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Entrevista a Luis Morales, autor de «Por amor a Lisboa»

Luis, es un placer tenerte de vuelta en Tregolam. El año pasado tuvimos la oportunidad de saber más, a propósito de la concesión del primer premio Calíope de novela juvenil, sobre tu novela Oz revisitado. Esta valiente obra trata sobre los atentados del 11M, de los que precisamente este año se cumple el 20.º aniversario. En esta ocasión, hablaremos de tu nueva publicación, Por amor a Lisboa (editorial Dobleuve), que viene también de la mano de un premio.

En este viaje novelado a la capital lusa no solo nos muestras los rincones más espléndidos de la ciudad. También nos transmites la experiencia de su coprotagonista (la protagonista absoluta de la novela es Lisboa, no cabe la menor duda), un hombre que se aventura fuera de su zona de confort en plena pandemia. Una suerte de alter ego tuyo, según explicas.

Antes de nada, queremos felicitarte por esta publicación. Tu libro ha sido galardonado con el prestigioso Premio «Eliezer ben Alantansi» a libros de viajes y experiencias viajeras. Tras cuatro ediciones, este premio se ha constituido, por méritos propios, en uno de los tres más importantes del género en lengua española, recibiendo manuscritos de todos los rincones de España y Latinoamérica. ¿Qué significa para ti este reconocimiento?

En este tortuoso camino de muchos llamados y pocos elegidos que supone alcanzar a publicar en condiciones, este premio es, por fin, un parto: el de esta obra en sí, que ha supuesto un tiempo inmenso de gestación. Por amor a Lisboa, según queda configurada, es una muestra del numeroso material que tengo sobre la ciudad y que sigo compilando y creando. Es una suerte de compendio, una versión comprimida. Estoy muy agradecido a la editorial por haber apreciado el valor añadido de mi propuesta, a pesar de que a priori Lisboa parecía un tema poco novedoso y contaban con escritos sobre casi todas las partes del mundo.

 

Por amor a Lisboa es un libro de viajes. Pero también, de cierta manera, una especie de diario personal sobre tus vivencias allí, así como una declaración de amor. ¿Cómo definirías la obra?

Efectivamente, a primera vista se puede catalogar Por amor a Lisboa como un libro de viajes. Este incluye el más intenso y el que dota de plenitud a la experiencia: el viaje interior. Un viaje que se inició precisamente en el momento menos propicio o recomendable, y más restringido formalmente, de nuestra historia reciente para viajar: la llamada fase de desescalada, durante la pandemia por COVID-19 en la primavera de 2020. Pero eso es solo a simple vista. A lo largo de todo el libro el lector se encuentra con una antología de citas, un viaje novelado, un espejismo existencial, un libro de libros. La definiría, pues, como la ambición de aprehender Lisboa, de captarla en toda su esencia, con todos los recursos de los que me dota el oficio de escribir. Se trata de que valgan más mil palabras que una imagen, en estos tiempos tan banales de Instagram y demás fanfarria. No creo que lo haya conseguido, pero nadie me podrá negar la gloria del intento.

 

Tu relación con Lisboa comenzó hace treinta años. De hecho, has trabajado en Portugal. ¿De dónde viene tu gusto por el idioma y la cultura del país vecino?

Soy extremeño. Sobran las palabras.

 

Seguro que muchas cosas han cambiado desde entonces. Cuéntanos, ¿cómo ha evolucionado esta ciudad en tus ojos con el paso del tiempo?

¡Cómo ha evolucionado desde entonces, desde que yo la conocí, a comienzos de los noventa! Pero también desde que tengo referencias personales o familiares, que me llevan a un par de décadas atrás. Creo que el gran salto cualitativo se da con nuestro ingreso común en la Comunidad Económica Europea. Es verdad que yo profundizo en mis escritos sobre la transformación de la ciudad desde el cambio de siglo, pero el salto del blanco y negro a color se produjo, como en España, con el fin de la dictadura y, sobre todo, una vez que comenzamos a ser domesticados y enderezados (en este caso para bien) por Europa.

Unos de los mayores atractivos de Lisboa son precisamente sus contrastes y el poder seguir sumergiéndote a lo largo del mismo día, incluso del mismo paseo, por distintos siglos de historia. Conviven con total armonía lo tradicional y lo vanguardista, lo anacrónico y lo digital. Pero Lisboa sigue, como el viajero de esta novela, como Portugal en general, sin encontrar su sitio. Y no le sienta nada bien el turismo de masas, por cierto.

 

En tu obra, describes un viaje interior iniciado en un período de confinamiento. ¿Consideras que podría describirse como «catártico»? ¿Imaginabas que algún día ibas a emprender este viaje?

Hay que matizar que este viaje en concreto lo inicia un alter ego mío, u otra versión de mi yo, pero no exactamente este yo que te contesta, cuyas idas y venidas a Lisboa se cuentan por docenas y docenas. El viajero del libro —un posible yo mío— vuelve a la capital lusa, tras veinte años sin pisarla, para pasar una semana y se queda en un limbo, días de tanteo y confusión en los que no ocurrió nada excepcional, salvo la excepcionalidad a la que nos sometía la pandemia. Fue (aprovechando que podía «colarse» en el país vecino con un certificado laboral, como hice yo) para recordar, para encontrarse, para perderse… Y en tamaño bucle le sucedió la ciudad. Y decidió, definitivamente transfigurado por ella, contar, narrar, novelar la capital de entonces, la de ahora, la de siempre. Contarla y quedarse a vivir en ella. Porque le sucede Lisboa, y su yo pasa a un segundo plano.

 

En el libro, aludes a la historia, la cultura y al arte lisboeta: música, pintura, arquitectura… ¿Qué es lo que más te sorprendió de cada una de ellas? ¿Experimentaste algún choque cultural digno de mención?

Como ya he dicho, soy extremeño. Y como tal, he ejercido de emigrante, en mi caso, durante veinte años y tal. Ahí lo dejo.

 

Antes has dicho que a Lisboa el turismo de masas no le sienta nada bien. ¿Puedes explicar mejor eso?

Ni a Lisboa ni a cualquier rincón que se precie. Creo que va a haber que hacer algo, si no radical, sí a contracorriente al respecto. Pero claro, ¿quién le pone el cascabel al gato? No es que se esté muriendo de éxito, es que ya no hay quien pasee por la mitad de las ciudades históricas de Europa un fin de semana cualquiera. Siempre quedará, claro, hacerlo a las cinco de la mañana. O descubrir el encanto de ciudades sin turismo, como Castellón, Badajoz, Huelva o Albacete. Aunque estas también pierdan el culo, con perdón, por lucir palmito en Fitur, el gran burdel del turismo de masas.

 

Después de leer la obra, parece que Lisboa es ya casi tu hogar. Sin embargo, ¿hay algún aspecto de la ciudad que pienses que sigue siendo un misterio incluso para ti?

Lisboa, como dice el poeta Miguel Ángel Manzanas: «Es un niño que corre detrás de una paloma, una joven que tiende sin pudor sus ropas interiores en la lírica noche y un anciano que me recriminó, en una iglesia humilde y periférica, que naciera de mí —de mis hondos bolsillos— un rumor de moneda a cada paso una tarde de abril».

 

Afirmas que la obra está destinada a una «inmensa minoría» deseosa de sacar un billete y visitar la ciudad. ¿Qué consejo le darías a alguien que quiera explorar Lisboa de una manera más profunda y significativa?

Está particularmente destinada a esa «inmensa minoría» que, «si tuviera el mundo en la mano, lo cambiaba, estoy seguro, por un billete para la rua dos Douradores», parafraseando el fragmento de Fernando Pessoa. Pues le daría este consejo: que la visite entre semana, que la pasee de siete a once de la mañana. A partir de ahí, que vuelva a visitar Lisboa las veces que haga falta. Fuera de ruta, si aún es posible.

 

En Por amor a Lisboa realizas un viaje tanto físico como emocional. ¿Qué esperas que los lectores obtengan de esta experiencia compartida?

Eso mismo: una experiencia compartida. Intensa. Emocionante. Íntima.

 

Por último, ¿te gustaría compartir unas palabras con los lectores?

Más bien, un aviso para navegantes: lector, si Lisboa no te dice nada porque la conoces y no te convence, o porque no tienes mayor interés en conocerla, mejor suelta este libro, libéralo, e invierte tu preciado tiempo para la lectura en mejores causas. Pero, prosiguiendo con el aviso, un libro que comienza con alguien que deja su zona de confort y emprende un viaje es siempre un buen comienzo.

Quizá, el mejor posible.

 

¡Muchas gracias por tu tiempo, Luis! Esperamos que los lectores se animen a descubrir o redescubrir esta bella capital gracias a esta obra, llamada a convertirse en un referente sobre Lisboa.

Por amor a Lisboa ya está disponible en la web de la editorial y en librerías.

 


  • Nombre: Luis Morales
  • Obras: Por amor a Lisboa
  • Género: viajes
  • Sinopsis: Lo que ocurre, en este libro, es Lisboa, la protagonista absoluta de la narración.Más allá de los tópicos, las frases hechas y los lugares comunes, que nos hablan de una ciudad levantada sobre siete colinas, de miradores y tejados, de churrasco y vino verde, de tranvías, fados, azulejos, río, luz, Castelo y Alfama, o de colores, olores y sabores, y más allá del manido “encanto” o del bucolismo desencadenado, el viajero (y coprotagonista, un tipo que decide abandonar su zona de confort en plena pandemia por COVID 19), en su deriva vital, busca la guía, el ensayo, la novela, el reportaje, la canción, el dietario, la pintura, el poema o la crónica que le descifre y le explique Lisboa. Y, tras rumiar y digerir todo ese material, y muchos kilómetros de pasearla al albur, nos propone una antología emocional, un viaje novelado, un delirio existencial, un libro de libros, donde son todos los que están, pero no están todos los que son, citados, convocados o encontrados tirando del hilo común de ese cierto estado de ánimo con el cual se teje y entreteje la ciudad.

    Rompiendo los moldes de cualquier género, esta obra está particularmente destinada a esa inmensa minoría que, si tuviera el mundo en la mano, lo cambiaba, estoy seguro, por un billete para la rua dos Douradores.

  • Biografía: Luis Morales (Cáceres, 1971) es licenciado en Derecho y Ciencias Políticas por la UNED, y en Sociología por la Universidad Pontificia de Salamanca, así como Diplomado en Português Lingua Estrangeira (C2) por la Universidad de Lisboa. Tras años trabajando en el campo de la Formación y los Recursos Humanos en el sector privado (algunos de ellos en Portugal, o a caballo entre los dos países ibéricos), en la actualidad ejerce como profesor de FOL en un centro educativo de Secundaria y FP de Extremadura, y de Sociología en la UNIR.Ha publicado, hasta la fecha, cuatro novelas: La extrañeza de un cielo que no es el tuyo (Septem Editores, 2004), Un amor como éste (editorial Funambulista, 2015), Gigoló en Riad (Funambulista, 2019) y Oz revisitado (Malas Artes, 2023, premio del I Certamen Calíope de novela juvenil). En 2014 prologa, organiza y traduce una antología de fragmentos del Libro del desasosiego, de Fernando Pessoa, que publicó la editorial Funambulista bajo el subtítulo de Un día en la (no) vida de Bernardo Soares.

    La presente declaración de amor a Lisboa (definitivamente, su lugar en el mundo) es fruto de treinta años de relación íntima. Formulada por un alter ego que hace las veces de enviado especial en plena pandemia por COVID-19, en ella nos brinda la prerrogativa de un exhaustivo recorrido, físico y emocional, a “puerta cerrada”, por la capital de una Iberia posible o anhelada.

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Disponible en: Editorial Dobleuve, Librería Término, Librería Zafra, Hobby Zona

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