Hola, Roberto. Te damos la bienvenida y te agradecemos este ratito de charla para hablar sobre tu libro publicado Lo que surja: déjate llevar y aprovechar también para que los lectores te conozcan un poco más.
En tu libro nos hablas acerca de las dificultades que sufren todos los protagonistas, pertenecientes al mismo grupo de amigos, con respecto a su homosexualidad, bisexualidad y transexualidad; o bien en su entorno laboral o bien en su ámbito familiar, principalmente. ¿Por qué seguimos arrastrando intolerancias heredadas? ¿Cómo afecta esta discriminación a cada uno de tus personajes?
El problema está en que, por desgracia, la intolerancia la tenemos muy arraigada en nuestra sociedad. Las personas solemos tender a posicionarnos de forma gregaria en aquello que identificamos como propio, negando en muchas ocasiones realidades que en el fondo son igual de válidas. No hay más que echar un ojo a las noticias o darse una vuelta por las redes sociales para darnos cuenta de que la crispación está a la orden del día. Es muy complicado huir de ella cuando está asimilada de forma estructural en muchos ámbitos de nuestra vida, ya sea desde la discriminación de las mujeres en forma de micromachismos, la LGTBIQfobia patente en muchos ámbitos, especialmente contra el colectivo trans, o la xenofobia que aumenta con el terrible drama de la migración. Este no es un problema que se aplique únicamente a ciertos sectores sociales más conservadores, pues muchas veces existen discriminaciones dentro de los propios colectivos que sufren esta marginación. Incluso las personas que se dicen más tolerantes pueden descubrir en ocasiones que son capaces de reproducir estos comportamientos, aunque sea de forma involuntaria, y eso es algo que he intentado reflejar en los personajes de mi novela. Desde esa tendencia existente en el colectivo gay a marginar a las personas más afeminadas, potenciando únicamente estereotipos de una masculinidad mal entendida, a la incomprensión que muchas veces causa la bisexualidad con ese tópico de algo te gustará más y que niega su existencia como una opción real.
¿Por qué crees que la temática LGTBIQ sigue siendo minoritaria en las distintas corrientes artísticas, principalmente en la literatura? ¿Qué crees que haría falta cambiar para que tuviera más protagonismo?
Lo cierto es que, con el auge de los autores indie y las posibilidades que ofrece la autoedición, la diversidad de historias ha crecido exponencialmente y la temática LGTBIQ ha aumentado considerablemente su presencia, si bien es cierto que en el ámbito de las grandes editoriales considero que sigue siendo anecdótica. Aunque existen varias editoriales especialmente dedicadas a esta temática que han ayudado muchísimo históricamente a visibilizar al colectivo, suelen ser bastante pequeñas. Esto es algo que parece ir cambiando poco a poco en distintos frentes artísticos, pues en las series de televisión, cine y videojuegos se van incorporando tramas y personajes puramente LGTBIQ englobados en toda clase de historias. Esto es muy positivo, aunque por desgracia sigue causando mucha controversia. Se han producido verdaderas campañas de acoso y derribo por parte de algunas personas contra obras artísticas que se han atrevido a colocar como protagonistas a personajes LGTBIQ, como es el reciente caso del videojuego de aventuras y acción The Last of Us Part II, de Naugthy Dog, en el que su personaje principal, Ellie, se descubre abiertamente como una chica lesbiana cuya historia de amor es parte central de la trama. También se suele criticar duramente a plataformas como Netflix por su tendencia a incorporar personajes de colectivos minoritarios, acusándolas de ser políticamente correctas en detrimento de la calidad de la historia, un argumento a todas luces maniqueo.
Siguiendo con lo anterior, ¿crees que existe una literatura LGTBIQ propiamente dicha? ¿debería existir un encuadre específico en las librerías? ¿o consideras que al final las historias son historias disponibles para cualquier lector independientemente de lo anterior?
Aunque soy partidario de que la normalización del colectivo pasa por asumir su realidad de forma orgánica en todo tipo de relatos, mostrando una realidad en la que no importa la orientación sexual o la identidad de género de un personaje para su buen funcionamiento en el desarrollo de la trama, es cierto que también es y ha sido necesario reflejar esta realidad propia que ha sido tapada históricamente y víctima de un gran desconocimiento. Hoy vivimos un clima de mayor aceptación a la realidad LGTBIQ en España, pero no siempre ha sido así. Por poner un caso, muchas personas, especialmente en zonas rurales, siguen viviendo su homosexualidad en secreto y a espaldas de sus seres queridos por el temor al rechazo. Este miedo, en muchas ocasiones justificado, causa un profundo dolor a estas personas. Está demostrado que ver su realidad interna reflejada en obras literarias o artísticas ayuda muchísimo a entender lo que sienten y a reafirmarse para salir de ese círculo de represión y dolor en el que están sumidas, por lo que es muy útil la existencia de este tipo de literatura especializada en la temática LGTBIQ. La lectura de estas obras también puede ayudar a entender nuevas realidades a personas heterosexuales y cisgénero, aunque es menos probable que se sientan atraídas en primera instancia por una temática de este tipo, precisamente por los prejuicios de los que hablábamos antes. Por eso es tan importante la presencia de personajes LGTBIQ en obras de toda clase, independientemente de su temática.
El sonido de los cuerpos, El viaje de Marcos, Llámame por tu nombre o El mundo del revés, son algunos libros que se han convertido en clásicos de la temática LGTBIQ. ¿Nos recomiendas algún libro LGTBIQ que te haya gustado en particular?
Debo decir que no he sido particularmente consumidor de este tipo de literatura en especial y tengo pendiente la lectura de muchos de estos libros, que en efecto se han convertido en clásicos. Puede resultar paradójico que precisamente me haya lanzado a escribir un libro puramente LGTBIQ, aunque en mi caso la motivación principal viene por haber sido co-creador de la webserie Lo Que Surja, que fue pionera en esta temática en España, y que he adaptado precisamente en esta novela. En cuanto a obras que haya leído, como he comentado antes, me interesa mucho la normalización de personajes LGTBIQ en toda clase de obras, y en concreto me ha gustado mucho el tratamiento dado por Juan Gómez-Jurado a su coprotagonista Jon Gutiérrez en su best-seller Reina Roja. Precisamente, haber convertido en protagonista a un policía gay, que vive su orientación sexual con absoluta normalidad y a la que hace referencia de forma orgánica en el relato, me parece de aplauso. También me gustaría mencionar una obra muy especial, Manual del perfecto dejado, de Flanagan McPhee e ilustrado por Iván Harón, una colección de reflexiones sobre la ruptura con una edición chulísima, muy recomendable.
Lo que surja nació en el 2006 como una webserie que se convirtió, además, en la primera de temática homosexual, contando con artistas de la talla de Carmen Machi, Alaska o Paco León. ¿Por qué llegó a su fin? ¿Es este libro el desenlace de esa historia que terminó en el 2010? ¿Tendremos oportunidad de disfrutar de una secuela?
Lo Que Surja fue una serie hecha prácticamente sin medios por un grupo de amigos que por entonces éramos universitarios o recién graduados, y en la que tuvimos la suerte de contar con la colaboración desinteresada de estas estrellas del cine y la televisión. A pesar de nuestra falta de recursos, logramos realizar tres temporadas en las que vertimos nuestras propias experiencias sobre el mundo del ambiente gay desde la perspectiva del humor, pero también con un punto de denuncia. Hubo varios factores que nos llevaron a terminar la serie antes de tiempo, entre ellos la falta de medios y el hecho de que varios de los miembros del equipo emigraron fuera de España en busca de trabajo, complicando mucho la posibilidad de rodar el final de la serie. Mis novelas Lo Que Surja: Dime, ¿qué buscas? y su segunda parte Lo Que Surja: Déjate llevar, adaptan toda la trama de la serie y me han permitido ofrecer por fin ese final que los fans no pudieron ver en su momento en forma de episodio. Por el momento no tengo planes de continuar la historia con una secuela pura de la serie, ya que estoy centrándome en nuevos proyectos, pero tampoco descarto hacerlo en el futuro.
Teniendo en cuenta lo anterior, ¿qué te ha hecho decidirte a publicar Lo que surja. Déjate llevar justamente ahora? ¿Era una espinita clavada que tenías como escritor?
Desde luego, así es. El hecho de no haber podido terminar la serie en su día fue una decepción para todo el equipo. En mi caso particular, sentía la necesidad de cerrar aquella etapa que quedó inconclusa, y dado que a medida que pasaban los años era más difícil reunirnos para grabar ese último episodio, decidí que era una buena opción adaptar la serie a un nuevo formato y al menos completar de algún modo la trama. Esto es algo que explico también en los apéndices del propio libro, en los que hablo un poco de mis experiencias durante el rodaje. Además, si algo nos demostró la serie en su día es el cariño que recibíamos de muchos fans de todo el mundo, desde Latinoamérica hasta España, que esperaban con ansia el final de la historia. No solo eso, mucha gente nos sigue contactando para contarnos la ayuda que supuso en su momento nuestra pequeña serie sin medios, para entender su situación y sentirse apoyados en la distancia. Desde luego, esta es una de las experiencias más bonitas que nos llevamos de todo el proyecto, saber que ayudamos a muchísima gente, y ese fue también uno de los motivos que me llevaron a escribir el libro: sigue siendo necesario crear estas historias que ayudan a visibilizar los problemas del colectivo y a normalizar la situación para muchas personas que siguen viviendo su sexualidad en el armario.
El personaje de Aitor es trans y, por suerte, ha contado con el apoyo de sus padres durante todo el proceso. Sin embargo, en la vida real no todo el mundo cuenta con esa ayuda. ¿Qué opinas del movimiento TERF y de algunas declaraciones polémicas en Twitter como ocurrió con J.K. Rowling?
El personaje de Aitor lo creé específicamente para la novela, pues no aparecía en la serie original, precisamente para hablar de esta problemática, tras leer varias noticias al respecto de la marginación que sufren estas personas. En cuanto al movimiento TERF, creo que es una pena la división que supone que una parte del feminismo niegue el derecho de las mujeres trans a ser consideradas plenamente mujeres por el hecho de haber nacido con un sexo biológico distinto. Me da la sensación de que hay cierta ambigüedad y contradicción en las opiniones que se vierten desde este sector, en las que por un lado se reconoce el derecho de estas personas a vivir su vida como quieran, tal y como afirmaba Rowling, y por otro se les niegan sus derechos por no ser enteramente mujeres, como formar parte del movimiento feminista o hacer uso de las leyes contra la violencia de género. Esta clasificación de mujeres que menstrúan y mujeres que no menstrúan, aparte de falaz (¿las mujeres tras la menopausia dejan acaso de ser mujeres?) crea de hecho una división de mujeres de primera y de segunda que hace un flaco favor al feminismo y, a la postre, acaba replicando los mismos problemas que vienen denunciando históricamente en cuanto a la discriminación sufrida.
Edu trabaja para una emisora de corte conservador, Hugo ha sido rechazado por su propia familia; Pablo comienza a replantearse su sexualidad; Alberto se encuentra en un conflicto interno, pues tiene una relación íntima con alguien a quien odia; y Álex ve mermada su amistad con Alberto por una traición. De todos ellos, ¿con cuál te sientes más identificado? ¿O hay un poco de Roberto P. Marcos en cada uno de ellos?
Supongo que evidentemente me identifico más con el personaje al que interpretaba yo mismo en la webserie, Alberto, aunque es cierto que tampoco puedo decir que sea un trasunto mío. Al escribir la novela he debido indagar un poco más en la psicología de cada uno de los personajes que creamos en su día mis compañeros de la serie y yo, y eso me ha permitido añadir bastantes detalles de cosecha propia. Particularmente, me sorprendí un poco a mí mismo al aportar al personaje de Hugo muchas cosas de mi historia personal, aunque esa es precisamente la magia de la literatura y del oficio de escritor: muchas veces los personajes parecen adquirir vida propia a medida que los escribes, y son ellos los que te sorprenden a ti. Sin embargo, el personaje que más me gustó escribir fue quizá el de Borja, el villano de la función, precisamente por representar la parte más ruin del género humano y por formar parte de los pasajes más cómicos del relato. Y es que me gusta particularmente la comedia que nace de ese tipo de personajes egoístas y despreciables, capaces de cualquier cosa para conseguir sus objetivos. No puedo decir que me identifique con él, o al menos eso espero (Risas).
El escritor Luisgé Martín dijo en una entrevista que se arrepentía de «haber sido homófobo en el modo en el que son homófobos los homosexuales», pues él fue educado en un entorno religioso que rechaza cualquier declaración sexual que no sea la heterosexual. ¿Qué opinas de sus declaraciones? ¿Por qué crees que sigue existiendo este tipo de intolerancia en pleno siglo XXI?
Creo que es algo más habitual de lo que parece. Aceptar la propia sexualidad supone siempre un conflicto, como cualquier aspecto de la construcción de la personalidad, que puede resolverse de una forma más o menos sencilla dependiendo del entorno en el que se viva y de los condicionantes sociales y familiares de cada uno. Por poner un ejemplo, no es lo mismo salir del armario en una gran ciudad de la España del año 2021, que hacerlo en un pueblo pequeño de la España de la transición. Estos condicionantes pueden llevar a negar la realidad que vivimos internamente por el miedo al rechazo que eso supone, forzando unas situaciones que en el fondo no se sienten como propias. Yo mismo no me reconocí a mí mismo como homosexual hasta cumplir los 18 años, aunque evidentemente llevaba mucho tiempo sintiendo atracción por otros chicos, precisamente por el miedo al qué dirán y el desconocimiento que tenía al respecto. Ese proceso de aceptación resultó ser, en mi caso, bastante más sencillo y liberador de lo que había creído posible. Sin embargo, también existe otro tipo de homofobia dentro del colectivo, en cuanto a las connotaciones negativas que se asocian a determinados roles, o la pluma y la masculinidad. Hay una tendencia a potenciar la masculinidad normativa dentro del propio colectivo, marginando a quienes no comulgan con ella.
Tu libro es una novela coral en la que nos vas hablando individualmente de todos los personajes en capítulos separados. ¿Por qué te decantaste por esta estructura narrativa?
La webserie original interconectaba las tramas de cada uno de los personajes principales, y cada uno de ellos representaba cierto tópico del mundo gay, desde el ligón empedernido, el chico que tenía dudas sobre su sexualidad o el que acababa de salir del armario. Me pareció una buena idea contar la historia desde la perspectiva de cada uno de ellos, ya que esto me permitía poner al lector en la piel del personaje para que pudiera adentrarse en sus pensamientos y sensaciones. Esto me permitía también saltar de uno a otro para ir entretejiendo la trama, o incluso variar el punto de vista en una misma situación para darle otro enfoque. Creo que el resultado ha sido bueno.
Eres músico y analista de sistemas, además de escritor. ¿Qué porcentaje hay en ti de cada una de estas disciplinas?
Aunque mi trabajo principal es el de analista de sistemas en una empresa de informática, mi verdadera pasión desde que tengo uso de razón es la literatura. Recuerdo que ya de niño me dedicaba a grapar hojas de libreta para hacer mis primeros libros garabateados. Otra de mis pasiones es la música, en la que me introduje de forma autodidacta cuando mis padres nos compraron un teclado Yamaha en el que compuse mis primeras (y atroces) melodías. Desde entonces he aprendido muchísimo a base de prueba y error. Últimamente no le dedico tanto tiempo como me gustaría, aunque mi último trabajo como compositor ha sido la banda sonora del cortometraje El Pas de Sant Joan, de Ana Ortiz, por el que me han concedido el premio a mejor banda sonora en el Festival Hrizantema de cine fantástico, en Serbia, así que estoy la mar de contento. Sin embargo, mi objetivo es centrarme en la literatura, así que saco tiempo de donde puedo para seguir escribiendo mientras continúo trabajando como informático.
Antes de despedirnos, nos gustaría dejarte un espacio para que le comentes lo que quieras a los lectores y que nosotros no te hayamos preguntado.
Sobre todo, quiero agradecer a todos los lectores su interés y los animo a compartir conmigo las aventuras de los personajes que pueblan las novelas de Lo Que Surja. Aunque la serie original se estrenó en 2006, he aprovechado para actualizar la historia trayéndola a nuestros días para poder conectar también con las nuevas generaciones que no la vieron en su momento, aunque creo que los temas que tratamos siguen estando muy vigentes. Creo que su combinación de humor, algo de drama y un poquito de denuncia social puede ser bastante refrescante. ¡Espero que la disfruten!
Muchas gracias por responder a nuestras preguntas. Y desde Tregolam esperamos volver a tener noticias pronto de Pablo, Álex, Alberto, Hugo, Aitor, Edu y Borja.
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