Bienvenida, Pilar, en primer lugar, nos gustaría felicitarte por la publicación de tu novela Seda de Florencia (Editorial Tregolam, 2021). Tu novela narra la historia de unas mujeres que trabajan en un taller de costura, Seda de Florencia, las relaciones que se establecen entre ellas y como esto supone una transformación en sus vidas. ¿Cómo surge la idea de escribir esta novela?
No existe una idea primigenia como tal si no una serie de vivencias, lejanas en el tiempo y en el espacio que en un momento convergieron. Un verano con una amiga en casa de sus abuelos de donde surgieron Nita y Elena; los corrillos de mujeres que salían a coser a la calle en los pueblos las tardes de verano y que en general utilizaban unas telas malísimas, puedo dar fe de ello, por lo que el trabajo quedaba muy desmerecido, los camisones tan horribles que se hacían cuando yo era adolescente, auténticos sacos; mis viajes a Florencia, la polémica por la limpieza y restauración del David y de los Esclavos, que se realizaron en el entorno del 2003…
Las mujeres protagonistas de esta novela pertenecen a una generación (la nacida en torno a 1930) que no tuvo fácil acceder al mundo laboral, en un momento convulso de nuestra historia como es la dictadura franquista, y donde lo que se esperaba de la mujer es que se quedara al cuidado de los hijos y la casa. ¿Cómo se refleja en la novela esto? ¿Qué supone para estas mujeres acceder al trabajo en el taller?
Las chicas de la seda, con excepción de Teresa y su cuñada, son mujeres de pueblo de clase baja destinadas a casarse y que se han ocupado toda su vida, tanto las mayores como las jóvenes, en las tareas del hogar y del campo, y esa va a ser su vida, no hay alternativa. Sus padres, sus maridos, sus hermanos trabajaban en la fábrica del pueblo, de eso vive todo el pueblo principalmente. Cuando los Trasosmontes anuncian el cierre de la fábrica, se desencadena la tragedia. La pobreza invade el pueblo, por eso cuando Teresa les da la oportunidad de ganar dinero por coser y hacer encajes, no lo dudaran, son labores que llevan haciendo toda su vida.
El éxito de los camisones de Seda de Florencia en la alta burguesía de Madrid les permitirá conocer nuevos mundos, tener nuevas experiencias, sus hijos irán a la universidad, ellas mismas estudiarán, viajarán, mantendrán a sus familias; y su progreso las distanciará de la parte del pueblo que sigue anclado en sus atavismos.
La protagonista del libro, Teresa Sousa, es una mujer independiente y con iniciativa. Tras un viaje iniciático a Florencia decide impulsar la cooperativa del taller Seda de Florencia. ¿Qué destacarías de Teresa?
Teresa es una mujer independiente y con iniciativa una vez que ha superado su timidez, sus miedos y su dolor por lo que ella considera la traición de su amiga Elena y de su príncipe azul, Santiago Trasosmontes. Su viaje a Florencia, el distanciamiento del ambiente que la aprisionaba y el encuentro con el arte, especialmente con tres obras: El nacimiento de Venus, El David y Los Esclavos cambiaran su visión de sí misma y del mundo, y a partir de ahí comienza su nueva vida. Sabrá enfrentarse consigo misma y sus miedos; y comenzará a desarrollar su capacidad artística, a través del diseño de camisones. A partir de ese momento, sabrá irse abriendo camino y pelear por sus sueños.
Un aspecto interesante de tu novela es el papel que juegan los lugares en que transcurre la acción. Florencia, Pontes, en Galicia, y Madrid. ¿Cómo contribuyen estos lugares al desarrollo de la narración? Nos podríamos contar por qué elegiste estos lugares para Seda de Florencia.
Florencia es el mundo del arte, la ciudad del “Renacimiento”, por excelencia. Renacer es lo que necesita Teresa. Pontes es el pueblo sometido por los Trasosmontes, es el punto de unión entre Teresa y las chicas de la seda, todas han sufrido por causa de esa familia, por eso tiene que ser allí donde se instale la cooperativa y desarrollen sus nuevas vidas, sin olvidar sus raíces. Madrid es la capital, el lugar donde se pueden hacer los negocios, dónde hay dinero y ganas de disfrutar con los artículos de lujo que fabrica la cooperativa. María Luisa, madrileña, será quien enseñe a Teresa a moverse por el mundo del barrio de Salamanca.
En la novela aparecen también los Trasosmontes que encarnan la típica familia que ejerce un poder casi caciquista en el pueblo de Pontes. Este tipo de familia la encontramos en muchos pueblos de España incluso actualmente. Sin destripar la trama, ¿qué papel tienen los Trasosmontes en la novela? ¿Cómo influyen en la vida de las mujeres y el taller?
Los Trasosmontes son el símbolo del poder y el dinero en Pontes y a su vez ellos serán los causantes de la pobreza del pueblo, al cerrar la fábrica de herramientas. Este cierre es traumático para todo el pueblo, las que un par de años más tarde se irán convirtiendo en las chicas de la seda han sufrido, de diferentes maneras, este cierre, de ahí que Seda de Florencia suponga para ellas una oportunidad que no dejarán escapar.
En la novela, la narración no sigue un orden lineal de los acontecimientos, sino que utilizas saltos en el tiempo. Como lectores, este aspecto nos ha enganchado mucho pues ayuda a crear un cierto suspense, ya que muchas partes de la trama se resuelven o se entienden cuando se conoce el pasado de los personajes. ¿Ha sido difícil utilizar esta técnica narrativa? ¿Cuál es tu método de trabajo para que no queden cabos sueltos?
No me ha resultado difícil, porque cada uno de nosotros somos nuestro pasado, nuestro presente y nuestros sueños. El recuerdo vuelve a nosotros, especialmente cuando tenemos que tomar una decisión. Si Teresa vuelve a Pontes es para tomar una decisión respecto a la propuesta que se les hace de que “el caso” de Seda de Florencia se estudie en una Universidad. Para dar sus pros y sus contras todas las chicas de la seda, en especial la protagonista, necesitan hacer balance de lo que significó para ellas Seda de Florencia. En cuanto a que no queden cabos sueltos, mi sistema ha sido releer y releer, y a eso me ha ayudado mi marido. Es bueno que otra persona te ayude en la relectura.
Algo que también nos ha gustado mucho de Seda de Florencia es la atmósfera agridulce en la que transcurre. Hay momentos alegres, otros más nostálgicos, pero también ocurren desgracias, aparece el fracaso en las relaciones, las decepciones y también la muerte. Son temas universales que, sin duda, conectarán con el lector. ¿Crees que antes de que un escritor se enfrente al papel en blanco ha de tener claro, precisamente los temas a tratar o puede dejarse llevar un poco por los personajes?
En esta novela había una idea central la cooperativa de Seda de Florencia, donde un grupo de mujeres van a tomar el control de sus vidas. A partir de ahí, y una vez esbozados los personajes hemos formado un grupo. Me he sentido una más de Seda de Florencia y he observado a Teresa, a María Luisa, a Adela, a Nati, a Antonia… Y he contado su historia.
Tienes publicada otra novela, De espaldas. Quizás con la publicación de tu segunda novela sientas que hay una cierta continuidad en tu obra que te consolida como escritora, ¿hay algún nexo entre Seda de Florencia y tu primera novela?
Sí hay un nexo, aunque los condicionantes externos son muy diferentes. De espaldas se desarrolla durante la Guerra Civil en Madrid. No es una novela coral, tiene una protagonista única y absoluta; pero también es una mujer y será gracias a la música, al arte, como consiga superar las adversidades las graves adversidades que debe afrontar. Magdalena de Velasco, su protagonista, es pianista y hace “un pequeño cameo” en Seda de Florencia.
¿Cómo te ves el futuro como escritora? ¿Podemos esperar una tercera novela?
Me gusta escribir, necesito escribir y no solo ficción. Me gusta tanto escribir sobre Calderón, el tema de mi doctorado, para una revista científica o colaborar con mis compañeros de Justicia y Paz en documentos en los que se defienden los derechos humanos, como ficción. Es cierto que la ficción te permite mucha más libertad. Eres tú, tus vivencias, tu mirada sobre el mundo y tu imaginación los factores que determinan lo que vas escribiendo. Por otra parte, los ensayos, los artículos exigen una investigación y supeditarse a unas normas, lo que a su vez te ayuda a que sea la razón la que domine y eso, me parece, que es una a portación muy buena para que el argumento de una novela sea razonable y creíble.
Por eso, sí va a existir, al menos eso espero, una tercera novela, de hecho, estoy con ella; pero todavía los personajes tienen mucho que decir.
Para terminar la entrevista, nos gustaría dejarte un espacio para que comentes lo que quieras a tus lectores.
Quiero señalar que mi objetivo al escribir esta novela ha sido el de reconocer a las mujeres, de todas las épocas, que con muy pocos medios han sabido salir adelante, muchas veces sin ser conscientes de lo que estaban haciendo y consiguiendo.
Ahora ya es el tiempo de los lectores, Seda de Florencia es suya y yo solo deseo que la disfruten.
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