Buenos días, Antonio. Encantada de poder hablar contigo, sobre todo porque el motivo de esta entrevista es tu primera publicación, El capitán Rodrigo Martín: La venganza. Es un libro que está teniendo buena respuesta en Amazon. A grandes rasgos, ¿podrías comentarnos qué se va a encontrar el lector en sus páginas?
Se trata de una aventura, con la única y modesta pretensión de entretener al lector. Una novela que narra en paralelo las aventuras y desventuras del personaje desde su huida obligada de España hasta su regreso convertido en un soldado curtido, a reclamar venganza. Los personajes reales y los personajes de ficción interactúan en escenarios reales.
Tu novela nos ambienta en una época un tanto convulsa, a medio camino entre la España de los Reyes Católicos y las incursiones en la recién descubierta América. ¿Cómo ha sido el proceso de documentación?
A pesar de ser un periodo de la historia con notable documentación, el continuo revisionismo ha dificultado un poco contextualizar la parte histórica de la novela.
He buceado en la Real Academia de la Historia, en la Biblioteca Virtual de Prensa Histórica y en multitud de biografías de los personajes de la época. Quisiera destacar que de forma accidental cayó en mis manos una conferencia de D. Cándido Ruiz Martínez, pronunciada el 8 de mayo de 1892 en el Ateneo de Madrid, titulada “El gobierno de Nicolás de Ovando en La Española”. El personaje de Ovando llamó mi atención por no ser tan conocido como Colón, Cortés, Pizarro y un sinfín de notorios conquistadores. Sentí que ese hombre, cuyos trabajos para la gobernación de la isla de La Española sirvieron de referencia a los sucesivos conquistadores, merecía que se le conociera más.
Hemos tenido la sensación de que este contexto en el que se desarrolla la trama conduce a los personajes a ser víctimas de los acontecimientos. Sin desvelarnos nada, ¿hasta qué punto crees que una persona puede trazar su propio destino y dónde está el límite de cada uno para conseguirlo?
Hay quien piensa que el destino está escrito y que somos simples marionetas cuyos hilos son movidos por el dios o los dioses en los que cada uno cree y hay otros que opinan lo contrario, que el destino es fruto de nuestro propio comportamiento y que, por tanto, somos lo que queremos ser y estamos donde queremos estar, fruto de nuestras decisiones.
En el caso del capitán Rodrigo Martín se mezclan las dos maneras de entender el destino. En la primera parte del libro, el protagonista no es dueño de su singladura, ya que se ve abocado a huir. Su vida se desarrolla en función de los acontecimientos que se desarrollan en su entorno. En la segunda parte de la novela, el protagonista toma conciencia de su situación y las riendas de todo lo que está por venir.
Rodrigo es un, ante todo, humano; pero tiene los valores clásicos de un héroe. En él se refleja la tristeza, el honor, la perseverancia e incluso la piedad. ¿Qué querías transmitir con él? Háblanos un poco más del personaje.
De joven es un muchacho normal con ilusiones y anhelos propios de la edad. Sabe leer y escribir, cosa que no era del todo habitual en la época, gracias a la ayuda de un monje. Su padre, antiguo soldado de la reconquista, le transmite los valores propios de aquel tiempo (y de todos los tiempos): honor, humildad, valentía y humanidad. Él quería vivir en su tierra, con sus amigos y con los paisajes de su infancia.
Producto de las circunstancias, al convertirse en adulto los valores permanecen, pero su carácter se endurece. Tiene que aprender a sobrevivir: nuevos amigos, nuevos lugares y nuevos paisajes. No obstante, sus valores esenciales perduran en el tiempo y, a pesar de todos los contratiempos, serán, esos valores aprendidos en la infancia, los que hagan de este personaje un tipo honorable y con sentido de la justicia.
Historia tradicional y repetida en libros, películas y series, pero esa es la historia: protagonista y antagonista, buenos y malos, mentores, etc.
Precisamente la estructura peculiar de la novela emana de su motivo principal: la venganza de Rodrigo. Esto implica mucho trabajo de planificación detrás. ¿Qué dificultades te has encontrado a la hora de narrar la historia? ¿Pensaste en algún momento en hacerlo desde la voz de Rodrigo?
En primer lugar, he escrito en tercera persona porque me ha parecido la manera más fácil de enfrentarme a este, mi primer libro. En algún momento pensé en hacerlo en primera persona, pero lo cierto es que me dio un poco de miedo.
Con respecto a la planificación, me llevó bastante tiempo, aunque al final resultó más fácil de lo previsto. La historia estaba en mi cabeza, solo se trataba de desarrollarla, de documentarme sobre algunos personajes históricos y de crear otros como el capitán Rodrigo Martín, al que mi imaginación dio vida. Conocía el inicio y el desenlace y sabía lo que quería que ocurriera y cómo quería que sucediera.
Quizás la dificultad más importante con la que me he encontrado ha sido la de desarrollar la historia en dos momentos temporales distintos. Es como si estuvieras escribiendo dos libros que acaban formando uno al final.
En tu libro, como es normal, están muy presentes temas que darían para un largo debate, como la estratificación de los mandos sociales o la religión, y que nos sitúan en la doble cara de una moneda. ¿Te habría gustado escribir la obra desde otro punto de vista?
Como he dicho antes el periodo de la conquista está en constante proceso de revisión y como ejemplo tenemos las declaraciones del actual presidente de México, López Obrador, en las que solicita a la Iglesia y a la monarquía española que pidan disculpas por la conquista.
Soy un apasionado del periodo que abarca los años 1492 hasta 1550 y, de haberlo escrito desde otro punto de vista, hubiera sido desde la óptica de Anacaona, princesa indígena, cacica de Jaragua, que precisamente murió asesinada por orden de Nicolás de Ovando en 1504. Los dos personajes de carácter histórico aparecen en libro. Seguramente ambos representan mejor que nadie las contradicciones propias del choque entre dos mundos totalmente distintos.
El contexto histórico, el momento socioeconómico del periodo, hace que juzgar ahora esos acontecimientos sea realmente difícil y de hacerlo se corre el peligro de pervertirlos. Los errores cometidos en la conquista de América fueron muchos, sin duda, pero pretender juzgarlos ahora a la luz de los conocimientos actuales me parece una tarea con poco sentido. Otra cosa fuera que pudiéramos retroceder en el tiempo y corregir los errores cometidos.
Comentas que una parte de tus influencias bien podrían ser autores actuales como Santiago Posteguillo o Pérez Reverte, ¿cuáles consideras que son las diferencias más notorias entre tu novela histórica y sus hermanas en el mercado? ¿Por qué este género literario?
Empiezo por el final: me gusta la historia. Estudié Ciencias Empresariales cuando debí haber estudiado Historia. Error de juventud.
Y, por supuesto, no puedo compararme con Posteguillo o Pérez Reverte. Ellos están el Olimpo de los dioses y yo soy un simple mortal, aficionado y poco más. De Posteguillo destacaría la minuciosidad con la que explica sus relatos. Y lo bien documentada que está su obra. Sin duda es un maestro. De Pérez Reverte qué voy a decir. Es un verso libre de la escritura. Su pasado como corresponsal de guerra, sus vivencias y su clarividencia hacen de él un arquitecto de la ficción y de la narrativa en general. Tiene ideas propias y las expresa con convicción. Es claro y locuaz en la vida y en sus relatos.
Muchas novelas históricas suelen tener continuación. Aunque esta parece que está cerrada, ¿cabe la posibilidad de que tengamos segundo libro?
Ciertamente existirá una segunda parte. El final del libro parece cerrado, pero los acontecimientos que le sobrevendrán a un capitán Rodrigo Martín ya más maduro harán que este tenga que intervenir de nuevo en alguna aventura.
Si no es el caso, ¿estás trabajando en nuevos proyectos literarios? ¿Te gustaría abordar un género nuevo?
Como he comentado ya, soy un apasionado de la historia y en especial la época precolombina hasta el año 1550. Existen grandes personajes sobre los que escribir, unos muy conocidos y otros no tanto.
También despierta mi interés muchísimo el periodo de la reconquista con personajes tan magníficos como el Gran Capitán, entre otros.
Por último, Antonio, tienes aquí unas líneas por si deseas comentar algo a los lectores que no hayamos tratado en la entrevista.
Dar las gracias a cuantos lean el libro y esperar que experimenten con su imaginación la aventura del capitán Rodrigo Martín. Si el lector piensa en el personaje al transitar por los pueblos blancos de Andalucía o en un paseo por la ciudad colonial de Santo Domingo habré conseguido el objetivo.
Disponible en: Amazon, Libros.cc, El Corte Inglés, Fnac
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