Entrevista a Francisco Marín, autor de «El caso Demichellis»
Buenos días, Francisco. Encantada de poder hablar contigo. Eres autor de El caso Demichellis, una novela de género policíaco que no hace más que ganar lectores. ¿Cuál crees que ha sido la clave del éxito? ¿Esperabas esta irrupción tan increíble en el mundo de la literatura?
No esperaba ni mucho menos este éxito. No sabría decirte las claves del éxito. Creo que es una novela escrita con un estilo sencillo (que no es lo mismo que poco trabajado) y la lectura es ágil.
Creo que la mayoría de las reseñas, incluso muchas de las que son negativas, destacan que es una lectura entretenida. Quizá esta haya sido la clave del éxito: es una novela entretenida y ha caído en gracia a los lectores, que son quienes tienen la última palabra
De hecho, tu libro ha llegado a situarse en el top ventas de Amazon España. ¿Cómo se lleva el ver tu libro tan expuesto a miles y miles de ojos cada día?
El hecho de tener miles de lectores implica que haya críticas positivas y, por supuesto, negativas. Algunas críticas negativas me han parecido que tenían fundamento y las he aceptado en mi proceso de aprendizaje. También hay otro tipo de críticas de las que se desprende cierta mala leche. Al principio, esto me resultaba difícil de asumir. Ahora tengo más de tablas y sé que van con el pack.
En El caso Demichellis tenemos tres personajes principales cuya personalidad está perfectamente definida, lo que asegura un realismo muy atractivo en la lectura. ¿Cómo surgió cada uno de ellos? ¿De qué forma supiste cómo debía ser cada uno y qué función cumpliría dentro de la historia?
He intentado construir cada personaje de una manera diferente. Con el abogado intenté seguir los estereotipos de la novela negra: un padre divorciado, amargado con su profesión, que bebe whisky. Con el otro protagonista, el detective, intenté hacer todo lo contrario: huir de los estereotipos. Tiene problemas esquizofrénicos y muchas manías, la gente le da miedo, tiene una sexualidad que no se acaba de definir, bebe Cola-Cao.
Creo que el escritor da vida inicial a sus personajes, pero luego es la propia personalidad de estos la que los lleva por un camino u otro.
Si tuvieras que decantarte por encarnar a alguno de los personajes que conforman tu novela. ¿Quién serías y por qué? ¿Hay alguno que te guste más que los otros?
Todos son como hijos a los que quiero por igual, aún con sus defectos. No me decanto por ninguno. Los protagonistas tienen su papel importante, pero los secundarios también tienen algo que decir. Prefiero el lugar que me toca, ser el escritor que los ha imaginado.
Además, el realismo que hemos mencionado antes se ve fomentado también por la exactitud con la que explicas el funcionamiento del sistema judicial en nuestro país. ¿Qué hay detrás de los inteligentes debates que mantienen los distintos personajes acerca de, por ejemplo, la Ley de Violencia de Género? ¿Qué interés puede tener en este preciso momento de nuestra historia política?
Soy funcionario de la Administración de Justicia desde hace veintiséis años y gran parte de lo que se refleja en la novela se basa en mi experiencia en el mundillo judicial.
Hay temas tabú en España, como criticar la Ley sobre Violencia de Género, que puede dar lugar a situaciones injustas. Algunos lectores lo han malinterpretado. Criticar las leyes no significa que no se deba proteger a las víctimas. Pero no podemos partir de la base de que todas las mujeres son buenas y todos los hombres malos porque es una premisa falsa.
Dices que empezaste a escribir El caso Demichellis por puro divertimento, y que no tenías intención de publicarla. Cuando te decidiste a ello, ¿cómo fue el proceso? ¿Sentiste miedo por la exposición al gran público?
No tenía miedo porque no era consciente de la cantidad de gente que podía leerla. Pensé que mis lectores serían familiares, amigos y conocidos. Si hubiera sabido el alcance que iba a tener, habría sentido pánico.
¿Y en qué momento surgió la idea de escribir esta novela? ¿Hubo algo en particular que encendiera la chispa de la imaginación? Cuéntanos por qué esta historia, y por qué en Ibiza.
He sido lector desde niño y creo que la escritura es una consecuencia natural de la lectura. La novela la escribí sin saber muy bien cómo iba a acabar. Empecé por la primera página y seguí escribiendo. Tenía una idea de partida que fui modificando según iba construyendo la tramas.
En cuanto la elección de Ibiza como escenario, es sencillamente porque considero que el escritor debe escribir sobre lo que conoce a fondo, y desde 1995 estoy afincado en Ibiza y es la ciudad que mejor conozco.
Nos ha gustado mucho que en tu libro trataras también el tema de la credibilidad de quienes padecen algún tipo de enfermedad mental. ¿Crees que, todavía hoy en día, existen demasiados prejuicios hacia estas personas? ¿Estamos avanzando en la dirección correcta en la normalización de estas patologías?
Creo que los prejuicios tienen su raíz en la ignorancia y pueden dar lugar a la intolerancia. Lamentablemente hay mucha gente con prejuicios, tanto hacia personas con algún tipo de enfermedad mental como hacia otras personas características que las diferencian de lo considerado «normal», como sus tendencias sexuales o su raza.
Sin embargo, soy optimista y creo que la humanidad, en general, avanza hacia una mayor comprensión e igualdad. Si comparamos la situación actual con épocas históricas anteriores, creo que hemos evolucionado bastante.
Tus influencias literarias son muchas y muy variadas. ¿Qué te llevó a decantarte por la elaboración de una novela de estilo policíaco? ¿Hay otro género que quisieras abordar?
Escribí una novela policíaca porque me gusta el género. Ahora estoy escribiendo la segunda novela en la línea de la anterior, pero no descarto escribir algo diferente en un futuro.
Por último, Francisco, aquí tienes un espacio para contarle a tus lectores aquello que no te hayamos preguntado en la entrevista.
Simplemente dar las gracias a todas las personas que me han apoyado. Tanto amigos como blogueros o lectores que con sus reseñas o recomendaciones han contribuido al éxito de El caso Demichellis.
- Nombre: Francisco Marín González
- Género: novela policíaca
- Bio: Creo que la escritura es una consecuencia natural de la lectura. Desde niño he disfrutado de la lectura: mis primeros recuerdos son de los cómics de Jabato y Capitán Trueno, que acudía a comprar emocionado cada domingo. Luego vinieron libros sin dibujos: Enid Blyton, Karl May, Emilio Salgari, Julio Verme, Alejandro Dumas, etcétera.
De adulto seguí manteniendo esta afición y he leído toda clase de autores y géneros, aunque siento especial predilección por los escritores norteamericanos y por la novela policíaca. Entre mis autores preferidos destacaría principalmente a dos: Jorge Luis Borges, por su manejo del idioma y la sublime utilización de adjetivos, y Henry Miller (en concreto sus Trópicos), por su originalidad, su mezcla de la prosa con la poesía y su mezcla de la vida con la literatura y viceversa.
Desde luego, hay muchísimos más autores que me han impactado en distintas épocas de mi vida, como Walt Whitman, Truman Capote, Torrente Ballester, Delibes, Hemingway, García Márquez, Ernesto Sabato, Bukowski, Carver, Murakami, etcétera. También soy de los que no acabaron el Ulysses, de James Joyce, aunque lo intenté un par de veces durante mi juventud. Reconociendo sus méritos, simplemente no me enganchó. Entre los autores españoles vivos, seguí con mucho interés las primeras novelas de Eduardo Mendoza y también las primeras de Lucía Etxebarría. También me gusta Aramburu, aunque no su exitosa Patria. Y alguno más, claro.
La autora que más he leído ha sido Agatha Christie, y no solo porque ha escrito muchísimas novelas sino porque las comencé a leer a los dieciséis años y las he releído (muchas de ellas) varias veces. También me gustan muchos los autores norteamericanos clásicos de novela negra como Hammet, Chandler, J.M. Cain o Jim Thompson.
- Libro: El caso Demichellis
Disponible en: Amazon, Ediciones Atlantis y Casa del Libro
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