Hola, Paco. El Premio de Relatos Max Aub lleva más de 30 años ininterrumpidos siendo un referente de los premios literarios de España. ¿Cómo se logra seguir adelante durante tantos años?
Seguir adelante es fácil cuando tienes el apoyo de las instituciones y de los colaboradores. El Premio Internacional de Cuentos Max Aub cuenta con el apoyo incondicional de sus patronos, pero también con el de más de 120 voluntarios que nos ayudan en las primeras fases del concurso, además de los jurados finalistas.
¿Cómo han cambiado los escritores (y sus obras) a lo largo de estos años?
Los escritores no han cambiado, la necesidad de poner ideas originales en unas cuartillas sigue el mismo camino. Se podrán utilizar medios distintos, pero la creación, el que un cuento te atrape se debe a la misma idea de siempre: que esté bien elaborado, que sea original y que consiga tener pendiente al lector.
¿Cuál es el perfil de los participantes del Premio Internacional Max Aub? ¿De qué países suele haber mayor representación? ¿Género?
Los escritores que participan en el Premio Internacional de Cuentos Max Aub suelen ser tanto noveles como autores con obra escrita. Al ser de cuentos, donde pedimos extensión entre cinco y quince folios, algunos novelistas presentan obra, así como especialistas en el mundo del relato breve.
El país de mayor participación es España, con más del 70%, pero nos llegan cuentos de más de 30 países, la mayoría de Centro-Sur América. México, Argentina y EE. UU. suelen ser los siguientes países después de España, pero es interesante observar que en todas las convocatorias recibimos trabajos de Australia, Sri Lanka, Israel…
Como comentabas, el Premio de Cuentos Max Aub es abierto y, por tanto, la participación es de autores españoles y latinoamericanos. ¿Qué diferencias existen entre la narrativa española y la latinoamericana?
La “escuela” de cuentos, del relato breve, a lo largo de la reciente historia, ha estado en Argentina, España, México, Perú, Uruguay… Todos los escritores conocen perfectamente la técnica del cuento. Actualmente, leyendo un cuento, es muy difícil diferenciar un escritor de un sitio u otro si no aparecen palabras localistas.
Realmente, al abrir las plicas de los ganadores, muchos jurados se han llevado verdaderas sorpresas al darse cuenta de que, debido a la narración, pensaban que el autor era español, pero era latinoamericano y viceversa.
Por la crisis continuada del libro, muchos concursos de Ayuntamientos y Comunidades Autónomas han dejado de existir y otros conviven bajo cierta sospecha (sobre todo, los grandes premios). ¿Cómo ves la situación de los concursos literarios en España?
Hemos pasado una “buena” crisis, por supuesto que la cultura, como siempre, ha sido la más perjudicada. Esto ha hecho que se hayan perdido muchos patrocinios que luego son difíciles de recuperar. Si el premio dentro de los proyectos culturales del organismo no era prioritario, ha desaparecido.
La sospecha en cualquier actividad que haya que elegir, donde uno gane y otros no, siempre va a existir. Esa duda en la gran mayoría de los casos es errónea. Creo que los concursos literarios, los que conozco de cerca, cuentan con una buena salud en líneas generales y también creo que todo el mundo tiene claro quiénes son los que se aprovechan para aumentar el prestigio dando sus premios a determinados escritores.
¿Cómo se lleva a cabo todo el proceso de selección de los finalistas y ganadores?
En la Fundación Max Aub, como he dicho antes, tenemos mucha suerte al contar con un gran número de jurados de selección voluntarios a lo largo de las distintas fases (120). Cuando llegan los cuentos (sobre 700), los repartimos entre 26 grupos aproximadamente, formados por 4 o 5 personas que realizan sus valoraciones en tres fases donde se intercambian los cuentos entre los distintos grupos con la coordinación de la fundación.
Durante tres meses, esta selección va a ir reduciendo el número de cuentos, para que al jurado finalista le lleguen entre 30 a 45 cuentos que son los que valoran en dos meses. Realizan la última reunión en la sede de la fundación, donde se reúnen solamente los componentes del jurado, sin nadie más (muy importante) para tomar la decisión de los ganadores. Cuando el jurado tiene el fallo es cuando ellos mismos abren las plicas.
¿Cuáles son los típicos errores que suelen cometer los participantes a la hora de enviar sus relatos a concurso?
Los errores más habituales en nuestro concurso se deben, como siempre, a no leer las bases. La mayoría por la extensión, por estar fuera de plazo y por no mandar las copias necesarias.
¿Cómo se selecciona el jurado de un premio literario del nivel del Max Aub?
Hacemos coincidir el fallo del premio con un encuentro de estudiantes con escritores (25 años) en dos jornadas distintas; por ello, intentamos que los jurados finalistas sean escritores con bastante obra publicada, ya que los alumnos, conocedores del premio, leen sus libros y tienen un interés sobre la especialidad del cuento.
¿Qué consejos puede darle a un escritor que sueña con ganar algún día el Premio Internacional del Cuentos Max Aub?
Bueno, no creo que haya una fórmula mágica. Puedo hablar de lo que cualquier persona le pide a un cuento, pues he observado que, en la mayoría de los casos, coincide con los cuentos que han ganado el Premio Max Aub.
Debe ser una historia original, que te atrape desde el inicio y donde el dominio de la palabra no haga excederse en los comentarios que a veces despistan y aburren al lector (también al jurado). Ser breve y preciso, que las ideas vayan fluyendo en una lectura que, aunque no continua porque se va desarrollando en distintos niveles, sea capaz de abrazar todo lo fundamental y, ante todo, tenga un final escondido que sorprenda incluso al escritor. A veces, ese final puede ser tan simple, especial, como ilógico.
Compartir esta información
Tregolam
Empresa de Servicios Editoriales. Agregador de #Concursos Literarios y Becas, #ServiciosEditoriales, #Noticias, #Entrevistas, #Literatura