Con solo unos años de vida, vuestra editorial ya ha publicado a casi 60 autores (desconocidos y consagrados) y unos 25 títulos entre novelas, compilaciones, relatos… ¿Cómo se sostiene esa intensa actividad creativa en el tiempo?
Con pasión, dedicación y, sobre todo, mucho trabajo. El pasado mes de abril, cumplimos nuestros primeros tres años de vida y, en este tiempo, hemos puesto un 200% de nosotros en tratar de sacar adelante un proyecto editorial que, a pesar de que ha surgido en un momento complicado para el sector, nos está deparando muchas alegrías.
Dos Bigotes se propuso publicar libros de temática LGTB o, cuanto menos, sostenerse como una herramienta al servicio de visibilizar y dar voz a distintas experiencias y formas de ver el mundo. ¿El panorama literario español necesitaba una editorial como la vuestra?
Quizás no somos nosotros los más indicados para decir si el panorama literario español necesitaba un sello como Dos Bigotes, pero lo que sí podemos afirmar es que, desde el comienzo de esta aventura, hemos tenido una excelente acogida, tanto por parte de los lectores como de las librerías, autores y medios. Sí pensamos que había un pequeño hueco para nosotros y que, en cualquier caso, no hemos hecho sino seguir el camino de otras editoriales que hicieron de su especialización una bandera para hacer llegar al público las historias de personajes que, en cierto modo, se apartaban de la norma.
¿Cómo se sostiene económicamente una editorial independiente en medio de la vorágine de grandes grupos editoriales?
Se sostiene haciendo equilibrios, controlando bastante los gastos y tratando de aprender cada día un poco más sobre cómo moverse en un sector tan concentrado sin morir en el intento. Una de las grandes ventajas que tiene una editorial como la nuestra es que tenemos menos gastos que un gran sello, por lo que nos hace falta menos para poder seguir adelante. Aunque a nadie se le escapa que incluso la supervivencia no es algo sencillo.
A diferencia de otras (nuevas) editoriales españolas, vosotros hacéis una tarea de edición completa, lo que incluye apostar por autores desconocidos y no solo por traducciones o autores consagrados. Bajo vuestro punto de vista, ¿por qué el sector editorial se cierra tanto a nuevas voces? ¿Cuál es el riesgo de invertir en autores independientes?
Lo cierto es que una de las ideas que están en la base de Dos Bigotes es dar la oportunidad a que escritoras y escritores que no han publicado antes vean su obra en las librerías. Pensamos que es uno de los aspectos más gratificantes de la labor de un editor. Ver la gran acogida que ha tenido un libro tan especial como Suburbana, de Claudio Mazza, nos sigue haciendo muy felices.
¿Qué fue lo más complicado para poner en marcha la editorial?
Más allá de la selección de autores, la búsqueda de imprenta o de diseñador para la colección, lo más difícil fue todo lo relacionado con los aspectos administrativos. No somos muy amigos de la burocracia, pero era un paso inevitable.
Una de las características de vuestro sello editorial son las portadas, diseñadas por el ilustrador Raúl Lázaro, que hace al catálogo una pieza de arte en sí misma. ¿Cómo se decide el arte de portada de un libro que se va a publicar?
Seguro que a Raúl Lázaro le hacen muy felices tus palabras. Raúl es el “tercer bigote” de la editorial en la medida en que, gracias a su diseño de colección, hemos logrado que Dos Bigotes tenga una imagen identificable y muy potente. La portada de cada libro se trabaja de manera individual: Raúl comienza a investigar a partir de la información que le proporcionamos y va probando diferentes vías hasta que llegamos a un punto en el que los tres estamos de acuerdo. Lo más estimulante de este proceso es que, aunque tengamos una idea previa en la cabeza, el resultado final siempre nos sorprende y se convierte en la única portada posible.
¿Cómo se determina la línea editorial a la hora de montar una editorial? ¿Simplemente se guían por los gustos, por lo comercial o por ambas?
Creemos que es importante lograr un equilibro entre ambas o, mejor dicho, guiarnos por nuestro criterio sin perder de vista los gustos de los lectores, a los que siempre es necesario escuchar. No tendría mucho sentido que publicáramos libros con la única intención de leerlos nosotros… pero nunca publicaríamos algo que no nos gustase leer.
¿Qué consejos podéis dar a un escritor que sueña con publicar un libro y vivir de ello? ¿Es necesario rebajar las expectativas? ¿Hay un lugar para vivir de la escritura en España actualmente?
Vivir de la escritura, como vivir de otras muchas tareas creativas, es una misión no sabemos si imposible, pero sí difícil. En España, hay (pocos) escritores que viven de ello, entendiendo, además, la escritura en su más amplia acepción (lo que incluiría colaboraciones en medios, etc.). A aquellos que sueñan con publicar un libro les diríamos que vayan poco a poco, que seleccionen previamente qué editorial sería la más adecuada para publicar su manuscrito, que tengan paciencia y que no cesen en su empeño.
¿Por qué en España se venden cada vez menos libros?
Es la pregunta del millón. Y encierra una contradicción en sí misma, ya que, aunque se vendan —y lean— menos libros, sí se ha incrementado el número de publicaciones anuales. ¿Existe un desfase entre lo que se publica y lo que se lee? ¿Es esta avalancha de publicaciones la que provoca que la vida de los libros sea cada vez más limitada? No hay que olvidar que la crisis nos ha azotado con especial virulencia y el sector del libro se ha visto afectado, como tantos otros. Y tampoco hay que perder de vista algo que indican los datos del CIS: que el 36,1% de la población española sostiene no leer nunca o casi nunca.
¿La supervivencia del sector editorial independiente pasa por juntarse y compartir conocimientos y estructuras? ¿Es suficiente con esto?
No sabemos si es suficiente, pero lo que tenemos claro es que la unión hace la fuerza y que compartir experiencias y estructuras es uno de los caminos para hacer que la edición independiente pueda sortear con mayor facilidad los obstáculos del camino, que no son pocos.
Editorial Dos Bigotes
Los artífices del contenido de estos comprimidos culturales son Gonzalo Izquierdo y Alberto Rodríguez, dos periodistas que se han embarcado en la creación de una editorial independiente movidos por su amor por la literatura. Dos Bigotes está especializada en autores y temas LGTBI (las siglas que designan al colectivo de lesbianas, gais, personas transgénero, bisexuales e intersexuales), pero no pretenden excluir a nadie: creen que la buena literatura interesa a todo tipo de lectores, más allá de cuestiones de género o identidad sexual.
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