¡Hola, Marco! Muchas gracias por atendernos. Estamos encantados de hablar contigo sobre tu nueva novela El hijo de las tinieblas (Editorial Bubok). En ella, el joven Nereildun, hijo del rey Urkesker del reino de Basti, es menospreciado por su padre. Este no lo ve capacitado para reinar en su lugar. El único consuelo del muchacho es casarse con quien considera su verdadero amor: su amiga Aretaunin. Pero tras un desengaño todo cambia en la vida de Nereildun. En su huida comenzará su camino para ser rey y demostrar su valía.
Eres estudiante de Historia. Actualmente estás terminando la carrera. ¿De dónde proviene esta fascinación por el Mundo Antiguo?
Recuerdo que, cuando tenía 6 o 7 años, mi padre me llevó al Museo Arqueológico de Lorca, donde vi panoplias de armas ibéricas y sepulturas de la cultura argárica; se me quedó marcado dentro como una obsesión. Desde entonces, todo lo que huela a Mundo Antiguo o época anterior me arrastra como si fuera la corriente.
La novela se centra en la cultura ibérica bastetana. ¿Cómo surgió la idea para escribir el libro?
Llevaba años pensando en hacer una novela histórica ambientada en el mundo ibérico, muchos; pero esperé a estar más maduro como escritor para hacerla. La idea siempre ha estado ahí, la verdad; solo que allá por el 2018 me dijo: «Marco, o me escribes ya o no te dejaré dormir hasta que empieces a hacerlo». Y así empezó…
La historia de Nereildun se ambienta en sitios como Basti (Baza) o Ilberir (Granada). Muchos no lo saben, pero estos lugares se hallan en el sudeste de la península ibérica. ¿Por qué decidiste utilizar este escenario para tu obra?
Para mí habría sido más fácil ambientarla en Murcia, pues conozco muy bien aquella zona (nací allí). Pero a veces me da la locura de pensar que era una historia que vagaba por el pasado y estaba esperando a que alguien la dejara por escrito.
Escribir ficción histórica siempre resulta una tarea muy compleja. Cuéntanos, ¿cómo ha sido el proceso de documentación? ¿Has tenido ayuda para conocer más sobre el mundo ibérico antiguo? ¿En qué fuentes te has apoyado?
El proceso ha sido como la vida misma: horrible y a la vez maravilloso. Yo ya había leído mucho sobre los iberos, pero allá por el 2017-2018 comencé a estudiar a fondo el tema; trabajaba por las mañanas y me pasaba las tardes enteras leyendo. Sin exagerar, para esta novela me he leído unos 200 libros, muchos de ellos clásicos, y otros tantísimos artículos. Las fuentes han sido tanto de investigadores modernos como escritores clásicos. Para escribir sobre el Mundo Antiguo hay que leer mucho a los clásicos, pues ahí pervive la esencia de aquella época.
Nereildun es un joven con una infancia y adolescencia muy difíciles. Durante la trayectoria de la novela se aprecia una clara evolución en su manera de pensar y actuar. ¿Qué cualidades crees que lo identifican? ¿Planeaste su cambio? ¿O surgió según la trama avanzaba?
Creo que la cualidad que más lo identifica es que es más audaz de lo que piensa, y también más valiente, aunque sus defectos como humano le hacen tropezar. No planeé su cambio, fue algo que salió de manera natural. Sinceramente pienso que, en cierto sentido, existió de verdad, tanto él como los otros personajes.
Aretaunin es uno de los personajes más ambiciosos y complejos de la obra. Hace lo que sea para conseguir su objetivo. ¿Te costó ponerte en su piel?
Ningún personaje de mi historia me costó realmente trabajo; aunque la naturaleza humana sigue siendo un misterio. Cuando te adentras en un personaje así es como si estuvieras conociendo a otra persona, pero habiéndola conocido anteriormente. No sé cómo explicarlo.
Además de Nereildun y Aretaunin, en la novela aparecen una gran variedad de personajes muy distintos entre sí. ¿Fue complicado introducirlos en la historia? ¿Cuál es tu personaje favorito?
Como dije antes, surgió de manera natural, aunque no automática; los tuve que trabajar bastante, pero quizá menos de lo que pensaba, porque era como si ya estuvieran dentro de la historia y yo solo tuviera que ir desenterrándolos. Sin embargo, para contradecirme con lo dicho anteriormente, no fue nada fácil. Mi personaje favorito es Abarildur; un personaje «de cuidao», pero mucho más complicado de lo que parece.
El hijo de las tinieblas recoge de manera fidedigna la importancia de los dioses en la cultura antigua. ¿Opinas que, como en la novela, todo ocurre por el designio de los dioses? ¿O piensas que el destino puede cambiar?
Cuando escribo sobre el Mundo Antiguo me siento como pez en el agua, pues llevo toda mi vida leyendo sobre eso porque, en el fondo, comparto las mismas creencias. Creo firmemente en el destino, aunque me duele pensar que no tengo el poder de cambiar nada. Pero también es doloroso pensar que puedes hacerlo y no lo logras. Los antiguos pensaban que, por encima de los dioses, se hallaba el destino y que ningún ser humano ni ningún dios podía alterar aquello que estaba escrito en el cielo.
Siempre he pensado que, a lo mejor, estoy un poco loco, pero hace un par de años me leí el libro de El universo inteligente, de Fred Hoyle. Este astrofísico muy famoso en el siglo XX (descubrió la nucleosíntesis estelar; es decir, que somos polvo de estrellas) dice en su libro que si él tuviera que tener un sistema de creencias religioso lo más parecido sería la religión greco-romana. Pensaba que el universo estaba dirigido por un Intelecto superior y que tenía a otras muchas fuerzas como intermediarios. Otro gran astrofísico, el genial Max Planck, padre de la Física Cuántica, decía que no tenía ninguna duda de que existían seres espirituales y que por encima había otra fuerza superior. La gente de la Antigüedad tenía el don de la sensibilidad y captaba cosas que ya no hacemos en este mundo pervertido por el materialismo. Yo no necesito ver para creer.
Publicar un libro no es nada nuevo para ti. Ya cuentas con dos obras en el mercado editorial: Si me quieres, mátame e Imaginatio. ¿Has notado alguna diferencia en tu estilo a la hora de escribir respecto a las anteriores publicaciones? ¿Tienes algún nuevo proyecto entre manos?
He notado muchísima diferencia. Los primeros libros son un poco desastre, la verdad; y encima en aquella época fumaba marihuana en abundancia y eso no me ayudaba nada a ordenar las cosas. Este libro lo he escrito totalmente sobrio y con mucho más conocimiento y experiencia. Además, me lo he tomado tan en serio como si mi vida dependiera de lo que estaba haciendo. Sí, tengo otro proyecto, pero ya veremos qué dicen los dioses…
Como comentábamos, estás finalizando tus estudios universitarios. ¿Cómo logras compaginar estudiar y escribir? ¿Tienes una rutina de escritura? ¿Qué consejos le darías a los escritores noveles?
La cosa es que yo estaba trabajando antes. Pero con 29 años (ahora tengo 32, la edad de Alejandro Magno cuando falleció) me dije a mí mismo que, o me sacaba la carrera de Historia para poder dedicarme a aquello que realmente me llena, o prefería la libertad de la muerte. Como se supone que estoy más maduro, me he podido organizar mejor, ya que no pierdo el tiempo en fiestas. Los fines de semana me los pasé leyendo (aún lo hago) y escribiendo. Y el tiempo que no estaba haciendo la infinidad de trabajos absurdos que piden en la carrera o estudiando lo dedicaba a estudiar y escribir el libro. Yo, personalmente, primero escribo a mano varias páginas y luego lo paso a ordenador. Escribir a mano es esencial; te enrollas menos y no te conviertes en un androide de tanto estar delante de la pantalla.
Mi consejo es que no hagan caso de nadie que los quiera apartar de su camino y que escriban sobre aquello que realmente los fascine, aunque piensen que es un tema sin futuro. Lo que no tiene futuro es hacer algo que va contra ti mismo.
La escritura está fuertemente ligada a la lectura. Por este motivo nos interesa mucho saber lo siguiente: ¿hay algún libro o escritor que te haya influido a la hora de crear tus obras?
En estos casos uno suele sacar su faceta humilde y mencionar a varios escritores que le han marcado, pero como inspiración para mis obras no he tenido ninguna figura de referencia.
Hemos llegado al final de la entrevista. Pero antes, ¿hay algo que quisieras decirles a los lectores?
No. Creo que he dicho demasiado.
¡Ha sido un placer, Marco! Te deseamos muchísimo éxito con tu nueva novela. El hijo de las tinieblas ya disponible en librerías.
Desamor, traición, destierro y destino se conjugan en la cultura ibérica bastetana del siglo IV a. C., y sumergen al lector no solo en una gran aventura épica, sino en el conocimiento del mundo ibérico antiguo.
Disponible en: Amazon, Agapea, Casa del Libro, Librería Unal, Librería General, Librería Reconquista, El Corte Inglés, Barnes&Noble, Lesgraes, Papelería Kevin, Librería Márquez, Papelería La redonda, Librería Bahía de letras, Librería Nuria, Librería Carmen, Quijotudo.com, Papelería Mil trazos
Compartir esta información
Tregolam
Empresa de Servicios Editoriales. Agregador de #Concursos Literarios y Becas, #ServiciosEditoriales, #Noticias, #Entrevistas, #Literatura