Buenos días, Xavier. Budismo empresarial es el título de tu nuevo libro publicado, el cual llama a la reflexión y el análisis contemplando la empresa desde la perspectiva budista. ¿Cómo surgió la idea de mezclar dos filosofías tan distintas como el budismo y la empresa?
Las filosofías y las culturas, por distintas que parezcan, tienen siempre algún punto en común que, una vez localizado, hace que puedan aprovecharse las sinergias. En el caso de los budistas y los empresarios, el punto en común es la reflexión. Y a partir de ahí, surgió la idea.
Aunque solo has empleado una pequeña parte del budismo, el Noble Óctuple Sendero, para construir este libro, ¿te interesa el tema? ¿Cómo y por qué te acercaste a él?
Evidentemente, es un tema que despierta mi interés y me acerqué a él con el afán de intentar saber más cada día. En uno de mis viajes profesionales, me presentaron a Heinrich Harrer, el austríaco autor del libro Siete años en el Tíbet, y me contó cosas simplemente fascinantes.
¿Por qué decidiste escribir Budismo empresarial?
Hay veces que a uno le entran enormes deseos de compartir pensamientos y conocimientos que puedan ayudar a los demás. Comentando la temática del libro con amigos directivos y empresario/as cuando todavía era solo una idea, me animaron a tirar adelante. De alguna forma, me estaban retando a que fuera capaz de combinar estas dos filosofías tan distintas.
¿Con qué frase definirías tu libro?
Es una obra que fomenta la reflexión para ayudar a ser mejor en la vida profesional. Además, tal como escribe en el prólogo el Dr. Jordi Sellarés, es un libro que ofrece la oportunidad que el lector dialogue con el autor, sin que este lo sepa.
Budismo empresarial acaba con un relato titulado El demonio que se alimentaba del enfado. ¿Qué te llamó la atención? ¿Por qué quisiste incluirlo?
En este cuento budista, queda perfectamente claro cómo se puede detener la agresividad, utilizando la educación, la inteligencia y la calma, que son precisamente todo lo contrario. Me pareció un cuento delicioso, muy bonito y, además, sumamente útil y aplicable a la vida profesional y ordinaria
Tu carrera profesional siempre ha estado ligada a la empresa y fuiste directivo en varias entidades financieras. ¿Cuáles son los principales problemas que observaste en esos años?
Básicamente, problemas derivados de la ambición y el apego humanos, que no son distintos de los que pueda haber en cualquier otro tipo de empresas. También envidias y desconfianzas.
¿Qué es lo más importante que has aprendido de tu amplia experiencia empresarial?
Nunca dejes de pensar.
En la actualidad, eres profesor de Banca Internacional en la Escuela Superior de Comercio Internacional de Barcelona. ¿También empleas los principios budistas en tus clases o se los recomiendas a tus alumnos?
No los utilizo directamente, aunque procuro alejarme siempre de posiciones extremas y andar por ese camino de en medio en el que, a veces, es difícil mantenerte.
Antes de Budismo empresarial, has publicado ¿Cómo evitar problemas con créditos documentarios? Háblanos un poco de él.
Es un libro de carácter práctico, lleno de consejos con los que evitar que una operación tan compleja como un crédito documentario pueda ser un problema más que una solución.
Ahora que ya has publicado Budismo empresarial, ¿cuáles son tus proyectos?
Continuar escribiendo, básicamente, en revistas profesionales internacionales con las que colaboro habitualmente.
Libro: Budismo empresarial
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