Hola, Héctor, ¿cómo estás? ¡Bienvenido a Tregolam! Queremos felicitarte por la publicación de tu primera novela, La Quinta Nación. En este libro, situado en la ciudad ficticia de Ara Nastra, varios protagonistas provenientes de las distintas naciones del continente se ven envueltos en una red de traiciones y violencia por La Causa, una misteriosa hermandad que intenta romper el sistema político y social implantado en Alianza e imponer un sistema regido por una antigua profecía.
Hola a todos. ¡Estoy encantado de tener esta entrevista con vosotros y poder abrir las puertas de Ara Nastra a todo valiente dispuesto a adentrarse en ella!
Como decíamos, tu novela se ambienta en Ara Nastra, capital del reino de Alianza, un continente compuesto por varias naciones independientes. Cuéntanos más acerca de este mundo, ¿cómo comenzaste a desarrollar los distintos territorios tan dispares entre sí? ¿Qué aspectos destacarías de cada una de las naciones de este continente?
Desde un primer momento supe que quería plasmar un conflicto entre cuatro naciones, muy distintas entre sí, en el que toda la tensión se concentrase en un único escenario concreto, en este caso la ciudad de Ara Nastra. Un lugar que, en principio, es un enclave neutral y se encuentra fuera del control de cualquier nación.
Por supuesto, estas naciones han evolucionado mucho desde que fueron concebidas inicialmente. Durante el proceso de escritura fui perfilando la sociedad de cada una, sus costumbres, sus creencias… Esto se refleja en los individuos que conviven en Ara Nastra y que representan a cada nación. Mi objetivo es trasladar al lector las enormes diferencias que existen entre las naciones, y que precisamente son el motor de las continuas disputas entre ellas. Para remarcarlas, en cada nación la etimología de los nombres es distinta y sus habitantes tienen unos rasgos físicos particulares. Aunque esto se refleje con pinceladas en esta primera novela, puesto que toda la acción ocurre en una única ciudad, que no le quepa duda al lector de que se explotará mucho más en las entregas futuras.
Nunca es fácil crear un mundo desde cero. En tu novela, cada una de las naciones tiene su capital y su gentilicio. La verdad es que es un ejercicio imaginativo descomunal. ¿En qué te basaste para nombrarlos?
Imaginativa pura y dura. Lo que siempre he buscado es sentirme a gusto con los nombres que decido poner (en cuanto a sonoridad y escritura), de modo que pueda sentirlos como auténticos. De este modo es muy fácil pensar en ellos como si fuesen reales. Si un término o nombre no me encaja, siempre trato de encontrar otro que se adapte mejor.
Nos hemos percatado de que la narrativa de la novela se centra sobre todo en la multitud de personajes que la componen, como Prist, Emmanuel, Éinar o Melias…, pero cada uno de ellos son muy distintos entre sí. A la hora de perfilarlos, ¿cuál de ellos te supuso un mayor reto?
El mayor reto, más que definir a los personajes, ha sido ponerme en la piel de cada uno a la hora de narrar. Cuando tienes clara la trama, y bosquejas los personajes que han de conducirla, no es excesivamente complejo imaginarlos. Lo difícil es darles un alma y una personalidad que hagan creíbles sus actos y decisiones. Cuando en una novela todo gira en torno a uno o dos personajes principales, no creo que sea tan complicado. Sin embargo, en el caso de novelas río, donde son muchos los personajes protagonistas de los distintos capítulos, hay que conseguir como narrador transmitir de forma sincera el punto de vista de cada personaje. Ese cambio de piel ha sido, en mi caso, lo más complicado. Es un ejercicio importante, porque siempre he estado en contra de los personajes «malos» por definición. En esta saga no hay buenos ni malos, tan solo personajes con distintos intereses que los mueven a comportarse de una manera u otra.
Por otro lado, uno de los personajes más misteriosos es el maestre, miembro de la hermandad de La Causa y que conoce la identidad de todos los que la forman. Sin destripar mucho el libro, ¿qué podrías contarnos sobre él?
Es un personaje inteligente y calculador. Alguien con una visión tan clara de lo que debe ser el continente de Alianza que tiene muy interiorizado que el fin justifica los medios. El maestre representa la cara oscura del ser humano, es una persona capaz de ser cruel y despiadada con tal de alcanzar el fin superior y se mueve de acuerdo a sus ideales, erróneos o no.
El descubrimiento de la kraí, un mineral que sirve como una poderosa fuente de energía y que solo puede encontrarse en la ciudad de Ara Nastra, fue el detonante de la Gran Guerra entre naciones y que culminó posteriormente con la Paz Longeva. Este mineral tiene un gran peso en la trama. ¿Por qué decidiste utilizar este recurso como la causa de la guerra?
Porque es lo que sucede en el mundo real con cualquier recurso energético que sea limitado. El lector de La Quinta Nación descubrirá que no es una novela fantástica de caballeros y dragones, sino una novela de intriga política desarrollada en un mundo ficticio con tintes fantásticos. Pero pese a ser fantástica pretende ser un espejo de la sociedad. El ser humano siempre ha promovido guerras y conflictos por controlar los recursos naturales, para mí no había trama más creíble y fácil de comprender que esta.
Además de la kraí, otro elemento muy importante en la novela es la profecía, un conjunto de textos antiguos que describen lo que depara el futuro del mundo, y que predican los profetas y los augures. Además, la nación de Benka-Thai siente cierta devoción por ella. ¿Construiste la trama alrededor de esta profecía desde el principio, o la concebiste durante el proceso de escritura como un recurso para contar esta historia?
Al igual que la kraí es el detonante socio-económico, la profecía es el religioso. Presentar un mundo sin creencias religiosas me parecía frío y poco creíble. Los seres humanos no somos máquinas, todas las civilizaciones han tenido una religión, y como he comentado el mundo de Alianza es muy humano. Por eso, desde el principio tuve claro que quería incluir este factor religioso. Puede que en esta primera novela se mantenga en un segundo plano, pero en las siguientes tendrá mucho peso.
La narración de tu novela se desarrolla de una manera muy ágil y visual. ¿Te inspiraste en algún videojuego, obra gráfica o libro para darle ese dinamismo? De hecho, la propia trama, de aventura e intriga, cuenta con giros argumentativos sorprendentes. ¿Tenías claro desde el principio cómo querías que se desarrollase la historia o en ocasiones te has dejado llevar mientras escribías?
Cuando comencé a dibujar en mi mente La Quinta Nación la idea original era presentarlo en formato de cómic, pero finalmente no salió adelante y continuó como novela. Creo que esto ha influido en que las escenas sean tan visuales. Además, el mundo ficticio de Alianza bebe de muchas fuentes, desde series y películas hasta mangas. Lo que he hecho ha sido plasmar en papel todo lo que siempre me fascinó de otras entregas, quedándome con lo que para mí es lo mejor de cada una.
Cuando empecé a escribir solo tenía claro el inicio y el final de la novela. Todo lo demás fue gestándose poco a poco, y eso es lo que más me ha gustado del proceso de escritura: que todo fuera tomando forma de manera lógica según avanzaba en la historia. Para mí no ha sido crear todo un mundo de la nada, sino irlo descubriendo poco a poco. Cada vez que daba con algo que me gustaba me decía a mí mismo: «esto tiene que ser así, sí o sí» y dejaba de ser una posibilidad para convertirse en una realidad.
Como amante que eres de la fantasía, debes conocer de primera mano lo complejo que es presentar un universo construido desde cero. ¿Qué consejo les darías a aquellas personas que desean comenzar a escribir una historia de este género? ¿Crees que es aconsejable planificar toda la trama, las localizaciones, las relaciones entre personajes, etc.?
Aunque en mi caso he ido dibujando poco a poco el mundo de Alianza, es cierto que no me siento capaz de escribir cuando no tengo un plan de acción en mente. No pasa nada si este plan no es el definitivo, siempre se puede cambiar de idea, pero necesito una base sobre la que construir los capítulos. Creo que, si he de dar un consejo a futuros escritores noveles de este género, este sería que no sean ambiciosos desde el primer minuto. Si uno se centra en crear unos buenos cimientos con paciencia (que es lo que pretendo hacer en La Quinta Nación) lo demás se construye sobre estos casi sin darnos cuenta. Aunque en ocasiones uno crea ser capaz de vislumbrar toda la trama de la novela con lucidez en pocas horas, es mejor apuntarse todo y rumiarlo bien, tomarse su tiempo para decidir el camino avanzar poco a poco. ¡En la sociedad de la inmediatez que tenemos hoy en día hacer esto es realmente difícil!
Para escribir este tipo de novelas, además de imaginación, se debe tener también paciencia. ¿Has sufrido alguna vez del mal llamado «bloqueo del escritor»?
Te diría que casi todos los días. Casi siempre quiero escribir más de lo que escribo, unas veces se debe a que no encuentro tiempo, y otras a que, aunque disponga de ese tiempo, siento que no estoy inspirado. Para mí es igual de duro tener muchas ideas en la cabeza y no tener tiempo de escribirlas que ser incapaz de plasmarlas en una hoja en blanco por falta de inspiración. Todo ello, si no tienes paciencia, puede bloquearte. Creo que estos y muchos otros factores frenan la buena escritura, pero en mi caso siempre he tenido presente que escribir un libro era una tarea a largo plazo.
Como comentábamos, esta es la primera vez que te adentras en el mundo de la publicación. ¿Cómo ha sido la experiencia? ¿Qué opinión tienes con respecto a la autoedición?
Creo que es complicada. Hay algunas partes que se disfrutan mucho, como es revisar la corrección del texto por un tercero, la maquetación y la creación de la portada. Me parece bonito tener el control de todo el libro y llevar un seguimiento absoluto de la obra. De este modo te aseguras que lo que recibe el lector es la mejor versión que le puedes entregar de la novela, acorde con tus exigencias. Sin embargo, para que todo el trabajo valga la pena es necesario promocionar la obra, y este es el punto, por lo general, más difícil para el escritor. Que no lean tu obra no implica que sea mala, al igual que una obra muy leída no siempre es sinónimo de calidad. En este maremágnum literario la visualización es el factor más importante para llegar al lector, y es ahí donde la autoedición lo tiene más complicado.
Tenemos entendido que La Quinta Nación es el primer tomo de una saga titulada La balada del ocaso. ¿Puedes adelantarnos algo con respecto a las secuelas? ¿Cuándo podremos leer el segundo tomo de La balada del ocaso?
El segundo tomo ya está escrito a falta de revisión. Sin embargo, si algo he aprendido antes de lanzar La Quinta Nación, es que el proceso de publicación es muy, muy lento cuando lo haces con mimo. Las modificaciones tras las opiniones de los lectores cero, la corrección profesional ortotipográfica y de estilo, la maquetación del interior, la creación de la portada… Son procesos que llevan meses cuando escribes por hobby.
Inevitablemente, el conflicto que se desarrolla en Ara Nastra se volverá global y en los siguientes tomos el lector podrá recorrer las distintas naciones de Alianza para descubrirlas de primera mano. Todo ello sin perder de vista la ciudad de Ara Nastra, que después de esta primera entrega habrá pasado a convertirse en una protagonista más.
El final de la novela nos hace comprender que no todas las historias tienen un final justo. ¿Por qué decidiste terminar así la obra? ¿Mejorará el destino del personaje que aparece en el epílogo en las secuelas de la saga?
El final de la novela no deja de ser un inicio que da pie a nuevos acontecimientos. La historia de este personaje avanzará, como la del resto, sin que ello implique que sea una historia feliz. ¡El que avisa no es traidor!
Antes de despedirnos, ¿hay algo más que quieras compartir con los lectores?
Los invito a visitar la página web oficial de la novela y a suscribirse al canal de noticias con su correo electrónico. En la página podréis encontrar, no solo los mapas que incluyo en el libro con mayor calidad de imagen, sino contenido adicional y enlaces de interés. ¡En un futuro próximo, tengo intención de compartir con los lectores ilustraciones digitales de la ciudad de Ara Nastra y de sus personajes! ¡Estoy convencido de que las disfrutarán!
Muchas gracias por atendernos, Héctor. Recomendamos a los ávidos lectores hacerse con un ejemplar del primer tomo de La balada del ocaso.
Son muchos los autores que he leído durante estos últimos años y que, de un modo u otro, han influido en la novela. Habiendo ya leído los clásicos de fantasía y ciencia ficción, decidí que debía alejarme un poco de estos géneros para asaltar la narración de una forma más rica. De los autores internacionales busco aprender sobre su estilo. Por recomendación de la escuela de escritura La Posada de Hojalata (de la que he sido alumno en varios cursos de escritura creativa), he leído a varios escritores americanos: Stephen King, Hemingway, Truman Capote, Scott Fitzgerald, J.D. Salinger…). En el ámbito nacional, me he dejado aficionado a las novelas históricas de Reverte, Juan Eslava Galán y Santiago Posteguillo.
Disponible en: Amazon, Barnes&Noble
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