Bienvenido, Sergio. Estamos encantados de que nos recibas para charlar sobre tu libro recientemente publicado Mosaico: historias, ambientes y gentes del mundo (Éride ediciones 2021). Se trata de una exquisita recopilación de relatos cortos de tus viajes a lo largo y ancho del mundo entre el año 2010 y 2020. Supongo que durante tus viajes escribes diarios, pero ¿de dónde surge la idea de seleccionar algunos fragmentos y recogerlos en este libro?
El proyecto de escribir un libro sobre mis viajes nace en 2013, pero lo hace con una idea de libro y un enfoque diferentes a lo que el libro al final ha terminado siendo; inicialmente se trataba de un libro con capítulos temáticos sobre, por ejemplo, taxis del mundo, aduanas del mundo, cementerios del mundo, etc. Después, allá por 2015, me pareció que podía ser más interesante un libro de relatos cortos de viaje, como el que ha terminado siendo “Mosaico. Historias, ambientes y gentes del mundo”, y le dí una vuelta de tuerca al proceso. Después, como seguía viajando, quería seguir incluyendo nuevos relatos, y por ello el proyecto ha terminado demorándose más de lo que pensaba, pero por fin llegué a lo que creo que el libro debe contener.
El libro se organiza en zonas geográficas y los relatos no siguen un orden cronológico. ¿Por qué elegiste esta estructura para Mosaico: historias, ambientes y gentes del mundo? ¿Te ha sido fácil seleccionar los fragmentos?
La idea era la de que el lector pueda viajar a través de los relatos de una forma más o menos lógica o natural, como lo haría en la realidad, es decir, visitando primero una región y conociéndola un tanto antes de pasar a otra. Eso me parecía más importante que el orden cronológico. Los relatos plasman ratos o momentos de viaje que, por distintos motivos, me han gustado, marcado o aportado especialmente. No ha sido demasiado difícil seleccionarlos porque tengo bastante claro cuáles son los momentos más emocionantes y enriquecedores que he vivido en mis viajes. Si acaso he tenido dudas con tres o cuatro relatos nada más, de los setenta, o sea que con muy pocos.
Has pasado gran parte de la última década recorriendo el mundo. Es sin duda una experiencia envidiable… Supongo que te has visto obligado a parar por el estallido de la pandemia. ¿Cómo descubriste esta pasión por viajar? ¿Retomarás los viajes una vez se calmen las cosas?
Justo unos 20 días antes del estallido de la pandemia en España regresé de un viaje por Cuba, y ese ha sido mi último viaje internacional. Desde entonces he estado viajando por España, aunque sí me gustaría volver a hacer un viaje internacional a finales de 2021. La pasión por viajar me viene desde pequeño, ya que crecí en una familia muy viajera que hacía muchos viajes y excursiones, la mayoría de las veces con un bocadillo en la mochila y llegando a visitar lugares que estaban incluso a 300 kms en un solo día. Siempre tuvimos el interés de conocer otros lugares, el modo de vida en ellos, los paisajes que encontrábamos por el camino, etc
El libro nos ha parecido muy ameno por las historias que cuentas sobre los lugares visitados, pero vemos que también prestas especial atención al lenguaje y que la narración está muy cuidada. Cuéntanos, ¿cómo ha sido el proceso creativo? ¿Has trabajado mucho los textos tras su primer esbozo?
Sí, la verdad es que han sido muchas horas de trabajo. El proceso creativo consistía en escribir del tirón, un poco saliese lo que saliese, para después imprimir los textos, corregirlos con un bolígrafo en la mano y editarlos. Así varias veces. Cada uno de los relatos ha sido revisado por lo menos cinco veces, y todo ello dejando pasar tiempo entre una revisión y otra, porque es ese tiempo el que permite tener otra mirada, otra visión, otra opinión. De todas formas, también es importante saber cortar, porque si no se podrían seguir revisando los textos infinitas veces, y seguramente casi siempre cambiaríamos cosas, y en ese sentido ya también llegó un momento en el que decidí hacer una última revisión y terminar.
Este libro no es una guía turística, sino que se sitúa mejor en el género de los diarios de viaje. Sin embargo, creo que el lector podrá encontrar en los relatos anécdotas, experiencias, etc. que podrían ayudarle a organizar un viaje. ¿Cómo crees que debe relacionarse el lector con Mosaico: historias, ambientes y gentes del mundo?
Este libro pertenece al género de la literatura de viajes, que es un género y no un subgénero como con frecuencia se escucha decir, y además es uno con una larga tradición e historia. Creo que lo más valioso que el lector puede extraer de la lectura de los relatos que componen el libro es descubrir algunos aspectos de los distintos lugares del mundo, y obtener algunas primeras impresiones de ellos. Así podrá avanzar en la dirección de decidir si un lugar o región del mundo en concreto le llama la atención y si le apetece saber más de él. A partir de ahí debe ser él el que siga descubriendo, deseablemente viajando a los lugares que más le atraigan. No hay que olvidar que lo que está en los relatos es solo mi visión, a partir de mi experiencia concreta, de los lugares, pero de ella ni mucho menos pueden extraerse conclusiones o juicios universales.
Aunque evidentemente los lugares son protagonistas en tu libro, las personas que has encontrado en tus viajes también lo son. Nos ha gustado mucho como en textos tan cortos has sabido describir a los lugareños y cómo en esas pocas líneas transmites la esencia del momento que has compartido con ellos. ¿Qué destacarías de estas experiencias? ¿Cómo han influido en tu manera de ver el mundo?
Efectivamente, el componente humano es tal vez el que más me interesa en mis viajes, y en ese sentido, trato de reflejar los intercambios que tengo con las personas. Para mí es en esas interacciones cuando más se puede conocer sobre un lugar, porque al fin y al cabo lo que se hace es ver y entender el lugar a través de las opiniones de quienes mejor lo conocen. El intercambio cultural ha influido mucho en mi forma de ver el mundo, porque es la herramienta básica para comprender la variedad y diversidad de formas de vivir y entender el mundo que existen. Y ninguna es mejor que otra. Se puede ser feliz de muchas formas, y se pueden tener relaciones con el mundo y con la vida de lo más variadas también.
Los relatos también te sirven de pretexto para señalar las miserias del ser humano, ¿buscabas que el libro tuviera esa dimensión de denuncia?
Sí, de alguna manera, he tratado de aprovechar ciertas oportunidades para plasmar lo que me parece que es la naturaleza humana, que sin duda tiene una cara positiva, con toda la grandeza que el ser humano puede llegar a tener, pero también otra más oscura, en la que los comportamientos movidos por el egoísmo o el deseo de ganar dinero fácil prevalecen sobre otros. Esa es sin duda otra de las ventajas de viajar, que supone una muy buena forma de conocer la esencia y la naturaleza humana. Y además permite hacerlo en vivo y en directo, y conociendo las distintas formas que esa naturaleza humana puede adoptar.
Sabemos también que eres un apasionado de la literatura. ¿Te gusta la literatura de viajes o prefieres otros géneros? ¿Sueles leer en tus viajes?
Leo sobre todo novela y literatura de viajes, aunque alguna vez también leo otros géneros como el ensayo (sobre algún tema que me interese) o el teatro. Suelo leer en mis viajes, y de hecho me suelen acompañar uno o varios libros, en función de la duración del viaje, pero al contrario de lo que hacen muchos viajeros, no me gusta leer sobre el lugar por el que estoy viajando. Sí leo sobre ese lugar antes y después, pero no durante el viaje, y lo hago un poco por tener momentos también de desconectar y descansar del propio viaje. Si estoy viajando por la India, tras un día entero allí, me apetece más que mi mente vuele a otros lugares y momentos, en vez de seguir leyendo sobre el propio país en el que estoy.
Por lo que hemos leído en el libro, no parece que seas el típico turista que solo visita los monumentos y atracciones principales. ¿Qué es lo que más te gusta descubrir de cada lugar? ¿Cómo sueles preparar los viajes?
Así es, los monumentos no son, ni mucho menos, lo que más me interesa en un viaje. La verdad es que concibo el viaje como algo integral que permite el acceso a una serie de aspectos y elementos del mundo y de la vida de forma transversal. En ese sentido, se puede decir que me interesa todo (gentes, vivencias, paisajes, historia, monumentos, etc.), pero obviamente, con un orden de prioridad, y todo lo que tiene que ver con las personas me interesa más que los monumentos. Pero nuestra mente ya se encarga de filtrar y seleccionar lo que nos acontece en un viaje: por ejemplo, es fácil comprobar cómo, de un viaje del que ya ha pasado un tiempo, recordamos perfectamente interacciones con personas y vivencias, pero apenas recordamos detalles (nombres o detalles artísticos, por ejemplo) de los monumentos que visitamos. En cualquier caso, todo está interrelacionado, y sin duda, detrás de la historia, de los monumentos, y de todo, están las personas. Los viajes los suelo preparar con bastante tiempo de antelación, y es un proceso que disfruto mucho. Lo que más me aportan son las lecturas sobre el lugar, aunque también utilizo otros recursos menos interesantes pero prácticos, como las guías de viaje.
Un detalle que nos ha encantado en el libro son las imágenes que abren cada una de las partes. ¿Son fotografías de cosecha propia? ¿Te ha costado mucho hacer la selección?
Sí, las fotografías las he aportado yo, aunque no necesariamente las he tomado yo mismo, ya que algunas llevan la firma de varios de mis compañeros de viaje. No me ha costado demasiado hacer la selección, porque tenía bastante claro qué me interesaba destacar o proyectar de cada destino o región (la naturaleza de Groenlandia, los templos de la India, los animales de África, etc). Además, por desgracia, no soy un buen fotógrafo, y por eso muchas de las fotografías se autodescartaban solas por ser muy malas.
Además de ser un gran viajero, hemos visto que investigas sobre el viaje como fenómeno y actividad. Sin entrar en detalles técnicos, ¿podrías compartir con nosotros alguna de las conclusiones a las que has llegado en tus investigaciones?
Ese es otro de los proyectos personales en los que estoy trabajando; efectivamente, estoy haciendo trabajo de investigación sobre el viaje como la actividad, el fenómeno y la disciplina que es. El viaje ha sido poco estudiado a lo largo de la historia, y apenas ha sido abordado desde el punto de vista teórico. Sí hay algunos trabajos, pero en mi opinión tienen algunos defectos que precisamente he intentado superar en una teoría del viaje propia que yo he elaborado. Además de eso, estoy trabajando en estudios multidisciplinares sobre el viaje, para evaluar cómo las distintas ciencias o disciplinas (la Psicología, la Sociología, la Antropología, la Filosofía, la Geografía, la Biología, etc.) se han acercado y han tratado al viaje. Y ahora estoy comenzando nuevas líneas de trabajo, como por ejemplo explorar los rasgos y características que presentan distintos destinos y regiones del mundo. La principal conclusión es la de que el viaje es algo muy amplio, enriquecedor y con muchas posibilidades que por lo general se conocen, se utilizan y se aprovechan poco. En cualquier caso, se puede profundizar en los resultados de los trabajos en mis perfiles en los sitios web dedicados a la investigación Research Gate y Academia.
Tras la publicación de Mosaico: historias, ambientes y gentes del mundo, ¿te planteas seguir escribiendo? Quizás la segunda parte o, ¿por qué no?, seguir la estela de grandes escritores de viajes como Javier Reverte y explorar otros géneros como la novela o la poesía.
Estoy trabajando en un segundo libro, que estará a camino entre la literatura de viajes y el ensayo, ya que combina crónica y literatura de un viaje (del que hice a Cuba a principios de 2020) con documentación, exposición y reflexiones propias sobre el colonialismo como proceso y fenómeno histórico. El libro está muy avanzado, lo cual no quiere decir que vaya a salir pronto, porque a veces las tareas de revisión y edición se demoran más que la propia fase de la escritura. También tengo ideas para un posible libro de ficción que podría abordar en el futuro, pero hasta el momento son solo eso, ideas, más que un proyecto formal. En poesía no creo que haga nunca nada, porque es un género que no me atrae demasiado.
Como viajero experto que eres, ¿nos darías unos consejos para elegir bien un destino?
Cada vez estoy más en la idea de que el viaje en sí mismo, se desarrolle por el destino por el que se desarrolle, es realmente el elemento enriquecedor. Ahora llevo un año haciendo viajes por España, e incluso por la Comunidad de Madrid, y están siendo experiencias muy enriquecedoras también. Sí es cierto que unos destinos aportan más en unos aspectos que en otros, y por ello, quien viaja debe seleccionar en función de sus intereses y prioridades. Por ejemplo, si lo que se quiere es disfrutar de la naturaleza, hay unos destinos mejores que otros. Luego hay destinos que tienen ciertas ventajas, por ejemplo, por estar menos explotados, aunque eso también puede venir acompañado de dificultades (como menos infraestructuras y más incomodidad). De nuevo, debe ser cada viajero el que elija en función de su situación y de sus preferencias.
Antes de despedirnos, nos gustaría dejarte un espacio por si se nos ha quedado algo en el tintero que quieras compartir con tus lectores.
Quisiera compartir con ellos otro de mis proyectos personales, la web Literatura del Mundo (www.literaturadelmundo.com). En ella analizo las literaturas de distintos países y regiones del mundo y propongo lecturas de cada uno de ellos que son ideales para preparar viajes. Y por supuesto, quisiera también animarlos a viajar y a leer, porque son dos de las cosas que más nos enriquecen como personas.
Ha sido un placer compartir este tiempo contigo, Sergio. Te deseamos mucho éxito con Mosaico: historias, ambientes y gentes del mundo y nos vemos en el próximo viaje.
Disponible en: Amazon, Agapea, Libritienda, Buscalibre, Librería Rafael Alberti, elkar
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