La mujer y la literatura (I)

Como dijo Simone de Beauvoir, una de las escritoras y feministas más conocidas de la historia, «El feminismo es una forma de vivir individualmente y de luchar colectivamente». Pero existen otras figuras que también han impulsado este movimiento social a través de la escritura como, por ejemplo: Virginia Woolf, Mary Wollstonecraft, Concepción Arenal o Clara Campoamor, entre muchísimas otras.

Mujeres que con sus acciones han hecho que la mujer haya tenido, poco a poco, el papel que le corresponde, aunque todavía queda mucho por hacer.

Con relación al día de la mujer, hemos querido presentar un breve mapa con algunos nombres de las escritoras que más han influido a lo largo de la historia hasta nuestros días.

Escritoras anteriores al siglo XIX 

Es conocido por todos que no es hasta mediados del siglo XIX que el mundo de la literatura comienza a acoger, de una forma u otra, la literatura escrita por mujeres.

Sin embargo, esto no quiere decir que hasta ese momento no hubiera escritoras. Ni tampoco que no fueran merecedoras de estar en aquellos cánones literarios en los que siempre las obviaron.

Algunos de los nombres de escritoras que marcaron los cimientos de la actualidad más inmediata son:

• Sor Juana Inés de la Cruz. De su pluma nacieron estas palabras: «Hombres necios que acusáis a la mujer, sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis». De padre español y madre mexicana, esta mujer dedicó prácticamente toda su vida a aprender y a escribir contra viento y marea. Desafortunadamente, gran parte de su obra se ha perdido.
• Madame de Staël. Nacida en el siglo XVIII , esta filósofa francesa ya incluía en sus ensayos y novelas reflexiones feministas con respecto a la opresión de la mujer.
• Mary Shelley. Cómo no mencionar a la escritora considerada como una de las precursoras del relato de ciencia ficción. La autora de Frankenstein o el moderno Prometeo es indispensable para entender la influencia posterior que ejerció en la literatura.
• Santa Teresa de Jesús. También conocida como Teresa de Ávila, fue una monja fundadora de la orden de las Carmelitas Descalzas y una escritora prolífica traducida a varios idiomas. Su obra despunta en el género de la poesía. Seguro que te suenan estos versos que inician su poema Vivo sin vivir en mí: «Vivo sin vivir en mí, / y de tal manera espero, / que muero porque no muero».

Siglo XIX: un punto de inflexión para las escritoras

• Rosalía de Castro. Hija de un sacerdote que la consideró ilegítima, es una de las escritoras de las letras gallegas más conocidas. Destacó tanto en la poesía como en la novela con títulos como A orillas del Sar y  La hija del mar.
• Aurore Lucile Dupin. Esta escritora mantuvo una relación con Chopin, con quien pasó una temporada en Mallorca que le sirvió para escribir la novela Un invierno en Mallorca.

El realismo trajo consigo, entre otros matices, que las obras buscaran ser un fiel reflejo de la realidad. Esta razón propició que la vida social de la mujer comenzara a plasmarse de manera menos rígida en la literatura. Si bien estas dos mujeres no son estandartes del movimiento literario, sí fueron coetáneas y significaron mucho para la visión intelectual de la mujer.

• Emilia Pardo Bazán. Novelista, crítica literaria, ensayista, dramaturga… Esta intelectual dedicó gran parte de sus esfuerzos a luchar por la figura de la mujer en la sociedad. Una de sus obras más representativa es La tribuna, cuya protagonista es una mujer obrera, valiente y reivindicativa.
• Concepción Arenal. Una de las grandes figuras del feminismo en esta época, fue la primera mujer en asistir a la Universidad Complutense para estudiar Derecho como oyente. Eso sí, tuvo que disfrazarse de hombre para lograrlo. Finalmente, consiguió acabar la carrera. Su obra más conocida es La mujer del porvenir (1871), pero más tarde también escribió La mujer en su casa (1881) y La educación de la mujer (1892). Su pluma buscó incansable reivindicar la capacidad intelectual de la mujer y su derecho a educarse como un hombre.

Mujeres con pseudónimo

A lo largo de la historia no han sido pocas las mujeres que tuvieron que escribir bajo un pseudónimo masculino o directamente con un nombre en clave para que alguien las tomara en serio. Podríamos daros muchos ejemplos y la lista sería interminable, pero seguro que alguno de estos nombres te suenan:

• Las hermanas Brönte. Anne, Emily y Charlotte firmaban sus libros con los nombres de Acton, Ellis y Currer Bell respectivamente, puesto que no estaba bien visto que las mujeres fuera escritoras.
• Jane Austen. La novelista británica simplemente firmaba sus novelas como «Una dama» y jamás pudo ver su nombre verdadero en las obras que consiguió publicar.
• Cecilia Böhl de Faber. También firmaba bajo un pseudónimo: Fernán Caballero. La gaviota es una de sus obras más conocidas.
• Mary Ann Evans. Seguro que su pseudónimo te suena mucho más: George Eliot. Esta escritora británica publicó el libro Middlemarch, en donde describe la vida de varios personajes y sus cambio de pensamiento según las circunstancias que les rodean.
• E. L. James. Una de las escritoras más vendidas en el género erótico en realidad se llama Erika Leonard.
• J.K. Rowling. La archiconocida escritora de la saga Harry Potter intentó probar suerte en el género de la novela policíaca bajo un pseudónimo masculino: Robert Galbraith.

Muchas editoriales, y gracias al cambio de mentalidad en la sociedad actual, han querido dar su voz a esas autoras que en su momento no tuvieron el reconocimiento que se merecían. Es el caso de la editorial Seix Barral, la cual ha sacado una línea enfocada en todas aquellas escritoras que publicaron bajo un pseudónimo masculino y cuyas obras fueron reconocidas.

Escritoras en el siglo XX

Como todos sabemos, el poder de la literatura es inmenso y la autoridad que tiene la palabra puede tener un alcance inconmensurable. Gracias a las grandes obras literarias escritas por mujeres hemos ido cambiando nuestra forma de ver las cosas, así como nuestro punto de vista crítico ante la situación de la mujer en cualquier ámbito (social, económico, político, laboral, educacional…).

• Virginia Woolf. En su día dijo: «Para la mayor parte de la historia, “Anónimo” era una mujer». Es una de las escritoras más influyentes en la literatura y en el movimiento feminista. Destaca, entre otras muchas cosas, por ser una figura representativa de la novela moderna y por su monólogos interiores, donde reflexiona sobre el posicionamiento de la mujer en la sociedad. Una habitación propia, Orlando o La señora Dalloway son algunas de sus obras más conocidas.
• Gloria Fuertes. Esta gran poeta de la posguerra fue principalmente conocida por la poesía destinada a los niños, aunque también escribió prosa. Sin embargo, su poesía para adultos es incluso mejor. Pacifista, fumadora, amable, entrañable y humana, Gloria Fuertes pasará a la historia como una de las grandes poetas más maravillosas de España quien, además, contribuyó más que nadie a la popularización de este género en su época.
• Carmen Conde. Perteneció a la Generación del 27 y fue la primera mujer académica en la RAE. Carmen Conde también fue maestra, ensayista, narradora y poeta. Os recomendamos leer Soy la madre, Canciones de nana y desvelo y Creció espesa la yerba.
• Alejandra Pizarnik. Esta poeta bonaerense ha sido una de las más prolíficas e influyentes. Con veinticuatro años se mudó a París, donde se hizo amiga de Julio Cortázar. Sus continuas depresiones desembocaron en un suicidio a los treinta y seis años. Su obra es magnífica  y desde aquí os la recomendamos encarecidamente a través de uno de sus versos más conocidos: «La rebelión consiste en mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos».
• María Zambrano. Ganadora del premio Príncipe de Asturias  y del premio Cervantes, fue una escritora que destacó en los ámbitos de la filosofía y el ensayo. Esta escritora ha sido una de las pensadoras más importantes de España.
• Sophia de Mello Bryner Andresen. Fue una de las grandes poetas de su país, ganadora del Premio Luis de Camoes y del Reina Sofía de poesía. La mayor parte de su obra está ligada al mar, a la búsqueda de justicia, a la defensa de la palabra, a la noche, a la infancia… Uno de sus versos más famosos, relacionados con la revolución de los Claveles (1974) es: «Esta es la madrugada que yo esperaba, / el día inicial entero y limpio / en que emergimos de la noche y el silencio / y libres habitamos la sustancia del tiempo».
• Ana María Matute. Fue miembro de la RAE y ganó el Premio Cervantes en 2010. A día de hoy, sigue siendo una autora de referencia y una de las escritoras de la posguerra más leídas. No podéis dejar de leer Olvidado rey Gudú o Aranmanoth. 
• Ida Vitale. Nació a principios del siglo XX y hoy, a sus 96 años de vida, esta uruguaya es una de las poetas más laureadas en lengua española. Ha ganados varios premios, entre ellos el Cervantes y el Reina Sofía. Desde su primer libro, La luz de esta memoria (1949), ha publicado multitud de poemarios que distintas editoriales han reunido en grandes antologías. Algunos ejemplos son Sobrevida (Esdrújula), Poesía reunida (Tusquets) y Cerca de cien (Visor).
• Agustina Bessa-Luis. También ganadora del Premio Camoes. Su trayectoria literaria abarca desde el ensayo a la dramaturgia, pasando por la narrativa infantil y la novela. Ha sido numerosas veces llevada al cine y su obra más conocida es: A sibila. En ella, el papel de la mujer tiene un lugar muy importante y reivindicativo.
• Hannah Arendt. Filósofa alemana de origen judío. Se instala en Estados Unidos tras la II Guerra Mundial, donde pasará el resto de sus días. Es en esta etapa cuando comienza a escribir sus obras más notables como La condición humana o Los orígenes del totalitarismo.

Continuará…

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