Buenos días, Carmen. Entre tus trabajos realizados, destacan principalmente las novelas históricas. Es más, La estirpe del arrabal se complementa con el ensayo Los andaluces fundadores del emirato de Creta, pues ambos parten de la revuelta que se produjo en Córdoba en el año 818 a.C. ¿Por qué decidiste dedicar dos obras a este período? ¿Qué es lo que te apasiona de él especialmente?
La primera idea fue escribir la novela porque la gesta que llevaron a cabo las 22.000 familias cordobesas desterradas a consecuencia del motín del arrabal de Sequnda (Córdoba) es desconocida en nuestro país, pese a ser merecedora de toda nuestra admiración y reconocimiento. Aquellos desterrados eran gente sencilla del pueblo (artesanos, mercaderes, funcionarios, etc.) a quienes el exilio y la desesperación condujeron a crear un arrabal en Fez, a arrebatarle Alejandría al califa abbasida convirtiéndola en república independiente y, finalmente, y sin haber visto antes más aguas que las del Guadalquivir, conquistar al Imperio Bizantino la isla de Creta y otras muchas del mar Egeo, donde instauraron un emirato. El primer emir, Abũ Hafs al-Ballutĩ, un natural de Pedroche (Córdoba) que los había acaudillado durante el penoso éxodo de varios años por el norte de África, fue el primer emir y legó el trono a sus descendientes durante siglo y medio.
La idea era hacer justicia a estos desterrados porque la historia que se conocía es la que difundieron los cronistas bizantinos, que de ninguna manera podían ser objetivos y que tildaron a los cordobeses de Creta de piratas. Las investigaciones actuales, tanto de crónicas arábigas como de autores griegos del presente, nos proporcionan datos más fiables. Gracias a ellos, hoy sabemos que vencieron a una potencia naval como Bizancio en decisivas batallas marítimas, que acuñaron su propia moneda y que crearon una rica civilización, con un comercio interior y exterior floreciente, la primera fábrica refinadora de azúcar blanco de Europa, etc.
Y estos enormes méritos de nuestros paisanos son ignorados en nuestro país. Las fuentes a las que he acudido para la documentación de estas dos obras ni siquiera estaban traducidas al español; he tenido que valerme de mis propios traductores para realizar mi trabajo.
Como decimos, ambos libros se centran en la revuelta del arrabal cordobés y el posterior asentamiento en la isla bizantina de Creta, solo que su forma es distinta. ¿Qué diferencias en cuanto a contenido podremos encontrar entre el ensayo y la novela?
La razón para escribir dos obras sobre el mismo asunto fue debido a que una novela solo puede abarcar una generación, dos a lo sumo. Por eso, la novela La estirpe del arrabal se centra en los dos primeros emires. Pero yo había conseguido documentación de todo el siglo y medio que duró el emirato, con todas las batallas navales y hechos históricos y culturales de los demás emires, documentación que fue muy arduo conseguir, que incluyó viajes a los escenarios naturales, no solo para visitarlos, también para traerme todo lo que se hubiera escrito sobre el tema, sin importarme el idioma en que lo encontrara. Y, por ello, decidí rescatar en el ensayo Los andaluces fundadores del emirato de Creta todos los datos que exceden al periodo de la novela (pero también los de la novela). Ambas obras comienzan en Córdoba con el motín del arrabal.
Además de cinco novelas históricas, como La estirpe del arrabal, te has adentrado en otros géneros con cuentos infantiles e historias de misterio. Por ejemplo, La horca y el péndulo ha sido galardonada con el primer premio del XV Concurso de Novela Princesa Galiana y será editada en marzo de este año. ¿Con qué género/s te sientes más cómoda? ¿Hay algo sobre lo que te gustaría escribir y no te atreves aún?
Mi interés más espontáneo es por la novela histórica porque me apasiona la historia. Las novelas de misterio y terror (género fantástico) que he escrito hasta ahora suelen ser en mi caso como divertimentos que me relajan del trabajo tan absorbente que supone para mí la documentación y escritura de las históricas. Esto no quiere decir que no me plantee la literatura fantástica con la misma seriedad con que afronto la histórica. Pero me resultan mucho más relajantes.
¿Explorarías el campo de la ciencia-ficción si el día de mañana te decides a publicar un libro?
No lo descarto. De hecho, tengo ya un pequeño guion que reservo para un futuro, mientras madura la idea. Pero, de momento, estoy centrada en otros intereses.
¿Cuál de tus novelas te ha costado más escribir y cuál menos?
En cuanto a dificultad en la documentación y lucha contra la manipulación histórica del pasado, la más difícil ha sido La estirpe del arrabal.
En cuanto a dificultad en la estructura, como novela coral, con historias secundarias paralelas que confluyen todas en la historia central, El collar de aljófar también me supuso enorme esfuerzo. Creo que esta ha sido la novela que me planteé con objetivos más ambiciosos. Creo que superé el reto y es una cuyos resultados más me satisfacen, incluso literariamente hablando.
Las que menos trabajo me cuesta escribir son las de género fantástico.
¿Qué crees que es lo más importante a la hora de tratar un tema histórico?
Junto con la documentación, lo más importante es la ambientación. Una novela bien ambientada nos ayuda a sentirnos inmersos en la época en que se desarrolla la acción. Al mismo tiempo, hay que señalar que no se puede lograr la ambientación adecuada sin una buena documentación sobre costumbres y vida cotidiana del periodo histórico en que nos centremos. Para mí es esencial acudir, entre otras fuentes, al refranero (andalusí en el caso de mis novelas históricas). Todos sabemos que los refranes son fruto de la sabiduría popular, a traves de ellos el pueblo habla con sus propias palabras, pero al mismo tiempo nos transmiten la filosofía de vida de ese pueblo que los genera. Conocer esa filosofía de vida es básico a la hora de ambientar una novela.
¿Cómo comenzaste en el mundo de la literatura? ¿Qué fue lo que te impulsó definitivamente a emprender este camino?
Comencé desde muy joven porque la literatura y la historia me apasionan. Fui siempre, desde niña, una lectora voraz y, al principio, nada selectiva: leía todo lo que caía en mis manos. Con el tiempo, me fui volviendo más exigente. Escribir es para mí la forma de vivir otras vidas y otras experiencias, esas que no he leído y que me gustaría leer. Al mismo tiempo, trato de hacer partícipes a otros lectores, logrando que vivan también mis «historias».
En mi afán por la escritura hay mucho de evasión, de medio de expresión y de comunicación con los demás, al mismo tiempo que sacio un ansia de aprendizaje de la historia.
Durante los días 27, 28 y 29 de enero, tiene lugar la Feria del Libro hispanoárabe, donde presentarás Los andaluces fundadores del emirato de Creta. Háblanos de este evento: ¿cuáles son tus expectativas? ¿Tienes preparada alguna conferencia? ¿De qué más actividades podrán disfrutar los asistentes?
Esta Feria del libro Hispanoárabe es importante para mí, en primer lugar, por celebrarse la presente edición en mi ciudad natal, Córdoba, además de porque participo en ella con los cinco títulos que tengo publicados sobre tema andalusí. El ensayo Los andaluces fundadores del emirato de Creta será presentado el día 28 a las 18h en esta Feria, por la doctora Mª Jesús Viguera Molins, arabista, medievalista, catedrática de Historia Medieval de la Univ. Complutense de Madrid y Académica de la Real Academia de la Historia.
Es para mí un privilegio –y no sabría explicar por qué me ha sido concedido– que una autoridad en la materia se preste a presentar mi obra. A la doctora Viguera, que es siempre una de mis fuentes de documentación más fiables, agradezco enormemente su disponibilidad y su afecto.
En esta Feria del Libro Hispano árabe, habrá numerosas actividades; no solo presentaciones de libros, sino también conferencias, numerosos y eminentes arabistas e hispanoarabistas (españoles y de otros países) presentarán sus ponencias, se proyectarán películas y reportajes alusivos al tema, se realizarán mesas redondas, etc.
No solo eres escritora, sino que también te dedicas a la pintura. Has realizado 53 exposiciones, tanto individuales como colectivas, y tus obras han sido galardonadas en distintos certámenes.
Comencé al mismo tiempo escribiendo y pintando. Luego me centré más en la pintura y durante unos 22 años apenas escribí, mientras me afanaba casi obsesivamente en mi obra plástica y realizaba exposiciones por España y otros países. Finalmente, recuperé la escritura con dedicación exclusiva hace unos 16 años.
¿Qué te aporta la pintura que escribir no y viceversa? ¿Alguna de las dos disciplinas te apasiona más?
Es curioso que, cuando pinto, solo me siento pintora y no echo de menos la escritura. Del mismo modo, cuando escribo, solo me siento escritora y me cuesta trabajo creer que pueda ser capaz de hacer ninguna otra cosa que no sea escribir.
Ambas expresiones artísticas me apasionan por igual, y cada una de las dos, por separado, me llena y satisface como para no necesitar en ese momento de la otra.
Al fin y al cabo, se trata de poseer un lenguaje, cualquiera de ambos lenguajes; satisfacer el anhelo de comunicarme, la necesidad de valerme de un medio de expresión.
Después de La estirpe del arrabal, tu novela más reciente, ¿qué podremos leer de Carmen Panadero? ¿Estás trabajando en otra obra?
La primera que se podrá leer será La horca y el péndulo, premiada el pasado diciembre, como bien se ha apuntado antes, en el Certamen de Novela Princesa Galiana del Ayuntamiento de Toledo, que aparecerá publicada en el próximo mes de marzo.
Al mismo tiempo, estoy en pleno proceso de escritura de una nueva novela histórica, ambientada en el siglo XIII durante el reinado de Jaime I de Aragón el Conquistador. Se centra principalmente en las conquistas de Mallorca y Valencia y en ambientes mudéjares de este reinado.
Libro: Los andaluces fundadores del emirato de Creta
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