Sugerencias prácticas para dar el último toque a tu novela

por Tregolam en Tregolam, Artículos Literarios
Sugerencias para mejorar tu novela Sugerencias para mejorar tu novela

Llevas escribiendo varios meses. Estás a punto de terminarla pero sabes que algo no termina de funcionar de todo o dicho de otro modo: algo te hace ruido y no sabes qué. Lees y relees tu novela de principio a fin y estás convencido que te la sabes de memoria. Te apura la idea de publicar un libro (ese largo y esperado sueño siempre aplazado) o de enviarla a premios literarios en España o fuera para probar suerte ¿Por qué no?

Sin embargo, tranquilidad. Los nervios ante el final de una obra son la cosa más normal del mundo pero no hay que precipitarse. Hacerlo, dar ese pequeño gran salto en falso puede echar por tierra el trabajo de meses. Además, por supuesto, sabes que tu novela siempre puede estar mejor, por tanto… quieres darle a tu obra ese último toque que va a lograr que sea aún mejor y que la mirada de tus lectores se deslice por el texto como el arco de un violín sobre sus cuerdas.

El último repaso, cuando tiene la obra ya «terminada», por lo menos en términos de estructura, personajes, tiempo y trama, es el momento ideal para abordar otros problemas menores que puedas tener tu obra. Digamos que escribir un libro funciona, dentro de nuestra cabeza, como una suerte de pirámide evolutiva: primero estás en la base y con decenas de cosas por resolver y a medida que avanzas y «subes» vas dejando atrás problemas mayores y te centras cada vez más en lo importante.

Por ello, la última etapa es importante porque ya tienes claro qué revisar y qué no. Por eso mismo, aquí te dejamos unas cuantas sugerencias para realizar ese último repaso y que compensan sobradamente el poco tiempo que exigen. Son por tanto unas recomendaciones muy subjetivas, pero también pueden ser un punto de partida para que tú, en función de cómo escribas, le vayas añadiendo (y quitando), estos “puntos de chequeo”. Recuerda que es solo un ejemplo.

Partamos de la base de que para ti tu obra ya está corregida (¿también has encargado una corrección de estilo?), rectificada, corregida profesionalmente y repasada. Pues bien, haz un último esfuerzo y regálale a tu obra este último repaso. Eso sí, vas a necesitar de la ayuda de un buen amigo. Un magnífico compañero llamado Microsoft Word, o como quiera que se llame el procesador de textos que utilizas. Ahí van nuestras sugerencias:

 

Busca y repasa tu novela

Esta sugerencia parece una obviedad y por otro lado, si has llegado a este punto, ya lo has hecho una y mil veces. Sin embargo, no vayas tan rápido y no siempre repasar es sinónimo de «corregir» o «editar» (un término que se usa poco), puesto que uno de los efectos más comunes a la hora de revisar un texto es «leer lo que queremos leer y no lo que hay en el papel». Esta es una suerte de ilusión óptica, muy conocida por los correctores ortotipográficos y completamente normal. Por ello, te apunta este listado para sacar máximo partido de las opciones que nos ofrece el Word para optimizar cada corrección:

  1. Se trata de repasar el texto a base de varias pasadas, por lo que, cada vez que efectúes una, guarda el archivo con otro nombre (versión1, 2, etc.)
  2. Vas a utilizar el buscador de tu procesador de textos y la orden va a ser siempre la misma: “búscame tales palabras (o grupos de letras) en el texto y coloréamelas de tal color”. Después, en cada pasada, empiezas a pasar hojas  y a corregir. Una vez corregida esa pasada, pon de nuevo todo el texto en negro.
  3. Busca todos los gerundios. Por tanto que tu buscador busque las letras “ndo” y las sustituya por las mismas pero de otro color. Quizá te sorprenda la enorme cantidad de gerundios que has utilizado, lo que yo estimo que es una mala señal. Seguidamente, intenta cambiar muchos de esos gerundios por otra u otras palabras. Comprobarás cómo se enriquece el texto.
  4. Analiza el “que”. Quizá encuentres que hay demasiado, y a lo mejor muchos muy cercanos;  entonces, o es una cuestión de voluntad de estilo o es que el texto necesita de una poda.
  5. Repasa el “dijo”. Pudiera ser que se repitiera demasiado.
  6. Indaga sobre el “mente” (recuerda, siempre coloreando). Volverás quizá a sorprendente por la cantidad de adverbios que has escrito “inadvertidamente”. ¿Solución? ¡Cambia muchos de ellos!

Otros puntos a tener en cuenta para corregir y mejorar tu novela

La metodología de «trabajo» es tan importante como la atensión que prestamos. Sigue estos pasos para maximizar el tiempo, ser más eficiente y no sufrir «mareos» con tantos cambios:

  1. Haz cinco búsquedas y colorea con distintos tonos las palabras “al tiempo”, “mientras”, “cuando”, “durante” y “sin dejar de”… y después hojeas tu obra y observas el resultado. Quizá tengas que cambiar alguna palabra, o quitarla, o redactar tal o cual párrafo de forma diferente.
  2. Intenta lo mismo con “segundo”, “instante”, “momento”, rato”, “minuto”… etc., y revisa de nuevo todas las páginas de tu obra. A lo mejor encuentras que has utilizado demasiado estos términos, y además demasiado cercanos algunos de otros.
  3. Igualmente con “como”, “como si”, tal que”, “al igual que”.
  4. Busca “el cual”, la cual” y “quien” y actúa en consecuencia. ¿No sería mejor utilizar en muchas ocasiones “que” en lugar de esas tres expresiones? La reiteración de este grupo de palabras empobrece la expresividad, según mi parecer.

 

Como habrás podido comprobar son ejemplos muy sencillos que vale la pena incorporar de forma natural a nuestra escritura. Por otro lado, el tema del formato del texto es casi tan importante como la corrección ortográfica o el orden a la hora de guardar un archivo. Hay que tener muy presente aspectos como los márgenes, sangrado, títulos, interlineado, tipo de letra, etc. porque este tipo de elementos también nos ayudan a escribir mejor y a mantener un orden de maquetación propio de una obra de narrativa.

Para ello, te sugerimos que utilices estas Plantillas en Word para escribir novela completamente preconfiguradas para que solo te ocupes de escribir. Este tipo de plantillas junto a los consejos antes comentados, mejorarán rotundamente tu escritura porque el orden y la prolijidad (sobre todo en la escritura, cuya reescritura, edición y corrección es permanente) también son importantes.

Si estos ejemplos te han servido para darte cuenta de que puedes crearte tus propias reglas para mejorar fácilmente tu texto, nos damos por satisfechos.

¡Ah! Una última sugerencia. Busca dobles espacios y ordena a tu buscador que deje un solo espacio. Puede ser que te lleves una nueva sorpresa.

¡Buena escritura!

 

 

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Comentarios (2)

  • Excelente texto. Gracias!! Ahí a punto de sacar a luz mi nueva novela,nunca es tarde para repasar si bien uno descansa en el corrector.Bueno,menos trabajo!

  • Artículo muy impreciso says:

    ¿Y donde está esa herramienta en Word? Porque mi buscador no admite es orden tal y como la pones.

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