Después de ser toda la vida un lector empedernido, Javier Luis Peral se lanzó a escribir y no ha parado. Cuéntanos, Javier, ¿qué te llevó a situarte al otro lado de las páginas?
Es muy frecuente que las personas aficionadas a la literatura sientan la tentación de escribir; de hecho, en mi caso, ya sucedió en torno a los treinta años, aunque tan solo por dos o tres meses. Hace unos tres años, sin embargo, quizá influido por la pereza cada vez mayor que sentía ante la lectura de un nuevo libro, este fenómeno se ha hecho definitivo.
El libro de Pablo es tu cuarta obra publicada, ni más ni menos. ¿Qué la diferencia de las anteriores?
En cuanto a la elaboración, ha sido la que me ha llevado más tiempo y en la que, quizá, los personajes, al menos Pablo e Inés, están más perfilados; de hecho, hasta que no los tuve totalmente estructurados en la cabeza no me puse a escribir. En ella, además, a partir de las vidas de los tres protagonistas han sido tratados todos —o casi todos— los temas e inquietudes que tengo o he tenido presentes. Y, por último, cabe señalar que el personaje femenino tiene más peso que en las anteriores obras y es, probablemente, más completo, más maduro. De hecho, para mí, es el personaje central de la obra, más que Pablo o su amigo Leopoldo.
Y, por el contrario, ¿qué similitudes existen entre los distintos libros que has publicado?
Se trata, en casi todas ellas, en el caso de los protagonistas, de personas de clase media que están todavía en la juventud, pero ven que las cosas no son como esperaban y tienen que asimilar realidades incómodas que no auguraban y para las que quizá la propia sociedad no los había preparado. A su lado, los personajes secundarios diferentes y de distintas edades muestran otras realidades, otras inquietudes, otras formas de enfocar la vida.
Tu última pieza trata de la vida de Pablo, un hombre de cerca de cuarenta años que se promete a sí mismo que empezará a escribir su novela al día siguiente pero que nunca llega a hacerlo. ¿Existe algún ingrediente autobiográfico en este libro?
Quizá en parte, en la medida en que el protagonista tiene bastantes dificultades para motivarse y es muy inclinado a la pereza; son dos complicaciones que están presentes en mí, aunque no en lo relativo a escribir.
Las relaciones de pareja son uno de los temas recurrentes en tu obra. ¿Qué papel juegan las mujeres en tus novelas?
Creo que, además de la inclinación espontánea a mantener una relación más o menos comprometida con alguien, siempre tendemos a pensar que en la pareja está la solución a la insatisfacción, y la pareja, como todos nosotros, no es ni mucho menos perfecta. De ahí que sea una realidad que suele estar presente, aunque, a veces, no es la de mayor importancia en la obra.
Las mujeres son un contrapunto a los hombres. Son capaces de enfrentarse a la existencia aun siendo conscientes de las sombras de la vida y de las personas sin llegar a dramatizar, como muchas veces hacemos los hombres. Y este contraste frente a los personajes masculinos me parece muy importante, por lo que señala de positivo en ellas y de mejorable en nosotros.
Tus libros no son simples relatos; son prácticamente estudios sobre la moral y la condición humana. ¿Qué objetivos persigues con tus escritos?
Intento que en ellos esté presente lo que yo siempre he querido encontrar como lector: entretenimiento y una invitación a reflexionar sobre la vida, ya sea a través de las conductas de los personajes, de los diálogos que estos mantienen o de lo que va señalando el narrador. En suma, busco entretener y, además, hacer reflexionar o comunicar puntos de vista.
Los personajes de La vida de Pablo están hastiados, les cuesta encontrar la ilusión por vivir de la que disfrutaban antaño. ¿Crees que es una constante en nuestra sociedad, o se trata de un simple elemento de ficción?
Creo que es una realidad que se da con mucha frecuencia entre las personas y por eso la reflejo en la ficción. Miramos al pasado y lo mitificamos; y, quizá, con parte de razón, porque nos falta la ilusión desmedida que teníamos antes, la que nos llevaba a pensar, aunque fuera contra lo que nos mostraba la realidad, que las cosas iban a salir muy bien y nos iban a hacer muy felices.
Tienes dos nuevas obras en proceso de edición: una recopilación de narraciones breves, Doce relatos, y una nueva novela, El diario de Gabriel. ¿Cuándo podremos disfrutar de ellas?
En las próximas semanas; la edición está ya muy avanzada en ambos casos.
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