Buenos días, Javier. Sumalee. Historias de Trakaul es tu nueva novela, una mezcla de los géneros policíaco, acción y romance. Pero ¿qué más podremos encontrar al adentrarnos en esta historia? ¿Cuáles crees que son sus puntos más atractivos?
Yo creo que la línea argumental soslayada en la historia habla de lo que somos capaces de hacer si nos provocan lo suficiente y se nos van acabando las alternativas. Podremos ver cómo una persona, en apariencia normal, evoluciona poco a poco empujado por las circunstancias hasta llegar a límites que no creía que fuera capaz. No es más que descubrir cómo alguien, que podría ser cualquiera de nosotros, puede hacer mucho más de lo que cree. Para bien y para mal.
Creo que el punto fuerte de la novela es que te arrastra en una espiral de emociones y sorpresas que van yendo cada vez a más hasta un final explosivo y, quién sabe, si inesperado. Ves evolucionar a David, el protagonista, y puedes llegar a entender el rumbo que toman sus actos.
Como decimos, la novela tiene ingredientes de varios géneros, lo cual demuestra una increíble versatilidad incluso en los temas que propones. ¿Cómo surgió la idea de Sumalee. Historias de Trakaul? ¿Tuviste claro desde un principio esa diversidad o tu primera idea fue escribir un libro sobre un único género?
La idea original fue escribir un libro sobre una persona haciendo cosas impensables en alguien normal y luego darles una justificación. Dándole vueltas a la idea, acabé pergeñando una novela policíaca con algún tinte romántico, pero, según iba escribiendo, la historia se volvía más compleja de lo esperado y más variada en temáticas que abordaba. Al final, no me salí de la estructura planteada, pero el resultado fue muy diferente al que quería. La novela fue cobrando vida y teniendo su propia voluntad según iba avanzando en la trama. Acabó teniendo un poco de romántica, mucho de drama, un poco de erotismo, mucho de mafias… Todo ello entrelazado de una forma que espero que guste a los lectores.
Antes de las novelas, empezaste escribiendo relatos cortos y microrrelatos, así como poesía. ¿Tienes pensado retomar esos géneros?
De vez en cuando, me animo a escribir algún microrrelato para concursos que van surgiendo, pero ya casi nada. Escribir novelas es muy absorbente porque tengo que leer mucho para documentarme, tengo que montar la estructura de la historia, escribirla, corregirla, volverla a escribir… Es un proceso iterativo y continuo que consume mi tiempo de una forma brutal. Cuando termino un libro, estoy tan metido en él que necesito un proceso de desintoxicación, como si se tratase de una droga, en el que no escribo nada y leo solo cosas que no tengan nada que ver. Después, como tengo tantos proyectos en mente, me meto de lleno en el siguiente y vuelvo a no ser dueño de mi propio tiempo.
Sumalee. Historias de Trakaul es tu tercer libro. Anteriormente, debutaste con una novela de aventuras titulada Ndura. Hijo de la selva y Usa LinkedIn como si fueras un experto. Háblanos sobre estas obras.
Ndura. Hijo de la selva es la historia de un joven urbanita que, volviendo de un safari, sobrevive a una catástrofe aérea y se ve solo en medio de la selva de Ituri, en el norte del Congo. Es una novela en primera persona que muestra los pensamientos del protagonista y cómo intenta salir adelante sin ningún conocimiento de supervivencia ni experiencias previas. Habla de sus inquietudes, de sus motivaciones, de sus reflexiones sobre la vida… Todo en un entorno que le resulta hostil, con animales, plantas, nativos, enfermedades y peligros de todo tipo. También es una oda a los problemas de África y a la injerencia de los países desarrollados en determinados lugares y la influencia negativa que esto puede tener.
Usa LinkedIn como si fueras un experto es un manual sobre la mayor red profesional del mundo, LinkedIn (con más de 500 millones de usuarios), que escribí junto con Diego Romero. Aunque tiene una sección para empresas y otra para reclutadores, está sobre todo centrado en estudiantes que quieren planificar su futuro laboral y en la gente que o no tiene trabajo o quiere mejorar el que tiene. Es un manual muy práctico que se centra en lo que hay que hacer y lo que no para conseguir tus objetivos profesionales utilizando dicha red social. Es muy agradecido porque puedes ver cómo ayuda a la gente en su vida de forma directa.
Precisamente, Ndura. Hijo de la selva ganó el concurso literario como Mejor Novela Juvenil 2014 por El Economista. ¿Qué se sentiste cuando tu creación y esfuerzo se vieron premiados en un certamen literario?
La verdad es que fue un orgullo, sobre todo porque el periódico El Economista seleccionó mi novela entre las diez mejores de 2014, pero fue el público el que, con sus votos, la hizo ganar. Otro dato interesante sobre este libro que me pareció más increíble aún fue que lo han utilizado como libro de lectura en clase en varios colegios e institutos. Jamás hubiese soñado que en un colegio se leyese un libro mío. Eso me pareció aún más gratificante. La primera vez que me enteré de que esto estaba pasando, me quedé sin palabras.
Usa LinkedIn como si fueras un experto es como una guía que enseña a sacar partido a LinkedIn de la manera más eficiente y beneficiosa para encontrar trabajo. Además, este proyecto lo realizaste con Diego Romero Sánchez (economista). ¿Cómo fue trabajar en compañía? ¿Con quién te gustaría escribir en un futuro?
Era la primera vez que escribía un libro con alguien y el proceso fue muy sencillo y fluido. Diego es una persona trabajadora, que tiene grandes ideas y está abierto a debatirlas de forma sana y con la mente abierta. Si el libro ha llegado a donde está, ayudando a cientos de personas a mejorar su trabajo o encontrar uno, es gracias a él. Hizo que la idea inicial de escribirlo acabase subiendo de nivel hasta hacer un manual excelente gracias a sus aportaciones y a su trabajo.
Tengo pendiente otro manual con Diego y con otro antiguo compañero, Dámaso Ruiz-Jarabo, sobre gestión de empresas que me apetece mucho escribir. Pero, de momento, el resto de proyectos en marcha me tienen totalmente ocupado y no hemos podido abordarlo. También me gustaría escribir uno a cuatro manos con mi hermana Pilar, que está a punto de publicar su primera novela, Quédate conmigo. Operación Kapo. Creo que podría ser una experiencia muy interesante porque nos conocemos muy bien y podríamos complementarnos a la perfección. Los dos somos personas muy entusiastas con los proyectos que abordamos.
Detrás de todas tus obras, hay un trabajo de documentación excelente. Concretamente, en Sumalee. Historias de Trakaul, nos acercas a Tailandia y Singapur con gran fidelidad. ¿Cuáles son tus principales fuentes cuando documentas un relato? ¿Has estado en estas ciudades o te gustaría visitarlas algún día?
Por desgracia, todavía no he podido estar en ninguno de los dos. Para documentarme, leí mucho en internet, compré varios libros sobre esos países, vi documentales, programas de gente que había estado allí, busqué vídeos colgados por personas contando sus viajes para tener una imagen más de calle de lo que había… ¡Hasta paseé por las calles de forma virtual con el Google Maps! Dediqué muchas semanas a ambientarme. Para la parte de Singapur, estuve en contacto permanente con Antonio Fernández Gambero, un abogado que ha vivido y trabajado allí muchos años y que me ayudó a dar verosimilitud a ese tramo. Y para la parte de la cárcel, estuve buscando algún antiguo preso, pero, como no lo conseguí encontrar, me leí varias biografías en inglés de australianos, americanos y británicos que habían pasado largas temporadas en ella para poder conocer mejor ese trozo de la historia.
Respecto a tu carrera, has estudiado Administración y Dirección de Empresas, e Ingeniería Informática. ¿Cómo decidiste dar el salto de los números a las letras? ¿Escribir forma parte de tus hobbies o te gustaría dedicarte a ello de manera profesional?
Escribir siempre formó parte de mis hobbies. Desde pequeño escribía pequeños relatos. Era una forma de evasión, de soñar con otras realidades, otros mundos. También lo usaba como protesta contra aquellas cosas de la vida que no me gustaban. Luego vino lo de participar en concursos de microrrelatos y poesías. No gané ninguno, pero fui finalista en varios y publicaron unos cuantos. Al final, un día, me puse a escribir un relato corto sobre una historia que me imaginaba en la cama mientras esperaba que llegase el sueño; se me fue de las manos y nació Ndura. Hijo de la selva. Y hasta ahora. Si algún lector está interesado en ver todo lo que he publicado, puede hacerlo en mi web.
Hay escenas, como los capítulos en la cárcel de Tailandia, que recuerdan a películas del tipo El laberinto rojo y Sueños rotos. ¿Te has inspirado en ellas o en otros films?
Sueños rotos no la he visto, El laberinto rojo sí, pero no pensaba en ellas cuando escribí esos capítulos (aunque tal vez mi subconsciente pusiese algo en la novela). Mi principal inspiración fueron los relatos de personas que habían sufrido esa terrible cárcel de Bang Kwang y habían conseguido salir con vida para contarlo. En el libro, hay escenas muy duras, pero en las autobiografías que he leído hay cosas peores aún que decidí no utilizar. Son historias desgarradoras del trato y las condiciones que había en esa prisión.
¿Estás trabajando en una nueva novela? ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Tenía en mente dos opciones: escribir otra novela de la saga de Ndura. Hijo de la selva, una que cruzase con ese libro, pero sin ser precuela ni secuela, o la segunda parte de Historias de Trakaul. Viendo lo mucho que está gustando Sumalee. Historias de Trakaul y aprovechando que tengo todo fresco en la cabeza, me he decidido por la continuación de esta última. Su título provisional es xxx. Historias de Trakaul 2, donde xxx será el nombre un personaje principal de la trama que todavía no puedo revelar.
Libro: Sumalee. Historias de Trakaul
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