La parodia no es un método nuevo, una táctica original, de hacer literatura. Desde la Edad Antigua hasta nuestros días, en la narrativa siempre ha existido un hueco para aquellas obras que buscaban la sátira o la crítica humorística de otras ya publicadas. Albada del viento, la primera obra del escritor Raúl Vela Larraz, podría tener su lugar en el complicado hueco de la parodia.
Stella Gibbons se burla de las novelas románticas de corte rural; Michael Gerber del famoso mago de J. K. Rowling y Shaffer del éxito de ventas Cincuenta sombras de Grey. La pluma del autor de Albada del viento es ambiciosa y dirige el foco de la parodia hacia las grandes tramas más actuales, como las del conocido estadounidense Dan Brown. En este sentido, la hipertextualidad, una vez más, se pone al servicio de la literatura en el libro que estamos reseñando y procede con maestría.
Pero ¿cuál es el tema de la novela? La parodia se sustenta en torno a una herencia que se incrusta en la vida de los personajes principales —Paco, Raúl e incluso María— y que marca el trascurso de los acontecimientos. Es una herencia inesperada, rozando lo ridículo, pero que sumerge al lector en una historia trepidante desde el principio.
En las primeras páginas del libro, el protagonista recibe a través del testamento de un conocido de un familiar un manuscrito que, a simple vista, no tiene ningún valor. Sin embargo, pronto nos daremos cuenta de que medio mundo está detrás de él, como el mismísimo Vaticano o un Cuarto Reich. A partir de ahí, prácticamente todo circunda al documento. En este sentido, pasado y presente se entrelazan y se funden en un mismo símbolo: el manuscrito.
«De alguna manera extraña, el manuscrito parecía haberse incrustado en mi vida,
formando parte no ya de la misma, sino y por incomprensible que pueda parecer,
de mi propio ser».
Desde el punto de vista de los personajes, estos parecen haber sido sacados de la inmediatez al autor. Incluso, el escritor podría haberse inspirado —en parte— en su propia imagen para crear a su personaje principal. Esta idea subyace del tratamiento que se les da a sus personalidades, a la evolución de su psicología: el escritor parece conocerlos de toda la vida y al acabar la novela el lector se siente parte del círculo. El buen dominio de los diálogos y la flexibilidad narrativa favorecen que ocurra. Raúl y Paco son jóvenes corrientes, con una vida normal, que se ven envueltos en unas circunstancias que se irán creyendo, al igual que el lector, poco a poco.
«¿Qué podía tener de valor el manuscrito para que el propio Vaticano y los neonazis lo persiguieran con tanto ahínco?
¿En qué coño nos habíamos metido? Y, ya puestos ¿por qué coño yo?
Ya puestos a tocarme algo ¿no podía ser la lotería?».
A esa sensación de cercanía también contribuye el lenguaje empleado por Raúl Vela, pues obliga al lector a desconectar de su mundo. Es tal el entretenimiento que suscita incluso a través de su técnica narrativa que no se puede pensar en otra cosa que no sea en leer y divertirse. La prosa es actual, rozando lo coloquial pero con elegancia, auténtica, real. Si tuviéramos que elegir un solo adjetivo para definirla, sin duda sería «natural». En otras palabras: la escritura de Raúl derrocha naturalidad.
Además de todo lo mencionado —humor, naturalidad, cercanía, diversión—, hace justicia que mencionemos que estamos ante una obra que nos ha parecido bien documentada histórica y geográficamente. En un lado, Roma, Berlín, Londres, Florencia… son algunas de las grandes ciudades que tienen cabida; en otro, Hitler, Stalin, Napoleón… son algunos de las figuras que de una forma u otra aparecen en el libro.
En definitiva, ¿te gustan las tramas con acción y enigmas que resolver? Si la respuesta es que sí, entonces está novela te gustará. Albada del viento recuerda a veces a películas como La búsqueda de Jon Turteltaub o a otros libros como El círculo mágico, de Kate Neville, cuya protagonista es también la heredera de un manuscrito que despierta la codicia de muchos.
Raúl Vela Larraz es un vehemente seguidor de la historia, la economía, la política, la música y el humor negro, entre otros. Entendemos que esto era lo que quería trasmitir con su primera novela, pues es justo lo que nos ha llegado al leerla. Y todo acompañado de una gran dosis de humor y entretenimiento. Esperamos volver a leer una nueva obra suya muy pronto.
Disponible en: Amazon
Compartir esta información
Tregolam
Empresa de Servicios Editoriales. Agregador de #Concursos Literarios y Becas, #ServiciosEditoriales, #Noticias, #Entrevistas, #Literatura