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Hay un detalle, no menos importante que el diseño de portada, las partes de un libro o el tipo de letra, que normalmente pasa desapercibido a la hora de hablar de un libro. Me refiero a los distintos tipos de encuadernación de libros que existen.
Es posible que para muchos lectores, o incluso autores que se preguntan cómo publicar un libro, el término encuadernación no signifique mucho. O, por el contrario, que crean directamente que un libro se encuaderna y listo, sin que esto implique una elección dentro de las muchas opciones que tenemos a la hora de imprimir libros.
A partir de esta idea, en este artículo vamos a hablar, no solo de la importancia del tipos de encuadernación de libros, sino también de las distintas opciones y de cuáles son las más convenientes para cada caso.
Según la definición clásica, la palabra encuadernación proviene del latín quaternos que significa, ni más ni menos, que cuatro. Esto es así porque, incluso en la actualidad, los cuadernillos que comprenden el contenido del libro están formados por pliegos doblados en cuatro partes (en forma de cruz).
Por supuesto, este proceso ha ido cambiando y evolucionando con el tiempo y en la actualidad hay un sinfín de alternativas para mejorar la estética y fortaleza de un libro.
Sin duda, una de las alternativas más llamativas, vistosas y también… caras que cualquier libro puede ofrecer. Un libro en tapa dura es imposible que pase desapercibido y si, además de eso, posee un diseño de portada hermoso, el magnetismo que produce es instantáneo: todos queremos leer ese libro. El cartón que compone la portada y contraportada está recubierto con un papel de calidad superior sobre el que se imprime el título (es decir: no se imprime directamente sobre el cartón).
La encuadernación en tapa dura, por su técnica y su acabado, debe ir cosida en lugar de pegada, lo que hace que sea una alternativa más costosa que cualquier otra. Es cierto que al día de hoy y gracias a las nuevas tecnologías de impresión, las diferencias entre el costo de producción en tapa blanda y otra con tapa dura son cada vez menores.
Por otro lado, no cualquier imprenta realiza encuadernaciones en cartoné. Si esta es la opción que estás buscando para imprimir tu libro, debes contactar con expertos en impresión que te guíen y asesoren durante todo el proceso, puesto que hay muchas variables y tecnicismos que debes controlar.
Esta es la opción más usada, de lejos, para la impresión de libros de todo tipo en la actualidad. Compone un trinomio perfecto: bueno, bonito y barato. En comparación con cualquier otra opción, la encuadernación en tapa blanda pegada (PUR) conlleva costes de producción inmejorables y, con buenas tintas y plastificados brillantes, se logran ediciones a buen precio y de alto impacto.
En este caso, las páginas del libro van encoladas y guillotinadas directamente a la portada y, por el tipo de pegamento de poliuretano que se utiliza, se garantiza la máxima durabilidad de la encuadernación. Si lo que deseas es mantener una buena relación de calidad-precio, esta es, sin duda, la mejor opción para tu libro.
Es un formato muy utilizado para la Impresión Bajo Demanda (POD) puesto que es sencillo, económico y de fácil montaje.
Si bien la encuadernación grapada no es el tipo de encuadernación clásica para un libro (por razones obvias: el tamaño), sí es cierto que suelen usarse para folletines, fanzines, impresión de revistas y cómics de pocas páginas. Este sistema de encuadernación de libros tiene una manufactura sencilla: simplemente se doblan las páginas por la mitad formando un díptico y luego se grapan.
Este tipo de alternativas tiene una ventaja evidente: son económicas y sencillas. En este sentido, las grapas se sujetan en las páginas centrales del documento con el fin de garantizar la correcta encuadernación. Dependiendo del número de páginas, se suele optar por imprimir las páginas externas un poco más anchas (que las páginas interiores) para evitar que los pliegues centrales sobresalgan o se escapen del documento cuando se doblan.
No te recomendamos que publiques tu libro con una encuadernación en espiral, eso está claro, pero este tipo de encuadernación es muy útil para sujetar manuscritos en etapa de revisión, para enviar al corrector o a una editorial.
Siempre es mejor (por temas de seguridad) entregar a una editorial un manuscrito encuadernado en espiral, sea a un lector profesional, editor o imprenta, que simplemente sujetado con una grapa, puesto que la encuadernación en espiral garantiza que todas las páginas se mantengan en su lugar cuando un manuscrito pasa constantemente de mano en mano.
Por suerte, las nuevas tecnologías nos permiten contar con alternativas cómodas a la hora de encargar la impresión y tipos de encuadernación de un libro. Hay imprentas que realizan impresión online, con gran cantidad de alternativas en catálogo y con ayudas para personas como nosotros, que no tenemos conocimientos técnicos sobre qué conviene más a la hora de encargar nuestra encuadernación.
Antiguamente, todo era mucho más complejo y no podías optar a muchas variantes a la hora de encuadernar. Incluso era impensable soñar con una encuadernación cosida, puesto que las técnicas de este tipo de encuadernación solo compensaban los gastos cuando se demandaban grandes cantidades.
Conclusiones sobre los tipos de encuadernación
Hoy en día, puedes pedir la cantidad que quieras de cada opción y escoger la que más se ajuste a tus intereses. Busca, prueba, consulta, pero piensa que cada día es más importante la imagen que queremos trasmitir con nuestro libro.
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