¡Hola, Agustín! Muchas gracias por atendernos. Estamos deseando hablar contigo sobre Pater familias. Tu nueva novela narra la vida de Leandro Gravier. Este hombre antisocial y con trastornos mentales lleva años intentando integrarse en la sociedad.
Esta es una obra con una premisa muy interesante. ¿Cómo surgió la idea para la trama?
Bueno, no sé si es una premisa tan interesante… Tenía algunos fragmentos de la novela desde hace cinco años, justo después de que publiqué el libro anterior. Sabía que el tema de la historia tenía que rondar alrededor de la figura paterna, de la relación del personaje con su padre y de su relación con sus hijos. Pero me quedé largo tiempo trabado en esa instancia. Después pensé que en podía dar un pantallazo a lo que sucedía en las familias que se hallaban alrededor de la suya, y eso fue finalmente lo que hice.
Pater familias es una expresión de la antigua Roma para designar al jefe o cabeza de familia. ¿Por qué decidiste titular así la novela?
A mí no me enseñaron nunca lo que significa pater familias y me parece muy extraño, porque tiene una importancia significativa en la genealogía del derecho vinculado a la familia, en lo que hace a los ciudadanos, etc., etc., … Creo que es una deficiencia de la educación o de mi educación. De haber aprendido esto antes, hubiera tenido menos problemas en mi vida.
Ahora se habla de patriarcado y demás. A mí me gustaría hablar más de pater familias, aunque no estudié derecho y no cuento con el conocimiento suficiente. Solo me animo a jugar y especular con esa idea.
La historia está contada in media res. Es decir, comienza desde la mitad y luego vuelve al pasado. ¿Tenías claro desde el principio narrarla con estos cambios temporales?
In media res… es una buena definición, no la conocía. Sí, es exactamente así como está narrada. Creo que simplemente era lo que me pedía la historia, lo que la volvía más dinámica.
La complejidad del personaje de Leandro está muy bien creada. Este sufre trastorno por consumo de múltiples sustancias y un trastorno esquizoafectivo. ¿Cómo te enfrentaste a la construcción del protagonista? ¿Tuviste que documentarte mucho para ello?
El protagonista está construido con brotes psicóticos míos, por lo tanto, no tuve que documentarme en absoluto.
Hablar sobre temas tan delicados como los trastornos mentales, el parricidio, la muerte, etc., es complicado. ¿Fue difícil manejarlos en la novela?
No. Esto es literatura y puedo decir entonces en este libro lo que se me de la real gana. La literatura es una mentira por definición. Por lo tanto, no tengo que rendirle cuentas a nadie.
Nos ha gustado mucho que hagas ver al espectador la lucha de Leandro mediante las acciones cotidianas y su manera de percibir el mundo. ¿Crees que la cotidianidad es la disputa más ardua para las personas con ese tipo de trastornos?
Sí.
En la novela también exploras la relación entre el mundo artístico y la realidad. ¿Piensas que existe una extrapolación bidireccional? ¿O solo el arte es el que imita a la realidad?
La realidad imita al arte. Eso es lo más interesante. Nos pasa, por ejemplo, que después de ver un cuadro impresionista o uno de Van Gogh, tendemos a comparar el paisaje con el cuadro, y no al revés. Podemos decir: «Esta noche se parece a tal cuadro», y así.
La Dra. Monnolich tiene una manera muy peculiar de llevar la terapia de grupo. No trata con mucha discreción las sesiones con sus pacientes. ¿Consideras que esta es la visión de los profesionales que tiene mucha la gente? ¿Es un factor clave para temer acudir a ellos?
Los psiquiatras y psicólogos deben guardar secreto profesional. Y si no lo hacen, al menos formalmente, deben rendir cuentas ante la justicia. Se trata de un silencio que los llamados «coaches» u otros terapeutas informales, que están tan de moda ahora, no creo que deban respetar por ley.
Pater familias es una obra innovadora y especial. ¿Qué crees que va a sorprender más a los lectores?
Si lo supiera, no la publicaría. La gracia de hacerlo para mí está, justamente, en no saber que recepción habrá, o si habrá recepción.
Has publicado hasta la fecha dos nouvelles, Ventana Esquizo (2011) y Cuaderno Del Pirómano (2017); dos libros de poesía, La Otra Vida (2013) y Variaciones (2014), y un ensayo, Miscelánea (2015). ¿Has notado alguna diferencia en tu estilo con respecto a otras publicaciones?
He tratado de ir cambiando…, aunque no se si lo he logrado. Las dos primeras novelas son álter egos en primera persona, esta obra es en tercera persona. Me gustan algunos personajes secundarios de esta última novela. Ya de entrada no creo ser el mismo que hace diez años, cuando publiqué la primera de ellas. Con suerte, eso debería notarse en el nuevo libro.
Ya estás muy versado en el arte de escribir. Cuéntanos, ¿te gustaría atreverte con algún género que no hayas explorado hasta ahora? ¿Tienes algún futuro proyecto en mente?
Yo en realidad soy muy fan de la música. Creo que escribo porque no pude ser músico. Algún día me gustaría animarme a tocar la guitarra en serio y cantar. Aunque me animo más a lo primero que a lo segundo.
Por último, nos gustaría dejarte un espacio para que comentes lo que quieras a los lectores antes de despedirnos.
Les dejo aquí el «Epígrafe para un libro condenado», de Charles Baudelaire:
«Lector apacible y bucólico,
sobrio e inocente hombre de bien,
arroja este libro saturniano,
orgiástico y melancólico.
Si no has estudiado tu retórica con Satán,
el astuto decano, ¡arrójalo!
No comprenderás nada de él,
o me creerás histérico.
Pero si, sin dejarte hechizar,
tu pupila sabe sumergirse en los abismos,
léeme, para aprender a amarme; alma curiosa que sufres y andas en busca de tu paraíso,
¡compadéceme! Si no, ¡yo te maldigo!»
¡Muchas gracias por tu tiempo, Agustín! Te deseamos muchísimo éxito con tu nueva obra. Pater familias está disponible en Amazon y se encontrará próximamente en librerías.
Disponible en: Amazon
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