Reseña de «Casos descartados», de María Auxiliadora Álvarez
Las historias de detectives no tienen por qué contar con personajes estupendos, clarividentes capaces de solucionar cualquier misterio que se les pueda cruzar por delante. De hecho, fuera de la literatura más convencional y clásica, los detectives de verdad no dejan de ser personas comunes, con sus virtudes, sus vicios y, por supuesto, sus limitaciones.
María Auxiliadora Álvarez, una gran amante de este género, comprendió todo esto desde el principio, y fue gracias a ello que logró crear a uno de los «detectives» más enternecedores que hayamos podido conocer: Sigmund Sikerteils, el protagonista de Casos descartados.
Sigmund es un hombre torpe que, como comenta la autora, no se desenvuelve a través de los casos que investiga con la soltura de una persona sobrada de inteligencia (como pudiera hacer Sherlock Holmes con su infalible método analítico y deductivo), sino que «su forma de resolver los casos [es] incompleta o incluso casual, de modo que le falta toda la experiencia de un auténtico investigador».
«Para él, lo más importante es que quiere ayudar, y, aunque lleguen a confundirlo con uno, ni siquiera es un detective», concluye María Auxiliadora. Es este el principal rasgo de Sigmund: su carácter altruista, alejado de toda búsqueda de fama o beneficio económico. ¿Cómo no encariñarse entonces con él? ¿Y con su simpático y extraño corbatín?
Los distintos casos que se presentan en el libro están, como ya habríais podido deducir, ambientados a finales del siglo XIX, capital indiscutible de todo el tinglado detectivesco que Arthur Conan Doyle y Agatha Christie, entre otros, se encargaron de instaurar. La ciudad donde todo se desarrolla, Greheim, es también como cualquier otra: una urbe donde se suceden crímenes y misterios de todo tipo.
Pero no nos olvidemos de otro elemento clave, el que propicia la entrada en escena del protagonista: la comisaría que, ante la imposibilidad de resolver determinados casos, decide descartarlos y no volver a prestarles demasiada atención. Aquí entra en juego Sigmund, quien está irremediablemente ligado al departamento de policía debido a las cuantiosas sumas de dinero que recibe este de la bien posicionada familia Sikerteils.
Bajo la mirada perpleja de los agentes, Sigmund se verá envuelto en extraños casos con supuestos alquimistas, magos y otros insólitos personajes. ¡E incluso contará con sus propios colaboradores, Hoggans y Carlotta! Vamos, que la variedad de historias es también otro de los puntos fuertes de este libro, lo que hace que tanto el desarrollo de la trama como el final de la misma sean siempre completamente sorpresivos.
Pero el trazo detectivesco no es el único que podremos encontrar: la comedia tiene también un papel que jugar, esencialmente por la propia naturaleza singular del protagonista. Conversaciones delirantes o situaciones de lo más ocurrentes serán clave para acercarnos a la realidad de Sigmund, a quien poca gente valora a pesar de sus incesantes esfuerzos por solucionar los casos que se le presentan y ayudar así un poco a su comunidad.
La autora también ha sabido construir una atmósfera absolutamente envolvente. Las profusas descripciones de los personajes y de los escenarios donde se suceden las historias hacen que todo sea muy visual y que, por lo tanto, resulte fácil captar con muchísima precisión qué es lo que está sucediendo. Esto, sumado a la ágil e inteligente estructuración de las historias, consigue que Casos descartados se convierta en una lectura muy absorbente que, además, ofrece una historia lineal de fondo para que el lector pueda sentirse estrechamente vinculado al devenir de la vida del protagonista.
Y es que María Auxiliadora conoce bien cómo atajar un texto porque, además, ha asistido a distintos talleres de escritura (de uno de ellos surgió Sigmund, por cierto). «Me gusta trabajar mucho la idea principal y buscar aquello que la hace original», comenta. «La trama la cuido mucho. Si no está bien construida la trama, «el esqueleto», mal vamos… La historia tiene que tener una base bien construida, con su lógica y sus giros. También trabajo mucho los personajes. Deben estar bien dotados de vida».
Al final, no es de extrañar que una escritora aficionada al género de terror (para quien quiera saber más, no tiene más que echarle un vistazo a su otra novela, El rostro en el laúd), al detectivesco y al cómico como es María Auxiliadora, pueda crear historias tan variopintas y llamativas con un personaje tan enternecedor del que nos da pena despedirnos al llegar al final del libro. En Casos descartados confluyen aquellos rasgos del género más habituales, pero están salpicados por una nueva perspectiva que consigue una originalidad excepcional.
- Nombre: María Auxiliadora Álvarez
- Bio: A. Álvarez (Mª Auxiliadora Álvarez Rodríguez. España, 1984). Autora de las novelas: El rostro en el laúd y Casos descartados. Mi trabajo está enfocado a la escritura, el dibujo y el diseño gráfico. En el año 2011 obtuve dos premios literarios, uno de ellos otorgado por el grupo ALDEA (Asociación Literaria de Escritores Andaluces). En el año 2015, mi novela El rostro en el laúd quedó finalista en el I Certamen Internacional de Novela Fantástica y de Terror ‘Dagon’ organizado por Ediciones Rubeo. Muchos de mis relatos y microrrelatos han sido publicados en diversas revistas y antologías y leídos en la radio. También soy autora de los guiones de los audiorrelatos «El maletero»y «El joven espantapájaros» (producidos por Terror y Nada Más, 2017/2018).Todas mis publicaciones están disponibles en mi web.
- Género: novela detectivesca, policíaca, comedia
- Libro: Casos descartados
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