Buenos días, Enrique. El último secreto de Eva Braun es tu primera novela publicada, una historia situada al final de la Segunda Guerra Mundial en la que realidad y ficción se mezclan para reflexionar sobre la posible escapatoria de Hitler hacia Argentina. ¿Qué te motivó a escribirla?
La concreción de una idea que concebí desde dos puntos de vista: el de mi condición de estudioso de la II Guerra Mundial y el de un familiar directo que fue protagonista de dichos acontecimientos y que es uno de los personajes de la novela.
Como decimos, parte de la novela está basada en hechos reales y esto ha sido gracias a documentos y misivas de algunos familiares que realizaron actividades especiales durante aquellos años. De toda la información que llegó a tus manos, ¿qué documento te llamó la atención en especial?
Cualquiera de las cartas o de los documentos de mi colección, porque cada uno de ellos guarda un secreto o forma parte de la historia. Deberá ser el lector quien descubra la importancia de cada una, ya que se mezcla la realidad con la imaginación en toda su trama.
El último secreto de Eva Braun nos plantea la posible supervivencia de Hitler y, para ello, nos deja acceder a su vida privada. ¿Resultó complicado humanizar la figura del dictador para neutralizar el tono político de la novela?
Toda persona, por más que sea alguien amado u odiado, siempre tiene su lado humano. Pero en la novela no trato de humanizar o demonizar a ninguno de los protagonistas de ambos bandos, trato de ser neutro porque, después de tantos años de esos acontecimientos, el lector ya tiene preconceptos formados y no es mi intención influir en sus ideas
La Segunda Guerra Mundial es, sin duda alguna, uno de los acontecimientos más atroces de nuestra historia, pero ¿qué es lo que más te interesa en concreto de ese periodo?
Pese al horror de toda guerra, sus temibles consecuencias físicas y mentales, lo que importa son aquellos hechos desconocidos por la mayoría de los ciudadanos que hacen que los intereses económicos y políticos primen sobre el factor humano. Los enemigos de ayer, en pocos meses, se transforman en nuestros aliados y nuestros aliados pasan a ser nuestros enemigos.
¿De dónde nace tu amor por el estudio de la historia?
Siempre me interesó el desarrollo y posterior decadencia de los Imperios, desde Roma hasta la fecha.
¿Cómo ha sido el proceso de investigación y documentación? ¿Cuánto tiempo te llevó seleccionar la información para escribir El último secreto de Eva Braun?
Leer todo el material posible, investigar donde nadie investigó, leer en lo posible a autores de todas las tendencias y luego formar mi propia opinión… Es difícil cuantificar esos tiempos. Más que nada, por tratarse de una novela de espionaje, ya que la dinámica y los personajes toman vida propia y hacen su propia historia en el desarrollo de su vertiginoso ritmo. Ahí, fantasía y realidad se mezclan al mejor estilo de El día del Chacal, La isla de las tormentas o Ha llegado el águila, mis tres novelas favoritas. Creo que la dinámica de la ficción supera la realidad. En la investigación, también tuve como referencia a muchos autores españoles que escriben muy bien y sus libros son imparciales y traen material de primera.
Respecto a este proceso, ¿qué has disfrutado más: la parte de documentación o la escritura de la novela?
Las dos cosas por igual, aunque, en realidad, diría que es mucho más apasionante escribir y darles vida a mis ideas porque había días que estaba inspirado y escribía sin parar, creando nuevas acciones y capítulos enteros. Podía despertarme a las tres de la mañana con algún sueño o idea, así que me levantaba y comenzaba a escribir. En algunos casos, apuntaba en un cuaderno la idea base para luego plasmarla o dejarla de lado. Pero lo más impresionante para mí fue que dejaba reposar los manuscritos, los corregía y, semanas después, los volvía a leer y no parecían escritos por mí, sino por los mismos personajes, que habían tomado vida y escribían su propia historia.
Luego, me prometí dos cosas: primero, no volver a leer el libro hasta que estuviera impreso y llegara a mis manos o las librerías, y tratar de leerlo como un lector al que le llama la atención un libro; es decir, comprarlo, olerlo, sentirlo en mis manos y comenzar a leerlo. Les puedo asegurar que se siente algo increíble, imposible de describir. Y lo segundo que me prometí, también como escritor y lector, es no saber cómo es el verdadero final. ¿Les parece imposible? Bueno, lean la novela y verán, pero no me pregunten por el final porque ni yo lo sé. Fue una meta que me puse para darle más intriga a la novela y que cada lector decida por sí mismo.
En tus ratos libres, ¿sigues en la línea de la novela histórica o prefieres otros géneros?
Leo de todos los géneros: Borges, Sábato, etc. y sigo comprando libros antiguos contados por sus protagonistas para escribir la próxima novela.
Si Hitler, efectivamente, hubiera escapado y hubiera podido seguir con sus planes en secreto, ¿cómo crees que sería el mundo actual?
Difícil de imaginar, pero no muy distinto de la actualidad, ya que en la historia dejamos muchas veces de lado la historia de Stalin, el cual, en su actuar y ambiciones de dominar toda Europa y el mundo, se parecía mucho a Hitler. Tampoco hay que olvidar que en Alemania en esos momentos estaban los fanáticos de NSDAP, seguidores de Hitler, pero también los alemanes como la Wehrmatch, que intentaron varias veces matar a Hitler (el más conocido es Valquiria).
Después de publicar El último secreto de Eva Braun, ¿tienes pensado escribir una nueva novela? ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Como primicia, les adelanto que dos canales de Estados Unidos están interesados en hacer una película o una serie con la novela. Y mis próximos proyectos son varios. Uno puede estar relacionado con la secuela de este libro, ya que la guerra no terminó en mayo de 1945, sino que hubo un vencido que al poco tiempo se convirtió en aliado. Tal vez incluya las relaciones o alianzas entre el Vaticano y ambos bandos en la posguerra, donde Argentina volvió a tener mucha importancia en esos acontecimientos: refugio de personas que escapaban del hambre y la muerte, de criminales de guerra; la ayuda del gobierno de Juan Domingo Perón a dicha inmigración, en muchos casos, con documentación falsa aportada por Argentina, con complicidad o conocimiento de Estados Unidos y el Vaticano, etc. También está la leyenda del famoso tesoro nazi que llegó a Argentina, o sea, muchos misterios que la Guerra Fría en Europa ayudó a consolidar; muchos secretos para investigar y descubrir. Siempre en formato de novela de ficción histórica.
Libro: El último secreto de Eva Braun
Booktrailer El último secreto de Eva Braun
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