¡Bienvenido, Hank! Es un placer hablar contigo de tu novela Proyecto Herodes (La formación) (Editorial Universo de Letras). En este libro nos presentas Ruelte: un país bajo las imposiciones ideológicas de su dictador el Grande. Los jóvenes considerados insalubres son trasladados a Paraíso para reeducarlos. Allí llega Benjamín, un joven rebelde e ingenuo con pocas aspiraciones. Pero todo cambia cuando conoce a Azila, una chica mayor que él y más sensata. Ambos comienzan a sentir cosas el uno por el otro y deciden escapar juntos. Pero algunas verdades complicarán su proyecto de fuga.
Esta novela nos ha tenido enganchados de principio a fin. ¿De dónde surgió la idea para escribir la distopía? ¿Cómo fue el proceso?
Quise escribir una historia de adolescentes en la que el héroe se saliera un poco de estereotipos. Me interesan los personajes que se sienten perdedores, inseguros, frustrados… sin darse cuenta de que esos sentimientos son los que les empujan hacia adelante y los convierte en especiales. Espero haber conseguido demostrar en el libro que el éxito y el fracaso dependen de algo más que de nuestras cualidades de serie. La trama del libro en sí surgió sin más. Fue una novela que se escribió sola. Entiendo que el argumento se desarrolló en base a los valores que quería destacar en los protagonistas. No tenía premeditada una distopía.
El título de la obra hace referencia a la reforma de los insalubres en Ruelte. ¿Nos podrías contar más sobre las normas del Proyecto Herodes?
Proyecto Herodes hace referencia, claro está, al rey Herodes el Grande y su matanza de inocentes. Todos lo invocamos a nuestra memoria cuando los niños salen con sus cosas de niños y se vuelven insoportables (seamos sinceros) ¡y entonces fantaseamos con la idea de mandarlos a un internado! Proyecto Herodes son las normas y Paraíso el internado. Las normas no serían muy distintas a las de cualquier colegio, las consecuencias de no cumplirlas sí.
El Grande es el dictador de Ruelte. Es un villano muy complejo. ¿Nos puedes desvelar algo sobre él que no se mencione en los libros? ¿Conoceremos su historia en los siguientes tomos?
El Grande, en mi opinión, no se diferencia mucho de cualquier otro gobernante. No creo en los políticos consagrados al pueblo, pero haberlos, haylos (como las meigas). Entiendo que la voluntad de dirigir es noble al principio hasta que se llega al poder y surge el conflicto de intereses entre lo que puedo tener «yo» y lo que no puedo por culpa de «ellos». El Grande cree en su proyecto para los demás, pero no para consigo. Creo que es una de las paradojas del poder y de la que él no escapa.
Respecto a lo de si conoceremos su historia en los siguientes tomos… es algo que no me atrevo a prometer porque es un hombre muy esquivo 😉.
Uno de los personajes tiene el conflicto entre el deber y el corazón. ¿Crees que el amor puede cambiar la perspectiva de una persona?
El amor lo puede cambiar todo porque no nos pertenece y, por lo tanto, no está bajo nuestro control. El amor nos recoge en una parada, nos lleva de viaje y a partir de ahí ¡suerte! También hay que decir que el amor, una vez se cansa y nos abandona, no te deja en el mismo sitio en el que te recogió…, lo cual puede ser una ventaja o un problema, porque ¡anda que no hay barrios peligrosos!
Al final del libro aparecen unos artículos de periódicos. A través de ellos, sabemos qué sucede en Ruelte tras lo acontecido. Esta técnica es muy original. ¿Por qué decidiste incluirla en la novela?
No fue idea mía. La editora (Adelaida Herrera) me lo sugirió y se me ocurrió que sería interesante mostrar el poder de la prensa en el pensamiento de sus lectores. Al final la información que nos llega es lo único que tenemos para forjarnos una opinión sobre los hechos. Pero no podemos saber si esos hechos son o no ciertos porque nos los han contado con lo que nuestra opinión siempre quedará inconclusa. Resumiendo…, lo que dicen esos artículos al final de la novela… ¿ha sucedido en realidad?
Ahora, por desgracia, las distopías no parecen una simple inventiva. ¿Crees que la ficción que has creado podría convertirse en realidad? ¿O este tipo de obras representa de alguna manera la sociedad actual?
Si tomo en serio (por lo que hablábamos de la información) lo que se dice de ciertos regímenes políticos actuales, creo que la realidad supera cualquier distopía. De la sociedad que yo conozco podría decirse que apunta maneras, pero de una manera muy sutil. Al final ninguno seremos conscientes de estar confinados en Paraíso.
Este es el primer libro de una trilogía. ¿Qué nos vamos a encontrar en las siguientes entregas?
No, no…, no es una trilogía… En su momento se dividió en tres partes en formato digital, pero la novela es una. No niego que en mi cabeza hay dos partes más diferenciadas, pero ahora estoy sumergido en otra novela, por lo que, de existir una segunda parte o tercera de Proyecto Herodes, será dentro de un tiempo.
Proyecto Herodes (La Formación) es tu primera incursión en el terreno de la literatura juvenil. ¿Qué opinas de este tipo de literatura? ¿Crees que existen muchos prejuicios contra ella?
Me encanta todo lo que genera la literatura juvenil. Esas «hordas» de fans. Fenómenos como Harry Potter que siguen presentes después de tanto tiempo. Creo además que es muy relevante a la hora de ayudar a los jóvenes a decidir sus valores. Me cuesta creer que un fan de Gryffindor sea un abusón en el colegio. Yo siempre fantaseo con que Proyecto Herodes cae en manos de ese joven que no encuentra su sitio aún y que se convierte en un refugio donde crear su estrategia para integrarse y mejorar su vida y su alrededor. Respecto a los prejuicios… ¿qué puedo decir? Pues que, como todo lo que tiene éxito, tiene que tener sus envidias… Nada más que eso. Si una novela consigue su público, para mí tiene mi respeto.
Publicar un libro no es nada nuevo para ti. Has publicado Calabozo para dos (Click Ediciones, 2014), El sótano del amor eterno (Click Ediciones, 2015) y, tu obra más reciente, Proyecto Herodes (La Formación) (Universo de Letras, 2021). ¿Qué diferencias has encontrado entre todas estas novelas a la hora de escribir? Confiésanos, ¿tienes alguna favorita?
Calabozo para dos fue un paseo por recuerdos (que por supuesto adulteré exageradamente para generar humor) y un ejercicio de reírme de mí mismo. Como casi todo lo que escribo, surgió por puro azar y a raíz de un pequeño relato sobre una abuela que me inventé. Algo parecido pasó con El sótano del amor eterno, aunque aquí ya tuve que trabajar para dar coherencia a la historia y llegar al final que yo deseaba. Proyecto Herodes, aunque me resultó muy fluida su escritura, sí que la concebí desde el principio como una novela que tenía que cumplir las tres «on»: acción, emoción y reflexión. Mi favorita no está publicada (ya ves que cosas…), pero de las que sí lo están me quedaría con Proyecto Herodes.
Actualmente escribes relatos y poemas en el blog de El granero de javier fraude. Desde tu experiencia, ¿consideras la poesía el género literario más complicado de escribir? ¿Qué consejos le darías a los poetas primerizos?
Para mí es al contrario. Escribir relatos y poesía me supone un placer. Quizá se deba a que no sé dibujar y es la única manera que tengo de crear imágenes. Respecto a lo de los consejos poco puedo decir… que escriban lo que les haga sentir bien… En mi opinión, la poesía está hecha para los poetas y sus orejas, y solo de vez en cuando alguien se siente identificado con lo que escribes y te lee.
Además de escritor, eres monologuista. Tu alter ego narra y canta sobre las relaciones de pareja. ¿Cómo surgió la creación de javier fraude? ¿Te impulsó esto a comenzar a escribir? ¿Es difícil hacer humor?
Lo fui… No digo que no vuelva a coger la guitarra y me anime algún día a subir a un escenario, pero hoy por hoy prefiero el refugio de mi portátil y mi fantasía. Javier fraude surgió de la manera más casual… Necesitaban, en un local de Madrid, a alguien que rellenara el hueco de una actuación, y como sabían que yo tocaba la guitarra un amigo me lo propuso. El miedo a hacer el ridículo me llevó a refugiarme en el humor. Mezclé pequeñas introducciones humorísticas antes de cada tema y la cosa cuajó…, como todo en mi vida…, por casualidad. Respecto a lo de si es difícil hacer humor, yo soy de los que piensa que el que es gracioso lo es, aunque no quiera serlo… Es como ser guapo, con la diferencia de que alguna vez te escupen la bebida a la cara por aquello de la risa repentina.
Antes de finalizar, nos gustaría dejarte este espacio para que comentes lo que quieras con los lectores.
Apuntar a aquellos que se pregunten la razón de que el seudónimo de Hank se revele en la contraportada del libro de papel con mi verdadero nombre (Javier Casino) que la razón se la debemos a Google y sus cosas esas del algoritmo o lo que sea… (es una historia larga que no viene al caso). La razón por la que escogí un seudónimo obedece a que quería diferenciar entre lo que escribía para los jóvenes y lo que escribo para adultos…
Y luego, pues que gracias a todos aquellos que decidan apostar por la lectura de Proyecto Herodes… Que confío en que pasarán un rato íntimo y agradable con ellos mismos. Y que, si el lector ya ha entrado en cierta madurez, pues que espero que le sirva para recordar aquellas emociones que nos revolvían el estómago en el patio de recreo. ¡Muchas gracias!
¡Muchas gracias por esta charla, Hank! Te deseamos muchísimo éxito con esta maravillosa obra. Proyecto Herodes (La formación) ya se puede adquirir en las librerías.
Disponible en: Libros.cc, Amazon, Cauce de libros, El Corte Inglés, Casa del Libro, Agapea
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