevilla activa y dinámica, epicentro de la nueva historia europea.
Si bien el interés de esta novela no radica simplemente en el excelente trabajo de documentación que la autora tuvo que realizar para dar veracidad a la narración (ella misma confiesa que fue arduo pero muy gratificante), también cabría destacar que el resultado de esa dedicación ha propiciado que Camino al Paraíso escape de los convencionalismos de la novela romántica: «Soy lectora de romántica desde que era una adolescente», dice María del Mar. «Muchas de esas novelas que leía estaban ambientadas en la Inglaterra de la época victoriana, y me resultaba un tanto chocante que, teniendo España una historia tan rica y hermosa, no se aprovechase ese filón para recrear más novelas de este tipo».
En cuanto a los aspectos formales del libro, tenemos que decir que el lector no encontrará ningún problema en dejarse llevar a través de las páginas. Con un lenguaje sutil y efectivo, María del Mar consigue una atmósfera que salpica de realismo tanto a los personajes como los escenarios que visitan. La presencia que adquieren las ciudades de Sevilla o La Isabela, la viveza de las relaciones que establecen con los nativos y la descripción de la estructura jerárquica e inflexible de las grandes familias Espinosa o de Balboa, solo por poner unos ejemplos, refieren con gran aproximación una época sobre la que aún no se ha escrito todo.
Los sesenta capítulos del libro dividen la historia, a su vez, en bloques acertadamente diferenciados que propician una lectura bien esquematizada y natural. Ningún hecho particular se extiende más de lo que debiera y tampoco deja que se eche en falta tal o cual cosa. La autora ha sabido diferenciar a la perfección dónde se encontraba el comienzo y el final de cada sección para crear así la expectación necesaria en el lector.
Camino al Paraíso es, en definitiva, una apuesta ganadora para aquellos amantes del género romántico que busquen escapar de los clichés del mismo. La historia novedosa y prometedora es el primer aliciente que les moverá a ojear este libro, seguido de los lazos que rápidamente podrán establecer con los personajes gracias a la humanidad y cercanía que desprenden. María del Mar rescata su primera novela, podríamos decir, como un regalo para aquellos que todavía no habían tenido la oportunidad de oír hablar de él.
- Nombre: María del Mar Álvarez
- Género: novela romántica
- Bio: Nací en Sevilla hace 45 años, aunque, hoy por hoy, cuando me preguntan de dónde soy, suelo contestar que tengo la fortuna de ser de dos tierras diferentes: me considero sevillana de nacimiento y gaditana por casamiento, ya que actualmente tengo mi residencia establecida en El Puerto de Santa María (Cádiz), donde he formado mi familia y donde me encuentro muy feliz.Respecto a mis estudios, me licencié en Derecho por la Universidad de Sevilla, aunque no tardé mucho en darme cuenta de que las togas y los tribunales no iban a ser lo mío. Tras trabajar en la empresa privada, conseguí aprobar unas oposiciones en la Diputación de Cádiz, donde sigo trabajando actualmente.En cuanto a las aficiones, el refrán de «quien mucho abarca, poco aprieta» me viene como anillo al dedo. Me gusta el deporte, la música, la pintura, el cine, los viajes, la naturaleza, las manualidades y mil cosas más, lo que supone que, en definitiva, quiera hacer de todo, pero no sepa de nada.Por supuesto, he dejado en un punto y aparte dos de las aficiones que considero de las más importantes: la lectura y la escritura. Como casi el 90% de las escritoras, antes de convertirme en proyecto de tal, he sido (y soy) lectora (a veces empedernida, a veces no).
El primer libro de novela romántica cayó en mis manos siendo una adolescente, convirtiéndose desde entonces en el principal (por no decir casi el único) género que leo, el que me evade de la rutina y el que me hace soñar despierta. No me resultaba fácil crear ficciones paralelas o finales alternativos de aquellos libros que leía y releía, hasta que un día, sin más, empecé a crear mis propias historias. Debido a mi timidez y a mi inseguridad, siempre me ha resultado más fácil expresar o exponer mis emociones o mis pensamientos a través de un folio en blanco que de palabra, así que cuando empecé a escribir encontré el cauce perfecto para dar salida a todos esos relatos que bullían en mi cabeza.
Jamás imaginé que tales historias pudieran ver algún día la luz, pero el destino a veces es caprichoso y nunca se sabe las vueltas que da la vida. Y hoy por hoy, una vez dado el primer paso (que es el más difícil), no tengo intención de volver atrás. La vida es una sola y hay que disfrutarla al máximo. Y si es haciendo aquello con lo que una disfruta, solo cabe decir: ¡Adelante!
- Libro: Camino al Paraíso
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