El ser humano es el ser más evolucionado en el planeta Tierra. Al menos, eso es lo que siempre se ha dicho. Pero ¿hasta qué punto progresará nuestra dimensión intelectual? ¿Lograremos ser capaces de contactar con otras civilizaciones extraterrestres? ¿O estas ya lo han hecho desde la antigüedad?
Con esta premisa comienza Homo sapiens evoluti, la nueva novela de ciencia ficción del escritor Bruno Costa.
La historia sigue de cerca a distintos personajes en distintas partes del mundo con un sobresaliente intelecto. Estas personas son capaces de oír en ciertas ocasiones una melodía compuesta por seis notas musicales. No conocen su significado ni de dónde proviene. Pero saben que no es de este planeta.
«—Me quedé dormido por unos instantes junto a mi perro, allí recostado en la nieve, y durante ese breve momento de somnolencia oí dentro de mí una extraña melodía que me despertó. Mi perro ladraba mirando hacia el cielo y de las auroras boreales vi descender una extraña figura que penetró en el bosque frente al llano donde acababan las colinas. Me levanté del piso, conteniendo involuntariamente aquella extraña melodía en mi cabeza que, de alguna manera, decía algo más que solo notas de música y engatusaba mis sentidos de tal forma que sentía extrema curiosidad en dirigirme hacia el bosque en su encuentro».
Así, tenemos a Alan Davis, un astrónomo canadiense especializado en astrobiología que vivió una experiencia paranormal con dos años; Aida jones, una arqueóloga y profesora australiana, docente de Antropología en la Universidad de Queensland; Lucila Perroni, una italiana licenciada en Filosofía y académica de la Universidad de Roma La Sapienza, reconocida por su obra El racional realismo; Thomas Wagner, un psicólogo holandés precursor de la teoría del consciente dirigido, y Hideaki Yoshimura, conocido como Spencer, un japonés experto lingüista del Observatorio S. Hawking en Escocia, entre otros.
Todas sus historias están conectadas no solo entre sí, sino también con el pasado. Un pasado en el que ilustres figuras históricas, tales como Copérnico, Darwin, Platón, Eratóstenes, etc., también oyeron esa melodía y dejaron pistas para las generaciones futuras. Pistas que deberán descodificar para reconducir el destino de la humanidad.
«El mensaje encontrado de Platón era extraño y difícil de descifrar, pero seguro que tendría algo que ver con la teoría de Alan. Si estaba en lo correcto, Platón había sido contactado por alienígenas por representar algún valor para ellos y aquel extraño mensaje significaba de seguro algo importante que habría descubierto el viejo sabio acerca de los visitantes. No obstante, no tenían ninguna pista que les permitiera descifrar lo que Platón había escrito: «2/3». Aquel número había sido interpretado como una fracción, pero ¿fracción de qué?»
El autor juega con los espacios temporales y la mentalidad de diferentes épocas, manteniendo el hilo conductor en todo momento sin ninguna contradicción, para situar a los lectores en una importante tesitura. Con ello, logra exponer una crítica constructiva sobre la religión y la ciencia, el raciocinio humano, el conocimiento absoluto, la posibilidad de vida extraterrestre y, sobre todo, la evolución (o involución) del ser humano como especie y su fin.
«Y así sería con todas las especies, incluyendo el hombre, quien evolucionaría de un antepasado común, el Australopithecus. Todas las especies se separarían de un antepasado común formando ramificaciones en una cadena evolutiva que daba origen a diferentes especies. Si toda su teoría era cierta, eso quería decir que el hombre actual evolucionaría en algún momento también».
El ritmo es muy ágil y constante a lo largo de toda la obra. Además, cuenta con una fina capa de misterio que la envuelve y unas descripciones precisas pero amenas. Todo ello posibilita que la lectura sea ligera, genere intriga en los lectores y los anime a seguir leyendo.
El lenguaje emplea términos relativos a la ontología; no obstante, es accesible para todos los lectores. Asimismo, el estilo del escritor mezcla lo literario con lo coloquial. Esto ayuda a conectar muy bien los diferentes pasajes de la novela y a sostener la trama.
Esta novela llena de aventura y acción demuestra que ciencia ficción, filosofía e historia encajan perfectamente. La historia permite poco a poco reflexionar sobre nuestra capacidad para abrir la mente y comprender lo desconocido. Sobre el estudio de nuestro entorno y el mundo, de las relaciones sociales, del pensamiento humano, del sino de nuestra especie y de la visión que los extraterrestres tendrían sobre la humanidad.
Bruno Costa nos sumerge con un estilo cautivador, virtuoso e intenso en un relato perfectamente elaborado y estudiado minuciosamente, con unos personajes delineados de manera exquisita y un final impactante que nos planeta la siguiente pregunta: ¿qué significa exactamente ser más evolucionado?
Homo sapiens evoluti ya está disponible en librerías.
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