Buenos días, Valeria. La familia Carrillo es tu primera novela publicada, una historia de corte romántico con altas dosis de misterio. ¿Qué ha supuesto para ti esta ópera prima? ¿Cómo te sientes ahora que la has terminado y el público puede disfrutarla también?
Buenos días. Esta novela es para mí como mi primer hijo. Por loco que suene, sucede que una escribe y no sabe si al final sus textos verán la luz algún día, así que me siento emocionada. Quiero que el público la disfrute, que todo aquel que la comience a leer no pueda dejar de hacerlo hasta llegar al final. Esto me ha ocurrido con las novelas de mis autores favoritos y quiero que ocurra con mis lectores, quienes son lo más importante para mí.
Paul, el protagonista, quiere conocer a Valeria porque está seguro de que sus historias tienen más de realidad que de ficción. De hecho, toda la novela es un guiño, una invitación a descubrir qué es verdad y qué no. ¿Cuánto de ti, además del nombre, tiene Valeria Carrillo?
Uff, ¡qué buena pregunta! Yo creo que todas mis novelas tienen algo que es muy mío. Sin embargo, existe un filtro; cuando siento que la historia tiene más de mí que de los personajes y lo que quiero trasmitir, me lo pienso bien. En ese punto, recuerdo que todas las historias van a tener mi sello, pero no tienen que ser mías, sino más bien para mis lectores.
En efecto, la novela es una invitación a que el lector quiera descubrir qué es realidad y qué es ficción. Quiero seducirlos (ríe). Esa es mi intención.
Las tramas de La familia Carrillo son complejas, ¿te costó desarrollar las distintas partes de la historia sin caer en enredos o caminos trillados?
Son bastante complejas por las altas dosis de misterio que quiero que el lector reciba. Quiero que sea una montaña rusa de emociones.
Sí, me costó desarrollarlas; de hecho, yo siempre supe por dónde debía ir, no quería que el lector se aburriera en algún punto de la novela. Por eso, realicé muchos borradores antes del último. Quería evitar a como diera lugar caer en enredos o caminos que al final no pudiera entrelazar.
El coronel no tiene quién le escriba, de García Márquez, fue la primera novela que leíste, cuando tenías 10 años. ¿Cómo crees que ha influido en tu manera de escribir y de concebir la literatura?
Nunca fui una niña “normal”, es decir, no me gustaba leer cuentos de princesas. No es que sea malo, cada uno puede leer lo que mejor le venga. Siempre fui curiosa y, por lo mismo, me gustaba escudriñar los libros de los adultos. Mi hermano ya iba a la secundaria y cerca de su cama encontré El coronel no tiene quién le escriba. La verdad, no tenía la mínima idea de quién era el autor o su fama, solo sé que a esa edad (10 años) me enganchó y luego yo deseaba escribir como Márquez. Creo que su realismo mágico está presente a lo largo de esta obra. Aclaro, no puedo compararme con él, jamás lo haría. ¡Es un grande de la literatura! Solo quiero expresar mi gran admiración por sus obras y la forma en que me marcaron como escritora.
La familia Carrillo es tu primera novela, como decíamos, pero ya habías escrito diversos relatos para tus lectores en Facebook. ¿Por qué elegiste esta red social para compartir tus historias? ¿Cómo fueron esos primeros pasos?
Bueno, en relación con esto, yo escribía desde niña, pero nunca le mostré nada a nadie. Me daba vergüenza, no sé por qué. La situación cambió cuando estuve sin empleo; por ese entonces, leí una buena cantidad de novelas.
Un día me sumergí en los submundos de Facebook, salí de mi zona de amigos y conocidos. Encontré un grupo muy especial que decía Escritores varios: taller autodidacta. “Yo soy autodidacta”, me dije. Mandé solicitud y me aceptaron. Yo veía que los escritores publicaban allí sus cuentos o relatos, y comencé a comentar. Me hice de un grupo de amigos. Un buen día, me animé a compartir y muchos me felicitaron; otros me corrigieron de buena manera. Y así me fui soltado en esta red social.
¿Qué consejo darías a los autores noveles?
Les diría que no tengan miedo de escribir y, más aún, que muestren sus escritos a los demás. Como decía antes, puede ser en las redes sociales, hay muchas comunidades de escritores. No digo que allí todo sea de color rosa, pero por algo se empieza. Luego, mi otro consejo es que lean, un buen escritor nunca deja de leer; que sean auténticos y no traten de copiar a alguien en especial, y que todo lo que hagan sea por pasión. Por último, les recomiendo que sean visionarios y que no dejen que nada les robe sus sueños.
De todas las historias que has escrito, ¿por qué decidiste que La familia Carrillo sería tu primer libro?
Más que nada, por los protagonistas; ellos se ganaron mi corazón. Los llevé a un punto en que yo sentía que Paul y Valeria eran reales. El escritor y el lector tenemos un pacto en el cual sabemos que lo que leemos es ficción, pero aun así lo tomamos por verdad en ese mundo que encontramos dentro del libro. Bueno, en esta novela, sabía que mis lectores se afianzarían bien a ese pacto entre escritor-lector.
Te defines como una lectora compulsiva, ¿qué autores sueles leer y qué género te resulta más interesante?
Cierto, lo soy. Soy una rata de biblioteca. ¿Qué autores suelo leer? Bueno, tengo una amplia gama, voy desde los clásicos hasta los contemporáneos. El género que me resulta más interesante es el thriller porque me gusta jugar con la mente del lector, ya sabes, que nunca se esperen lo que viene a continuación. Quiero sorprenderlos en cada capítulo.
Tomando las palabras de Paul, ¿en qué momento consideraste comenzar a escribir?
¡Vaya! (Ríe). Te has leído bien la novela. ¡Muy bien! Bueno, citando a Valeria llegué a un punto de mi vida donde tenía tantas historias que contar que, si no lo hacía, iba a explotar. Imagina eso, hubiera quedado reducida a escombros de letras. Así que me dije: “es ahora o nunca”.
¿Cuáles son tus próximos proyectos? ¿Seguirás escribiendo novela?
Mis próximos proyectos… Definitivamente, seguiré escribiendo novela. Me apasiona lo que hago, no puedo pensar estar en otro campo más que este. Siempre entre la línea de lo real y lo irreal.
Muchas gracias por interesarse en mí y en esta historia, espero les guste y les atrape. Un abrazo.
Libro: La familia Carrillo
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